Azerbaiyán: Continúan los arrestos y las denuncias de torturas masivas antes de la COP29

Foto de Arzu Geybullayeva

Ulvi Hasanli es un periodista y director de la plataforma independiente de periodismo Abzas Media. Fue detenido en noviembre de 2023 por acusaciones falsas y permanece entre rejas a la espera de juicio en compañía de cinco de sus compañeros: Sevinc, Mahammad, Nargiz, Elnara y Hafiz, todos acusados del mismo delito de contrabando. Pero que estén encarcelados no significa que hayan dejado de informar. Desde su detención, mientras sus compañeros de todas partes del mundo han unido fuerzas para continuar con las investigaciones, los periodistas de Abzas Media no cesan de dar a conocer sus impresiones sobre las precarias condiciones en las que están recluidos. El 31 de julio, Abzas Media publicó una carta de Hasanli, que describe los desenfrenados casos de tortura.

Las impresiones de Hasanli se dieron tras una declaración pública del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura o Tratos Inhumanos o Degradantes, emitida en julio de 2024. En la declaración, el Comité señala que, a pesar de las numerosas solicitudes que ha dirigido al Ministerio del Interior para que atienda los severos actos de malos tratos y tortura que ha recibido el propio Comité y para que ponga fin a tales prácticas, no ha recibido respuestas. «Esto representa una violación fundamental y sin precedentes de la Convención», señaló el Comité en su declaración.

En total, el Comité ha hecho 13 visitas a Azerbaiyán desde 2002, las más recientes fueron entre 2020 y 2022. «Desde hace más de veinte años, el Comité ha expresado reiteradamente su profunda preocupación por una serie de asuntos relacionadas por el trato infligido a personas detenidas por las fuerzas de seguridad, en particular quienes pertenecen al Ministerio del Interior», indicaba la declaración. Sin embargo, a pesar de las obligaciones del país en el marco de la convención, sigue sin adoptarse ninguna medida para enfrentar esta situación. Azerbaiyán se incorporó a la convención en 2002.

En el informe más reciente, publicado en 2022, el organismo para combatir la tortura señaló «malos tratos/tortura» durante la aprehensión, y luego en los interrogatorios iniciales de los agentes operativos de la Policía, «para obligar a las personas a firmar una confesión, dar más información o aceptar más cargos».

Los tipos de malos tratos y tortura que el Comité ha documentado, como bofetadas, puñetazos, patadas y golpes con porras o palos de madera en la cabeza y cuerpo de la persona, están muy generalizados y existen múltiples testimonios de personas a quienes se somete a este tipo de trato durando los interrogatorios.

Lo mismo ocurre con otras afirmaciones mencionadas por el Comité en su informe: inserción de una botella en el recto y de descargas eléctricas, amenazas de represalias contra las familias de las personas, incluidas amenazas de juicios penales.

Diario de torturas

El reciente testimonio de Ulvi Hasanli coincide con anteriores informes de tortura y malos tratos documentados en Azerbaiyán, en el que describe como «un centro de tortura» el centro de detención, donde está recluido con otras personas.

«Al principio solo oía el sonido de la tortura: bofetadas, patadas, puñetazos, porras, insultos, maldiciones. Después, empecé a ser testigo presencial de malos tratos y torturas: palizas, reclusos esposados a los barrotes de la celda (esposados a la parte superior, al centro y a la base del barrote de la celda), una mano esposada a la parte superior de la cama, la otra mano esposada a una pierna y sujetada así durante doce horas, palizas con porras mientras el recluso estaba esposado a los barrotes», escribió Hasanli, y añade otros ejemplos de malos tratos y tortura de los que ha sido testigo desde noviembre de 2023.

Inclusive hay un horario, explicó Hasanli. Todo esto sucede entre las 9 y 10 de la mañana. La coordinación de la prisión argumenta que los reclusos maltratados y torturados son problemáticos y que de no tomarse este tipo de medidas, sería complicado mantener el orden. Cuando los reclusos protestan y exigen que este trato cese, apuntando a los carteles en los muros de la prisión que dicen «no a la tortura», la coordinación lo toma en consideración y hay una relativa calma durante unos pocos días, hasta que todo empieza de nuevo.

Each time someone protests, the prison management insists that torture, beating, swearing, insults are legitimate. Throughout the hallways of the prison one can see the number of Ombudsman office [916] and the slogan both in Azerbaijan and English, “no to torture.” And yet, torture takes places right under those slogans. Each week, sometimes every day. Sometimes, it is just one person, sometimes 10–15 inmates.

Cada vez que alguien protesta, la coordinación de la prisión insiste que la tortura, las golpizas, las maldiciones y los insultos son legítimos. A lo largo de los pasillos de la prisión, se puede ver el número de la oficina del Defensor del Pueblo (916) y el lema, en azerbaiyano y en inglés: «no a la tortura». Sin embargo, la tortura sucede justo debajo de esos lemas cada semana o incluso cada día. En ocasiones, es una sola persona, otras veces, son entre 10 a 15 reclusos.

En total, Hasanli escribió que ha documentado 58 casos de tortura y de malos tratos en los seis primeros meses de 2024. «Estos fueron los casos que yo mismo presencié o pude contar. Ahora, imaginen, el grado de tortura y malos tratos en los centros de detención preventiva y en las prisiones», señaló Hasanli.

Cuando Hasanli fue detenido en noviembre, el periodista fue víctima de malos tratos. Lo golpearon y tenía marcas visibles en la cara.

Una reciente investigación de Forbidden Stories, red de periodistas que vela por la continuidad del trabajo de los periodistas que afrontan amenazas, reveló lo siguiente acerca de las torturas en las prisiones de Azerbaiyán:

…since 2014, over 23 million euros have been transferred from the Council of Europe to finance several development programs in Azerbaijan, according to public documents reviewed by Forbidden Stories. These funds, which originated mostly from the European Union’s budget, were meant to generate “capacity building of the judicial system,” “training for staff,” “increased oversight of prison conditions,” and “action to improve transparency and prevent corruption,” among others.

…desde 2014, según documentos públicos revisados por el Forbidden Stories, el Consejo de Europa ha transferido más de 23 millones de euros para financiar varios programas de desarrollo en Azerbaiyán. Estos fondos, procedentes en su mayoría del presupuesto de la Unión Europea, buscaban generar «desarrollo de capacidad del sistema judicial», «formación del personal», «mayor vigilancia de las condiciones penitenciarias» y «acciones para mejor la transparencia y prevenir la corrupción», entre otros.

La investigación también arrojó que, de los 263 protocolos en los que el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, el Tribunal del Consejo de Europa, declaró que Azerbaiyán había violado la Convención Europea de los Derechos Humanos, 33 eran «violaciones que incluían denuncias por ‘tortura’ o ‘trato inhumano o denigrante'».

En enero de 2024, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por su nombre en inglés) votó no ratificar, con 10 votos a favor y 76 en contra, las credenciales de la delegación de Azerbaiyán en la Asamblea. Las credenciales fueron impugnadas con el argumento de que el país no cumplía «compromisos importantes» como parte de su participación en el Consejo de Europa. Ese mismo mes, otra resolución sobre «tortura sistemática y tratos o castigos inhumanos y denigrantes en los lugares de detención» expresó su preocupación sobre «los atroces métodos de tortura», concretamente en el contexto del caso Terter, una serie de arrestos llevadas a cabo en 2017 contra civiles y personal militar de Azerbaiyán, que los funcionarios de Bakú describieron entonces como «una conspiración a gran escala».

En abril de 2024, el Parlamento Europeo aprobó una resolución urgente en la que pedía «la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos» y «la imposición de sanciones de la Unión Europea en el marco de su régimen de sanciones globales contra los derechos humanos a los funcionarios azerbaiyanos que hayan cometido graves violaciones de los derechos humanos».

Continúa la oleada de detenciones

Entre los últimos detenidos están un exdiplomático y un investigador de minorías étnicas. Igbal Abilov, investigador criado en Bielorrusia, llegó a Azerbaiyán en junio. Los Servicios de Seguridad del Estado lo interrogaron por primera vez el 22 de junio. Un mes después, fue arrestado y acusado de traición e incitación a la enemistad nacional. El 31 de julio, Abilov fue condenado a cuatro meses de detención preventiva. Los cargos se basan en una presunta evidencia difundida por un periódico progubernamental, que alude a una colaboración de Abilov con los servicios de seguridad de Armenia.

El 24 de junio, el exdiplomático Emin Ibrahimov, fue arrestado y condenado a cuatro meses de detención preventiva por presuntamente apuñalar a una persona. Ibrahimov cumplió 30 día de detención administrativa en septiembre de 2023 por difundir información prohibida. A modo de protesta, Ibrahumov ha iniciado una huelga de hambre.

De forma paralela, las autoridades azerbaiyanas han solicitado a Georgia la extradición de Afagan Sdigov, periodista azerbaiyano al que acusan de extorsión. En primer lugar, se le impidió salir de Georgia en julio, y después fue detenido el 3 de agosto en Tiflis, capital de Georgia.

En junio, Abzas Media publicó la lista actual de detenidos políticos que, junto con las detenciones de Ibrahimov y Abilov, asciende a un total de 305 casos. La lista incluye periodistas y blogueros, integrantes de varios movimientos políticos y cívicos, defensores de los derechos humanos y activistas religiosos, entre otros. Los líderes del país y sus funcionarios niegan que haya detenidos políticos o cualquier forma de represión contra los derechos humanos y libertades.

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