Serbia prohíbe festival que permitía colaboración entre artistas de Serbia y Kosovo

«Prohibido». Gráficos de protesta difundidos por la sociedad civil tras la prohibición del festival Mirëdita, ¡Dobar Dan! Imagen de la Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos de Belgrado, utilizada con autorización.

Este artículo se basa en la cobertura de Meta.mk. Global Voices publica una versión editada en virtud de un acuerdo de intercambio de contenidos con Metamorphosis Foundation.

El 27 de junio, los organizadores del Festival Mirëdita, Dobar Dan! («¡Buenos  días!» en albanés y serbio) anunciaron que habían recibido una notificación del Ministerio del Interior serbio que les comunicaba la prohibición todos sus actos en Belgrado, cuyo inicio estaba previsto para esa noche. Los disturbios relacionados con el festival comenzaron dos días antes, después de que la Policía permitió que «varios grupos de vándalos y neonazis» ocuparan libremente el recinto y bloquearan las calles cercanas.

La prohibición, inicialmente verbal y luego escrita, se comunicó formalmente como «una orden de cesar la reunión», y abarcaba todas las actividades asociadas al festival que había estado promoviendo la paz entre Kosovo y Serbia. Este tipo de eventos se han estado celebrando desde 2014 entre las capitales Pristina y Belgrado, con el objetivo último de reconciliar y cicatrizar las heridas que han dejado guerras pasadas.

El vice primer ministro y ministro del Interior de Serbia, Ivica Dačić, confirmó que el ministerio dio orden de poner fin al festival «debido al peligro para la seguridad de personas y bienes, y al peligro de violaciones del orden público en mayor medida».

«Con esta orden», los organizadores del festival advirtieron que «el Ministerio del Interior violó la Constitución de Serbia, en concreto (el derecho a) la libertad de expresión y la libertad de reunión, así como varias leyes, incluidos al menos dos artículos de la ley de reuniones públicas, debido a la aplicación de medidas desproporcionadas».

Se mostraron en desacuerdo con la medida del ministerio de que la carga esté con los organizadores «en lugar de dirigirse a los vándalos» asociados a los grupos extremistas y neonazis Delije Sever, Patrulla del Pueblo, Grupo 451 y Zetropa Serbia, y afirmaron que «no garantizar la reunión es contraria al ordenamiento jurídico y constitucional de la República de Serbia, así como de las normas y prácticas defendidas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos».

La prohibición rompe una tradición de diez años

En 2014 la Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos, la Iniciativa Cívica de Belgrado y la ONG Integra de Pristina fundaron el Festival Mirëdita, Dobar Dan!, con el objetivo de promover el intercambio cultural. Al reunir a artistas, activistas de derechos y líderes de opinión, esperaba fomentar «una tradición de colaboración» que contribuyera a la paz permanente y a normalizar las relaciones entre Serbia y Kosovo.

Balkan Insight informó que, aunque el festival ha sido criticado por grupos de derechas desde su creación, «las autoridades de Belgrado lo han dejado pasar sin hacer comentarios», al menos durante sus diez primeros años de existencia. Sin embargo, este año, las autoridades serbias expresaron duras críticas, que culminaron en una prohibición oficial.

Los disturbios relacionados con el festival comenzaron el 25 de julio, después de que se permitió a «varios grupos de vándalos y neonazis» ocupar libremente Dorćol Platz, espacio cultural designado para celebrar el festival. Las paredes exteriores del edificio fueron pintarrajeadas con amenazantes mensajes machistas dirigidos a los invitados al festival. Al día siguiente, los organizadores del festival limpiaron los grafitis de odio.

El 27 de junio, un grupo de unos 150 vándalos detuvo el tráfico a lo largo de la calle Dobračina y bloqueó la entrada a Dorćol Platz para que ningún invitado ni organizador del festival, por no hablar de los empleados que trabajan en la zona, pudiera entrar o salir del complejo:

🧵 La Iniciativa juvenil por los Derechos Humanos, Iniciativa Građanske y la ONG Integra, que organizaron Miredita, Dobar Dan!, festival de reconciliación entre Serbia y Kosovo, dijeron que al prohibir el evento el Ministerio del Interior serbio violó la Constitución serbia, «específicamente la libertad de expresión y la libertad de reunión».

Los organizadores del festival dijeron que no había suficiente policías en la zona y que, además, el Ministerio del Interior no envió refuerzos, «lo que dejó la impresión de que no había voluntad alguna de celebrar el festival». Tras declararse la prohibición, los extremistas nacionalistas de derecha que bloqueaban el recinto lo celebraron con fuegos artificiales y bengalas.

Los organizadores culparon específicamente al ministro de Cultura, Nikola Selaković, a la ministra de Bienestar Familiar y Demografía, Milica Đurđević Stamenkovski, al vice primer ministro Aleksandar Vulin, al alcalde de Belgrado, Aleksandar Šapić, y al ministro del Interior, Ivica Dačić, de la campaña de odio contra el festival. También consideraron irónico que quienes son responsables de proteger a las personas y promover la paz fueran quienes fomentaron el odio, la intolerancia y las hostilidades, lo que condujo básicamente a que se prohibiera el festival:

The Mirëdita, Dobar Dan! is not the enemy of the state, but the hooligans whom it has sided with, and for whose sake it has failed to fulfill its own obligations. The fundamental duty of the state is to ensure the freedoms and rights guaranteed by law, and to appropriately sanction those who infringe upon or organize against these freedoms and rights of citizens.

Mirëdita, Dobar Dan! no es el enemigo del Estado, sino los vándalos con quienes se ha aliado, y por cuya causa ha incumplido sus propias obligaciones. El deber fundamental del Estado es asegurar las libertades y los derechos que garantiza la ley, y sancionar adecuadamente a quienes atenten contra esas libertades y derechos de los ciudadanos o se organicen en su contra.

El comité del festival también reveló que se les «ordenó, bajo amenaza de sanciones», que se aseguraran de que todos los participantes extranjeros abandonaran Serbia. El autobús que transportaba a los participantes de Kosovo fue detenido en las afueras de Belgrado y lo obligaron a regresar a Kosovo con escolta policial:

La delegación de Kosovo que debía participar en el Dobar Dan! fue detenida por la Policía de Serbia, unos 30 kilómetros antes de llegar a Belgrado. Según el portal Koha Net, se les dijo que hay una orden de no permitirles entrar en Belgrado.

«Al prohibir el festival, el Ministerio del Interior y el Gobierno de Serbia han demostrado una vez más que la libertad de reunión solo se aplica a los grupos de vándalos, no a los participantes ni invitados del festival», subrayaba un comunicado del festival. Los visitantes que ya estaban en Belgrado para el evento también se vieron obligados a marcharse:

🫂¡Hoy, junto con nuestros compañeros, hemos despedido a los participantes del festival Mirëdita, Dobar Dan!

📌Lamentamos la decisión del Ministerio del Interior de prohibir el festival Mirëdita, Dobar Dan!

Los organizadores también expresaron su «profunda preocupación por el estado de una sociedad caracterizada por la violencia, el odio y la intolerancia, modelo de comportamiento que funcionarios e instituciones no reconocen como conflictivo y peligroso».

Condena de la prohibición

Destacadas organizaciones de la sociedad civil serbia, como el Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad, la Fundación Slavko Ćuruvija, el Centro de Derecho Humanitario, YUCOM, el Comité de Helsinki para los Derechos Humanos y el Centro para la Acción No Violenta expresaron su solidaridad con el festival.

El 2 de julio, 91 organizaciones de la sociedad civil de Bosnia Herzegovina, Montenegro, Croacia, Macedonia del Norte y Serbia emitieron una declaración conjunta en la que condenaban la decisión de prohibir el festival, que, según afirmaban, había sido objeto de «ataques de estructuras criminales (y) miembros de grupos de extrema derecha, que ponen en peligro la seguridad y amenazan gravemente a sus organizadores y participantes».

La comunidad internacional también reaccionó, empezando por la Delegación de Serbia ante la Unión Europea. Como candidato a la adhesión a la Unión Europea, Serbia está obligada a defender los derechos humanos:

Es desconcertante escuchar que el festival «Mirëdita, Dobar Dan», financiado por la Unión Europea y que se celebra desde 2014, quedó prohibido hoy. Esta encomiable iniciativa de las organizaciones de la sociedad civil tiende puentes entre los pueblos, una parte importante de las iniciativas de normalización de Belgrado y Pristina.

La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos también expresó su gran preocupación:

La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa está preocupada por el cierre de un festival anual de construcción de la paz en Belgrado. Pedimos a las autoridades de Serbia que respeten los derechos fundamentales a la libertad de expresión y a la reunión pacífica, y que garanticen la seguridad de todos los defensores de los derechos humanos.

En los días siguientes, once embajadas, incluidas la de Reino Unido, Países Bajos y Alemania, también expresaron su apoyo en línea e hicieron una visita conjunta a las oficinas del festival:

Hoy hemos expresado nuestro firme apoyo a Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos – Serbia, tras la prohibición del festival «Mirëdita, Dobar Dan» y las amenazas a los organizadores. No se debe permitir que la intimidación y la violencia pongan en peligro el intercambio cultural pacífico y los derechos humanos básicos. Las autoridades responsables deben actuar.

El 4 de julio, la Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos expresó su agradecimiento a quienes ofrecieron su apoyo a través de las redes sociales.

Aunque participa en un diálogo facilitado por la Unión Europea para normalizar las relaciones con Kosovo, el actual gobierno serbio no reconoce su independencia, declarada en 2008. El actual gobierno serbio está compuesto por una coalición de partidos populistas que utilizan el nacionalismo serbio y la hegemonía regional expresada a través de la ideología política irredentista del llamado «Mundo Serbio«, siguiendo el modelo «Mundo Ruso» de Putin, y muchos de sus altos funcionarios fueron miembros del régimen de Slobodan Milošević en la década de 1990. Desde que volvieron al poder en 2012, ha habido un giro hacia el autoritarismo, que incluye la represión de la oposición interna y de la sociedad civil.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.