Consecuencias de la ley de servicios digitales europea para voces críticas en Serbia: Dificultades para organizaciones de la sociedad civil y periodistas de investigación

Banderas de la Unión Europea y de la República de Serbia. Foto de Global Voices (CC BY 3.0).

Este artículo es de Emily Wright, investigadora Fulbright afiliada a la organización de la sociedad civil Partners for Democratic Change Serbia, y se publicó originalmente en Tech Policy Press. Global Voices publica una versión editada, con autorización.

La ley de servicios digitales tendrá un impacto significativo en el entorno digital, dentro y fuera de la Unión Europea. Si bien los impactos son más claros para los Estados miembros de la Unión Europea, las preocupaciones de las organizaciones de la sociedad civil sobre los efectos extraterritoriales de la ley están bien fundadas. Menos claros son los impactos de la ley en los países candidatos a la adhesión, que están obligados a alinearse con las regulaciones de la Unión Europea, pero han recibido poca orientación al respecto. La implementación efectiva de la ley se basa en la independencia funcional de varias instituciones a nivel estatal, incluidos los coordinadores de Servicios Digitales designados, responsables de implementar la ley de servicios digitales en sus propias jurisdicciones. Si bien esto puede ser posible en varios Estados miembros de la Unión Europea, esta realidad puede no existir en otros Estados que implementen la legislación.

Un ejemplo es Serbia. Como país candidato a la Unión Europea, Serbia está obligado a aplicar la ley de servicios digitales para cumplir su obligación de integrarse con las leyes y regulaciones de la Unión Europea. Sin embargo, los problemas que afectan al sistema político de Serbia, catalogado como un Estado autoritario competitivo, han tenido como resultado una falta de independencia en los organismos reguladores de los medios serbios. El impacto de la ley de servicios digitales en Serbia depende del papel que desempeñe el coordinador de servicios digitales al aplicar y supervisar la regulación, y de su autoridad para seleccionar trabajadores de confianza. Dada la probabilidad de que no sea independiente, cabe suponer con seguridad que el coordinador de servicios digitales alineará sus acciones con los objetivos del partido gobernante, el Partido Progresista Serbio (SNS por sus siglas en serbio). La retórica y las acciones de los medios dirigidos por el Gobierno, los bots de redes sociales, las declaraciones oficiales y extraoficiales, y la falta de apoyo del partido a las organizaciones de la sociedad civil y a los periodistas de investigación reflejan la opinión del partido sobre las voces críticas en Serbia. Frases como «agente extranjero» y «traidores«, junto con los esfuerzos por convencer a los ciudadanos de que estas organizaciones de la sociedad civil y periodistas están intentando «desestabilizar Serbia» son habituales en los espacios influenciados por el Gobierno. A pesar de que la situación actual es difícil, las organizaciones de la sociedad civil y los periodistas de investigación han logrado promover su trabajo y sus mensajes en las plataformas de redes sociales.

Entrevisté a estas organizaciones y periodistas para comprender mejor sus dificultades. Tras entrevistar a nueve organizaciones de la sociedad civil y medios de periodismo investigativo de toda Serbia, llegué a la conclusión de que todos dependen en gran medida de las redes sociales para promocionar su trabajo y ampliar su alcance. De las entrevistas pueden extraerse varias conclusiones adicionales que son relevantes para las preguntas relativas a la aplicación de la ley de servicios digitales y asuntos sobre libertad de expresión en general.

En primer lugar, ambos grupos han tenido experiencias extremadamente negativas con el Gobierno serbio, el partido gobernante y sus partidarios, desde amenazas directas hasta destrucción de propiedades y acoso. Esto es un síntoma y un indicador de la actual fase de autoritarismo competitivo del país. No solo los funcionarios señalan directamente a las organizaciones de la sociedad civil y a los periodistas de investigación, sino que la retórica del Gobierno sigue incitando a la violencia y a las amenazas del público contra las personas que funcionan en espacios críticos. Esto añade una complejidad adicional a la ya difícil tarea de funcionar en un país con poca libertad de prensa y una fachada democrática cada vez más transparente. Quienes trabajan en estos espacios deben operar bajo la presión constante del Gobierno, y también deben asegurar a sus beneficiarios que sus intenciones no van encaminadas a socavar el futuro de Serbia.

En segundo lugar, en muchas organizaciones, el contenido ya está excesivamente moderado por las plataformas. Algunas luchan contra el estado de verificación; por ejemplo, un medio de periodismo de investigación mencionó que ha tenido dificultades para obtenerlo, una organización de la sociedad civil lo perdió y no ha podido recuperarlo, y otro periodista de investigación solo pudo volver a obtener su estado verificado después de trabajar con un grupo internacional de verificación de hechos. Esta pérdida de sus estados de verificación impide a estas organizaciones a utilizar anuncios con contenido político para ampliar su alcance.

Por último, según la información obtenida en mis entrevistas, casi todas las organizaciones tienen como objetivo alcanzar al grupo demográfico Generación Z, normalmente de entre 25 y 35 años, principalmente a través de Instagram y TikTok. En lugar de depender de los medios tradicionales para difundir su trabajo, por la falta de medios independientes disponibles y a su alcance limitado, dan prioridad a las plataformas de redes sociales para incrementar la interacción con este grupo de edad. Atraer a estos grupos demográficos más jóvenes es crucial para el éxito de estas organizaciones, pero este éxito se verá obstaculizado si su contenido es efectivamente censurado. Muchas de las organizaciones entrevistadas siguen siendo optimistas en cuanto a que las generaciones más jóvenes están más inclinadas a participar activamente y están menos influenciadas por el sensacionalismo de los tabloides y las narrativas gubernamentales. Sin embargo, sin redes sociales libres de influencia gubernamental, la tarea de alcanzar a esta generación se vuelve insuperable.

Entender la interacción entre los periodistas de investigación, las organizaciones de la sociedad civil y el Gobierno serbio, junto con la importante posibilidad de un coordinador de servicios digitales que sea subordinado a los intereses políticos del Gobierno, sugiere que aprobar la ley de servicios digitales en Serbia podría tener importantes repercusiones negativas en las organizaciones de la sociedad civil y en los periodistas de investigación. Si bien la ley de servicios digitales establece mecanismos para que los usuarios puedan enfrentar la eliminación injusta de contenidos, las plataformas pueden seguir necesitando un tiempo considerable para revisar los contenidos señalados por los usuarios como legales o conformes con las directrices de la comunidad. Los retrasos actuales en las soluciones de las plataformas podrían empeorar, lo que supone una dificultad especial, dado el carácter urgente del contenido que publican estas organizaciones.

La situación es especialmente destructiva en Serbia por falta de libertad de medios en el país. En la actualidad, aparte de unos pocos medios independientes, las voces críticas apenas disponen de medios tradicionales para comunicarse. Las plataformas de redes sociales, actualmente fuera del control del Gobierno, dan un espacio para estas voces, especialmente entre la generación más joven. Con la ley de servicios digitales, las plataformas de redes sociales, que antes se consideraban un refugio para las voces críticas, estarán sometidas a la influencia del Gobierno, lo que afectará a los periodistas de investigación y a las organizaciones de la sociedad civil, y también a los ciudadanos, especialmente en las regiones de Serbia que no tienen medios independientes.

Las conclusiones de estas entrevistas sugieren un futuro sombrío para las voces críticas en Serbia. No obstante, la sociedad civil serbia tiene un sólido historial de oposición exitosa hacia leyes con graves repercusiones sobre los derechos humanos. Un ejemplo notable es la reacción del sector y del público ante el proyecto de ley de asuntos internos de 2021, que finalmente fue retirado por el Gobierno gracias a iniciativas de la sociedad civil.

Es crucial que el público, junto con la sociedad civil, esté completamente informado sobre la ley de servicios digitales y sus posibles consecuencias. A pesar de que la ley de servicios digitales tendrá que implementarse para que Serbia continúe su camino hacia la Unión Europea, el conocimiento público y el activismo de la sociedad civil ayudarán a abordar y evitar posibles impactos, incluido el uso de la ley de servicios digitales para facilitar la censura de las voces críticas hacia el Gobierno. La extensa y vibrante sociedad civil serbia desempeña un papel crucial en la defensa de los derechos fundamentales, y sus iniciativas deben protegerse activamente.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.