La selección nacional de boxeo masculino de Uzbekistán hizo historia en los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando ganó medalla de oro en cinco de ocho categorías de peso, que la hizo que la participación más exitosa en la historia del boxeo olímpico. Los campeones olímpicos fueron Hasanboy Dusmatov (hasta 51 kg), Abdulmalik Khalokov (hasta 57 kg), Asadhudja Muidinhujaev (hasta 71 kg), Lazizbek Mullojonov (92 kg) y Bakhodir Jalolov (más de 92 kg). Dusmatov y Zhalolov se llevaron el oro olímpico por segunda vez, y así reafirmaron su condición de leyenda en la historia deportiva de Uzbekistán.
Las actuaciones de los boxeadores uzbekos contribuyeron a que el país registrara su participación más exitosa en los Juegos Olímpicos, ya que ganó ocho medallas de oro, dos de plata, tres de bronce y terminó en el puesto 13 entre los 206 países que participaron. La histórica participación de Uzbekistán en París no fue sorpresa para los aficionados del boxeo. Desde que el país se independizó en 1991, los boxeadores se han destacado en importantes torneos internacionales, y su éxito ha aumentado en los últimos 33 años.
Este video de YouTube cuenta el crecimiento de los boxeadores uzbekos.
Por ejemplo, el equipo de boxeo uzbeko quedó primero en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, cuando ganó tres medallas de oro, dos de plata y tres de bronce. El Campeonato Mundial de Boxeo 2023 se llevó a cabo en Taskent, capital de Uzbekistán, y anticipó el éxito de los uzbekos en los Juegos Olímpicos de París, en el que se llevaron cinco medallas de oro, dos de plata y dos de bronce. Mientras que las figuras modernas del boxeo uzbeko, como Bahodir Jalolov, Hasanboy Dusmatov y Tulkin Kilichev, entrenador del equipo nacional, son nombres conocidos, hay una persona cuya contribución se suele pasar por alto.
Las bases del actual éxito de Uzbekistán en el mundo del boxeo se remontan a más de cien años atrás y de la mano de la persona que menos se hubiese esperado: un boxeador y entrenador uzbeko-estadounidense llamado Sydney Jackson. Jackson nació en 1886 en una familia judío-estadounidense de clase trabajadora en Nueva York y empezó a practicar boxeo a los 12 años. Fue campeón nacional y miembro de la selección de Estados Unidos, lo que le permitió viajar alrededor del mundo
En 1914, mientras Jackson estaba en Rusia, a donde había ido a “ver osos que caminaban por la calle”, estalló la Primera Guerra Mundial, por lo que regresar a casa vía Europa fue imposible. El único camino de regreso era a través de Afganistán, y en 1916, Jackson llegó a Taskent, capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, que tiene frontera con Afganistán. Como no podía recibir dinero de su familia para viajar, Jackson se quedó en Uzbekistán, donde al principio trabajó como sastre y luego luchó en las filas del Ejército Rojo durante la Guerra Civil Rusa.
En 1921, regresó a Taskent y se inició como entrenador de boxeo en el recién creado club deportivo local. Su club fue el primer club de boxeo en la historia de Uzbekistán. Ese mismo año, en una reunión con un diplomático estadounidense en Taskent, que le ofreció la oportunidad de regresar a Estados Unidos, Jackson dijo que era “demasiado tarde” para volver y decidió quedarse, y además declaró que era “un gran honor servir” a la gente donde estaba.
Siguió entrenando niños hasta que falleció en 1966. En 1957, Jackson recibió el título de “Entrenador Honorífico” de la Unión Soviética. Miles de niños pasaron por su escuela de boxeo, y algunos llegaron a ser campeones olímpicos, sin mencionar a montones de boxeadores que ganaron campeonatos nacionales.
Este es un documental sobre el legado de Sydney Jackson.
La increíble historia de Jackson sirve como testimonio de la influencia que una persona puede tener en un deporte y varias generaciones de atletas. Dejó una huella imborrable en el deporte de Uzbekistán y ayudó a la creación de lo que sin dudas se ha convertido en una de las mejores escuelas de boxeo del mundo.