Los periodistas de la empresa australiana Nine Publishing terminaron la huelga el 31 de julio después de que lograron imponer sus reivindicaciones de mejores salarios, trabajos más seguros y mayor diversidad laboral. Captura de un vídeo de YouTube de withMEAA. Uso legítimo.

En Australia, cientos de periodistas de la empresa Nine Publishing terminaron la huelga de cinco días y volvieron al trabajo el 31 de julio después de que los directivos de la empresa aceptaron mejorar las condiciones de sus empleados.

La huelga comenzó el 26 de julio con manifestaciones de los empleados de The Sydney Morning Herald, The Age, The Australian Financial Review, Brisbane Times y WAtoday, que protestaron frente a sus oficinas en Melbourne, Sídney, Brisbane y Perth. Estos periódicos forman parte de la empresa Nine.

Los representantes del sindicato y los directivos de Nine Entertainment han estado negociando durante meses para llegar a un acuerdo. Uno de los asuntos más importantes y solicitados fueron aumentos de sueldo que sean «ligeramente más altos que la inflación«, sobre todo porque los empleados estuvieron de acuerdo con que su salario se congelara durante la pandemia, así como tarifas transparentes ofrecidas para los trabajadores autónomos.

Los empleados decidieron emprender una acción industrial a través de su sindicato como respuesta a la «oferta inadecuada» de la gerencia. Durante las negociaciones, la gerencia también anunció que se reducirían alrededor de 90 trabajos debido a las limitaciones financieras. El sindicato recordó a la compañía que «no se puede conseguir rentabilidad sin una plantilla de periodistas fuerte».

Los huelguistas reclamaron «mejores salarios, trabajos seguros, una sala de redacción diversa, protecciones en torno a la inteligencia artificial (IA), derechos de trabajadores autónomos y protección al periodismo. La gerencia se mostró «sumamente decepcionada«, ya que la huelga coincidió con los reportajes de las Olimpiadas de París, y exhortó al sindicato a seguir con las negociaciones.

Tras cinco días de protestas y de lograr el apoyo de las partes interesadas, la huelga finalizó con un acuerdo de «aumentar los salarios por encima de la inflación, usar éticamente la IA, comprometerse a lograr la diversidad laboral y de negociar condiciones de trabajo justas para los trabajadores autónomos».

Michelle Rae, directora de la organización sindical australiana MEAA Media, elogió a los miembros del sindicato por su incansable compromiso para defender sus derechos como trabajadores.

Our members should be very proud that their solidarity with each other and their commitment to their role of public interest journalism has produced this outcome.

They took a stand to protect quality journalism at their mastheads and it’s clear from the massive public support for the journalists while they were on strike that readers want access to quality journalism and the boards of media companies need to find a new business model.

Nuestros miembros deberían sentirse muy orgullosos de que su solidaridad de unos con otros y su compromiso con el rol de periodistas de interés público haya logrado este resultado.

Adoptaron una postura para proteger el periodismo de calidad, y es claro, por el masivo apoyo del público a los periodistas mientras estaban de huelga, que los lectores quieren periodismo de calidad y que la administración de las empresas de comunicación tienen que encontrar un nuevo modelo de negocio.

Durante la huelga, el Comité de la Cámara de Representantes de Australia mostró su solidaridad con los periodistas de Nine:

Journalists have worked hard through a global pandemic and a cost of living crisis, in an industry that is increasingly volatile. It is irresponsible and disrespectful to punish the very people that the company relies on for its success in pursuit of shareholder profits.

Los periodistas han trabajado mucho durante una pandemia global y una crisis del costo de vida en una industria que se está volviendo cada vez más y más volátil. Es irresponsable e irrespetuoso castigar a las mismas personas de las que depende la compañía para su éxito por buscar el beneficio para los accionistas.

Los redactores del periódico The Sydney Morning Herald salieron de sus oficinas al comienzo de la huelga:

It’s a walk out #DontTorchJournalism pic.twitter.com/cRAIrA2x8m

— Anthony Segaert (@anthonysegaert) July 26, 2024

Estamos saliendo de la empresa.
No quemen el periodismo.

Esta caricatura ilustra el apoyo que los demás periodistas prestaron a los empleados de Nine durante la huelga:

Tomorrow’s @theage @smh cartoon, in
solidarity with my Nine Publishing colleagues on strike. #MEAAmedia #DontTorchJournalism pic.twitter.com/fS6JRcyczf

— MattGolding Cartoons (@GoldingCartoons) July 29, 2024

La caricatura de The Sydney Morning Herald
y The Age de mañana, en solidaridad con mis colegas de Nine Publishing que están en huelga.

Simultáneamente, el sindicato trabajaba para mejorar las protecciones para los escritores autónomos. También se unieron a la manifestación para exigir mejores salarios:

#MEAAmedia freelancers are standing shoulder to shoulder with Nine Publishing journalists as they go on strike for quality journalism. #DontTorchJournalism pic.twitter.com/jZaDnZD6Jc

— MEAA (@withMEAA) July 26, 2024

Los escritores autónomos de MEAA Media Consult marchan codo con codo con los periodistas de Nine Publishing para luchar por periodismo de calidad.

Los periodistas que estaban en huelga usaron la etiqueta #DontTorchJournalism (No quemen el periodismo) en X (antes Twitter) para informar y recibir apoyo en las redes sociales.

Tito Ambyo, covicepresidente del Club de Prensa de Melbourne, abordó la crítica de que la huelga afectaba a los reportajes de las Olimpiadas de París. En la revista digital australiana Crikey, Tito escribió:

What’s more important: two weeks of sports coverage or the future of a profession dedicated to informing the public and holding power to account?

It’s crucial to remember that journalists have no moral obligation to prioritise their audience over their working conditions. They have the right to protest, and protests are meant to be disruptive.

¿Qué es más importante: dos semanas de reportajes deportivos o el futuro de una profesión dedicada a informar al público y hacer que aquellos con poder asuman su responsabilidad?

Es crucial recordar que los periodistas no tienen la obligación moral de priorizar a su audiencia sobre sus condiciones laborales. Tienen el derecho de protestar, y las protestas están hechas para ser un alboroto.

La organización de MEAA celebró el éxito de la huelga y afirmó que seguirán las campañas para defender un periodismo significativo.

La huelga y las negociaciones posteriores reflejaron un problema mayor en los ecosistemas de medios de muchos países, donde hay tensión entre hacer que las salas de redacción sean rentables y asegurar que los periodistas tengan salarios y protecciones justos.