Jamaica y el impacto directo del huracán Beryl; comienzan iniciativas de ayuda en islas afectadas

Imagen principal vía Canva Pro.

La temporada 2024 de huracanes en el Atlántico acababa de empezar cuando el huracán Beryl se destacó por ser extraordinario en muchos sentidos. Surgió antes de lo que suele ser habitual para tormentas de gran magnitud, y en apenas 48 horas se fortaleció con rapidez, y pasó de categoría 3 a categoría 4. Tras dejar un rastro de devastación en las Granadinas —con un saldo de al menos seis fallecidos—, se convirtió en la tormenta más poderosa registrada tan a inicios de la temporada, ya que por un momento alcanzó la categoría 5. A las 21:00 horas (UTC-4) del 2 de julio, Beryl había disminuido a categoría 4 mientras se dirigía hacia Jamaica e islas Caimán.

Aunque los meteorólogos y cazadores de tormentas pueden sentirse fascinados por la inusual naturaleza de este huracán, los habitantes del Caribe, que cada año se ven afectados por la temporada de huracanes, temen que todas las características extremas de Beryl puedan volverse comunes en el futuro

Los expertos afirman que el aumento de la temperatura del mar, consecuencia del cambio climático y los patrones meteorológicos cíclicos, está haciendo que las tormentas tropicales se intensifiquen con rapidez.

Entiendo que la cizalladura del viento está afectando a Beryl, pero siempre apuesto por el océano. Es quien tiene el control.

Este año, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha pronosticado una probabilidad del 85% de que la actividad de tormentas sea superior a lo habitual. Se esperan entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y trece podrían convertirse en huracanes. De esas tormentas, entre cuatro y siete serían huracanes de gran magnitud, es decir, de categoría 3 a 5. La NOAA atribuye esta predicción a una «confluencia de factores» que incluye «el calor acumulado en el océano», «una rápida transición a condiciones de La Niña«, vientos alisios del Atlántico más débiles y una menor cizalladura del viento.

«Los vientos alisios suaves», explicó la NOAA, «permiten que los huracanes aumenten su intensidad sin la interferencia de una fuerte cizalladura del viento, y también reducen el enfriamiento del océano». También confirmó que la crisis climática «está calentando nuestros océanos a nivel global y en la cuenca del Atlántico, y está derritiendo el hielo terrestre, lo que lleva a un aumento del nivel del mar», lo que, según ellos, deja ver «una influencia clara de las actividades humanas en el potencial de daño de un huracán específico».

Al igual que Bahamas, Dominica y muchas otras islas antes durante años, como Barbados, Tobago, Santa Lucía, Granada y especialmente Granadinas, han enfrentado situaciones similares y han soportado gran parte del impacto de Beryl hasta ahora, por lo que conocen de qué se trata. Al igual que en otras ocasiones, la comunidad caribeña se ha movilizado para enviar ayuda y suministros indispensables a quienes se han visto afectados.

Desde San Vicente, la fotógrafa Nadia Huggins publicó un enlace a una página de GoFundMe, con la leyenda: “No tengo palabras para describir la magnitud de la devastación que estamos viendo. Es desgarrador tener que iniciar otra campaña de recaudación de fondos para desastres. Por favor, ayúdanos como puedas”. Al ver las imágenes «casi apocalípticas» de la isla Unión o los videos de lo que dejó el paso del huracán en Carriacou, se comienza a comprender la urgencia.

Mientras tanto, Jamaica se prepara para la llegada de Beryl , que se preveía tocará tierra el miércoles 3 de julio como un huracán de categoría 4. El pronóstico era el ojo del huracán pasara más tarde esa noche o la madrugada del jueves por islas Caimán.

HURACÁN BERYL BOLETÍN 12: LAS BANDAS EXTERIORES DE BERYL LLEGARÁN A JAMAICA ANTES DEL AMANECER DEL MIÉRCOLES… SE MANTIENE LA ADVERTENCIA DE HURACÁN.

Desde Jamaica, Emma Lewis, colaboradora de Global Voices, comenta que sus compatriotas están sintiendo mucho estrés ante la inminente llegada de la tormenta, y el tránsito ha sido intenso mientras la gente trata de abastecerse de suministros o hacer arreglos de último momento.

Tránsito caótico en Ocho Ríos
Compras de último minuto, por supuesto, para Beryl.

Al igual que la mayoría de los territorios del Caribe, Jamaica ha sufrido destrozos de huracanes como Gilbert, uno de categoría 3 que golpeó en septiembre de 1988. Aunque se espera que Beryl se debilite después de impactar en Jamaica e islas Caimán, se prevé que mantenga su calificación de huracán mientras se desplaza por el noroeste del Caribe. En este contexto, hay avisos activos de huracán para el sur de Haití, advertencias de tormentas tropicales para la costa sur de República Dominicana y una vigilancia de tormentas tropicales para partes de Belice.

Con una temporada de huracanes larga y potencialmente activa por delante y líderes regionales que critican la falta de acción de los países desarrollados que contribuyen en gran medida a los niveles globales de emisiones de gases de efecto invernadero, un tuit de Greenpeace logró expresar lo que sienten los habitantes de la región:

Nuestros pensamientos están con las islas del Caribe que se preparan para el huracán Beryl. Cuídense.
❤️

Nunca habíamos visto un huracán TAN FUERTE tan TEMPRANO en la temporada.

Las grandes corporaciones de petróleo y gas están empeorando los desastres climáticos extremos. Deben asumir responsabilidades.

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