
Foto: Extracto de Maxim Bouev de un paquete de información oficial publicado por los diez años de la Universidad Europea en San Petersburgo, FAL, vía Wikimedia Commons. Uso bajo Free Art License.
Global Voices tradujo y reprodujo un artículo de Holod Magazine, que trata sobre el cierre de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Europea en San Petersburgo. La l inesperada decisión la anunció su decano, Grigory Golosov, que mencionó que la decisión la tomó por el consejo académico de la universidad a fines de junio.
Los últimos estudiantes del programa de estudios de maestría ya han defendido sus tesis, con lo que se convirtieron en los últimos graduados en la facultad. Para que los estudiantes de doctorados (PhD) y maestrías que continúan sus estudios deberán transferirse a la Facultad de Historia de la universidad. Gosolov, que está con una licencia extendida, no participará en el nuevo programa pero seguirá afiliado como profesor en la Facultad de Economía.
La Universidad Europea en San Petersburgo aún no ha hecho declaraciones oficiales, y la Facultad de Ciencias Políticas aún está listada en el sitio web.
La historia de la Universidad Europea incluye reiterados conflictos con las autoridades. A fines de 2023, la universidad fue multada por almacenar libros publicados con financiación de organizaciones que se consideran «indeseadas», tales como Open Society Institute y Kennan Institute. Los libros publicados con financiación de estas organizaciones fueron retirados de la biblioteca de la universidad.
Tal como dijo Radio Liberty en febrero de 2024, cuando el Ministerio de Justicia ruso designa a una organización como «indeseada», se dice que la organización significa un peligro para la seguridad nacional. Sin embargo, los expertos argumentan que esta es una táctica de las autoridades rusas para reprimir toda voz disidente que no se alinee con las opiniones de Kremlin.
Las organizaciones deben cesar toda actividad en Rusia o enfrentarán muchas demandas y penalidades. Además, cualquier ciudadano o entidad que colabore con una organización «indeseada» corre el riesgo de ser demandado por la primera ofensa. Si continúa la cooperación tras una advertencia administrativa, las personas pueden enfrentar cargos criminales con una penalización máxima de hasta cinco años de prisión.
Hasta febrero de 2024, hubo 140 organizaciones en la lista de «indeseados» de Rusia. Esta lista incluye medios, al igual que organizaciones involucradas en actividades políticas, culturales y educacionales que apoyen instituciones democráticas y grupos religiosos.
La Universidad Europea se fundó en 1994, y en un inicio recibió fondos a través de subsidios de organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos y Europa (ONG). Sin embargo, luego de que muchas fueron etiquetadas como «indeseadas», la universidad dejó de recibir fondos, lo que afectó su estabilidad financiera y probablemente fue un fator en su decisión de cerrar la Facultad de Ciencias Políticas.
Luego de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, muchas universidades que eran libres y progresivas tuvieron que adoptar políticas conservadoras, ya fuera bajo presión del Gobierno o bajo iniciativa propia y muchos académicos rusos dejaron el país.
El proyecto T-Invariant relata cómo el Gobierno ruso procesó a universidades y muchas organizaciones internacionales que apoyaban a científicos rusos. Los casos incluyen sentencias a prisión por posiciones contrarias a la guerra, terminación de contratos de empleo de personal académico que estaba contra la guerra y cierre de organizaciones específicas que cooperaban con otros países. Un ejemplo de estas es la Red Académica de Europa del Este. Esta organización ayuda a científicos y estudiantes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania a mudarse a Alemania para inscribirse en universidades alemanas o buscar empleo en instituciones educativas. Otro ejemplo, entre las docenas que existen, es la Universidad Centroeuropea, donde decenas de miles de estudiantes de países de la ex URSS han recibido excelente educación de posgrado con becas de Open Society Foundation que comenzaron a mediados de la década de 1990.
Uno de los últimos casos de represión a estudiantes activistas fue cuando recientemente la exliberal Escuela Superior de Economía en San Petersburgo advirtió a líderes estudiantiles que no se les podía procesar por difundir «propaganda LGBT» luego de que un grupo de estudiantes usaron un «femenitivo» en una publicación en sus redes sociales.
Los femenitivos son sustantivos personales que se usan para designar a mujeres en ruso, ucraniano, bielorruso, polaco y otros lenguajes eslávicos. El proceso de feminirización incluye reclasificar sustantivos y adjetivos que, como tales, se refieren a hombres, incluidos términos de ocupaciones, como femeninos. En este caso, la palabra que este grupo de estudiantes utilizó fue кураторка (conservadora, femenino) en lugar de куратор (conservador, masculino). El feminismo, al igual que las organizaciones LGBTQ+ e incluso la identidad, es considerado un peligro para los llamados «valores conservadores tradicionales» que el Estado impone como ideología oficial.