Comienza la temporada de incendios en Turquía

Imágen de Arzu Geybullayeva, Canva.

Los incendios forestales de mediados de año, verano en el hemisferio norte, se han convertido en la norma en Turquía. Como resultado, cada año bosques, asentamientos rurales residenciales y tierras agrícolas se queman completamente. Pero así como los incendios se han vuelto norma, igual ocurre con las críticas al Gobierno por no poder invertir para mejorar su infraestructura de respuesta, su intervención más inmediata y el envío más rápido de rescatistas. Los expertos dicen que mientras que el cambio climático o las excesivas condiciones climáticas pueden haber tenido un rol en esta situación, las crisis también fueron resultado de la mala planeación e incorrecta toma de decisiones a nivel del Gobierno.

El 21 de junio, dos provincias al sureste de Turquía, Mardin y Diyarbakir, informaron haber sufrido incendios que hasta ese momento habrían acabado con la vida de 11 personas, además de cientos de reses y ovejas que murieron como resultado del fuego, y 78 lesionados, según informes de los medios locales. Los incendios se esparcieron entre los distritos de Çınar en Diyarbakır y Mazıdağı en Mardin. Alrededor de 50 hectáreas de tierra cultivada quedó dañada, de acuerdo con la agencia de prensa Bianet.

Pero tal como escribió el periodista Ruşen TakvaBut en la plataforma X, ni un solo funcionario del Gobierno ha renjunciado por vergüenza. En una declaración publicada en X, el partido prokurdo Popular por la Igualdad y la Democracia también criticó a los funcionarios por su ausencia, no solo en este incendio, sino en las frecuentes crisis ambientales por las que atraviesa el país.

Los informes sobre el incendio indican que se inició por incidente de quemas de rastrojos, que se expandió rápidamente por las altas temperaturas y al viento fuerte, «que envolvió a los pueblos circundantes y causó importantes víctimas y daño», citó YetkinReport. Pero otros informaron que el causante del incendio fueron las chispas del cableado eléctrico. Esto último fue rápidamente negado por el operador de red de la región, Dicle Electrical Company.

Sibel Yiğitalp, exparlamentaria de Diyarbakir, llevó sus frustraciones a X, y acusó a las autoridades de gastar millones de dólares en enviar a su primer hombre al espacio pero no poder comprar helicópteros de extinción de incendios adicionales que el país necesita con urgencia.

Tan solo en junio, se informó de muchos otros incendios en medio de una ola de calor que afecta al menos a 19 provincias en todo Turquía, incluido el noroeste, al igual que las provincias de Uşak, İzmir, Balıkesir, y Manisa, informaron medios locales. Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, Turquía ha sufrido 77 incendios desde comienzos de 2024 que afectaron a 13 709 hectáreas hasta el momento.

De acuerdo con la información del Directorado General Forestal, la causa más común de los incendios forestales en Turquía es «descuido y accidentes». Según lo anterior, se perdieron un total de 88 636 hectáreas de área forestal por negligencia o accidentes entre 2013 y 2022.

En 2021, Turquía pasó por los peores incendios forestales en los últimos diez años cuando países del sur de Europa  fueron arrasados por las llamas ese año.

Desde entonces, las autoridades han introducido mejoras. Según la información de Bianet, el Directorado General Forestal ha expandido su capacidad y aumentado la cantidad de aviones de extinción de incendios a más de cien (en comparación a los incendios de 2021 donde solo había tres), y ha reportado más de 2000 intervenciones aéreas solo en 2023. También han usado drones para observar y prohibir la entrada a zonas forestales en 29 provincias con la esperanza de evitar brotes de incendios. De acuerdo con expertos las medidas no son suficientes. En una entrevista con el diario Cumhuriyet, el director de la Unión Forestal de Turquía, Ahmet Hüsrev Özkara, dijo que, «era solo sobre prohibir picnics en zonas forestales. Se debe enseñar a la sociedad. Y todas la instituciones estatales y no estatales deben reconocer esto (incluidos trabajos preventivos y de mantenimientos de líneas de transmisión de energía) y actuar en consecuencia.

En una entrevista con DW News, el profesor y doctor Doğanay Tolunay de la Facultad de Silvicultura del Departamento de Ciencias del Suelo y Ecología, dijo que parte de los trabajos preventivos incluyen contratar suficientes bomberos, cuyo número sigue siendo insuficiente para el país. Tampoco es suficiente aumentar el número de aviones de extinción de incendio según Tolunay, porque tomando como base los incendios de años anteriores, gran cantidad del agua descargada por estas aeronaves se evapora rápidamente en el aire antes de que alcance la zona del incendio. Como Özkara, Tolunay también señaló la cantidad de líneas de tendido eléctrico que pasan por las zonas propensas a incendios y la falta de su mantenimiento. De acuerdo con Tolunay «el aumento en permisos para construcción vial a través de bosques también incrementa las probabilidades de incendios forestales como resultado directo de la interacción entre bosques y humanos».

Con esto en consideración y mientras se acercan los meses más riesgosos y calurosos del verano, julio y agosto, son pocas las probabilidades de evitar que nuevos incendios forestales arrasen a los largo del país y de apagarlos.

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