
Imagen de Tanpa Dhakal en Nepali Times, utilizada con autorización.
Esta historia de Tanka Dhakal se publicó originalmente en Nepali Times. Reproducimos una versión editada como parte de un acuerdo de intercambio de contenido.
Los yaks, que eran el pilar cultural de las comunidades de los Himalayas en Nepal, han ido desapareciendo debido al cambio en los estilos de vida, la migración humana, la endogamia y el impacto de la crisis climática.
El Censo Nacional de Agricultura muestra que el total de yaks en Nepal pasó de 53 000 a 48 000 en los últimos tres años. Hay algo más de 10 000 hogares en las montañas que mantienen la crianza de yaks para ganarse la vida.
Yak es el nombre genérico del bisonte de pelo largo que vive a 4000 o 5000 metros (13 000 o 16 000 pies aproximadamente) en la cordillera del Himalaya y en la meseta tibetana.
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Ganadero tiene un Centro de Recursos Genéticos de los Yaks en Syangboche a 3885 m (12 746 pies). El centro se fundó en 1973, y se encarga de asegurar que la población de yaks en la región de Khumbu se mantenga fuerte, dé leche adecuada y mantenga una variación saludable en su genotipo.
El centro tiene 155 yaks para investigación, pero por la falta de presupuesto y otras prioridades no ha podido alcanzar el verdadero potencial de esta especie de ganado domesticado
“Todo lo que estamos haciendo es proteger a los yaks que tenemos, no tenemos los recursos para realizar estudios genéticos”, admitió el funcionario técnico Ramlallan Yadav, que ha dirigido el centro desde hace 24 años.

Un yak en el valle Langtang, donde la leche se utiliza para producir queso emmental. Imagen de Kunda Dixit/Nepali Times, utilizada con autorización.
El ganado que vive en las alturas suele juntarse, a pesar de que son de diversas razas. Las nak son yaks hembras domesticadas. Chauri o dzo son hembras nacidas del cruce entre una yak nak con vacas de tierras bajas. Un lang es un toro tibetano, mientras a que una ternera hembra nacida del cruce de un lang se le llama dimzo. Un ternero nacido del cruce entre un yak y una vaca de la parte baja de la montaña es conocida como urang. El lulu enano que se encuentra en las ciudades de Mustang y Manang es una mezcla de una res de tierras bajas con un yak.
Una reciente disminución en la población de yak-nak de sangre pura, sumado a la dificultad de acceder a toros tibetanos, significa que los granjeros tienen más urang que dimzo. Además, los terneros macho conocidos como jopke o tole, nacidos de un cruce, no pueden continuar con su especie y solo son utilizados como animales de manada en las partes altas del Himalaya.
“Una nak produce al menos dos litros de leche al día, mientras que una chauri puede llegar a producir hasta seis litros diarios”, explica Shanker Raj Barsila, investigador de estos animales. “Si tuviésemos lugares para estudios genéticos, podríamos mejorar la durabilidad de las especies. La leche de yak tiene propiedades medicinales, y por lo general, es más saludable que la leche de vaca”.

Imagen de Kunda Dixit/Nepali Times, utilizada con autorización.
Además del cambio en el estilo de vida de la población local, la migración y la falta de acceso a pasturas tradicionales en el Tíbet, Barsila señala que la endogamia es la principal dificultad para los yaks de Nepal. Esto se evidencia en que las yak-nak son más propensas a enfermedades, una reducción en su producción de leche y yaks sin cuernos.
Barsila explica que el censo agrícola mezcla diferentes tipos de yaks, y estima que a diferencia de lo que muestran las cifras, solo hay aproximadamente 20 000 yak-nak y de 40 000 a 60 000 chauris, cifras que están bajando más debido al mal tiempo, que está calentando las montañas. Esto afecta las pasturas por falta de nieve en el invierno.
Yadav menciona que la nieve que se supone debe caer entre octubre y noviembre ahora cae entre marzo y mayo, que el viento sopla en enero y febrero y que en todo el invierno solo hay viento frio y seco.
La migración está conectada directamente con la disminución de rebaños de yaks. Que los jóvenes abandonen las villas de las montañas por ir a Katmandú o al extranjero significa que la siguiente generación no seguirá con la ocupación ancestral del pastoreo, y menos yaks hacen que el patrimonio intangible de la cría de yaks dentro de una cultura pastoril (completa con festivales, dieta local, vocabulario y conocimiento íntimo sobre los hábitos de los animales) esté en peligro de perderse para siempre.
La leche de yak se convierte en chhurpi, queso tradicional que preserva la proteína de la leche cuando no es tan abundante. La leche de yak también la utilizan quienes viven en las alturas para preparar té saborizado con sal del Himalaya, y su mantequilla se utiliza para las lámparas sagradas en los monasterios. El pelo del yak se usa para hacer ropa y mantas de lana, y la carne se consume.
Prajwal Sharma, que trabaja en la Organización Internacional de Migración, recientemente investigó el impacto que genera la migración sobre los la crianza de yaks en Helambu, al norte de Katmandú. Indica que los yaks domesticados se están convirtiendo en una especie en extinción por la migración de las montañas y la disminución de zonas con pasto por el impacto ambiental.
Mientras hacía su investigación de campo, Sharma observó que ha disminuido la cantidad de granjeros que migran a pasturas más altas con sus rebaños en el verano y descienden a planicies más bajas en el invierno. En Syangboche, mientras tanto, Yadav ha observado cambios en el pasto por los años en los que no ha llegado el invierno.

Imagen de Kunda Dixit/Nepali Times, utilizada con autorización.
La temporada de apareamiento del yak-nak también se ha visto afectada. Yadav explica que antes, la mayoría quedaban preñadas en la época que correspondía, pero ahora hay cambios en las estaciones. La temporada de apareamiento era entre julio y agosto, pero por estos cambios, ahora es entre octubre y noviembre.
Además, las tierras de pastorea en donde el pasto crecía en abril ahora están secas. Según la experiencia de Yadav, en los últimos años, el pasto y la hierba solo han brotado entre mayo y junio.
El centro de Syangboche vende leche de yak, pero el ingreso no es suficiente ni siquiera para comprar papas para los yaks y mucho menos para estudios genéticos. El Centro Nacional de Crianza de Animales e Investigación Genética debe estudiar diferentes razas de animales autóctonos y locales, pero su jefe, Sagar Paudel, dice que no ha habido estudios sobre el problema de la endogamia del yak-nak.
El Programa Nacional de Investigación de Ganado, que está en Rampur, en la sede distrital de Chitwan, ha evaluado a los yak-nak en Rasuwa y Mustang para averiguar más sobre su adaptabilidad al cambio climático, pero no hay planeado un estudio genético detallado.
Una investigación más detallada podría ayudar a encontrar formas para que los yak-nak y los chauri pudieran adaptarse a los extremos climáticos y al calentamiento de la cordillera del Himalaya.