Starlink en Sudán: ¿Salvador o facilitador de la guerra?

Imagen hecha por Giovana Fleck, uso autorizado.

Esta historia es parte de Data Narratives, proyecto del Observatorio Cívico de Medios que busca identificar y entender el discurso en la información utilizada para gobernar, controlar y para las políticas en El Salvador, Brasil, Turquía, Sudán e India. Lee más acerca de proyecto aquí y revisa nuestro conjunto de datos público para encontrar el análisis completo sobre el que trata este texto.

Desde abril de 2023, Sudán ha tenido un conflicto armado entre las Fuerzas Armadas Sudanesas, es decir, el Fuerzas Armadas Sudanesas, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, grupo armado formado en 2013 durante el régimen depuesto del presidente Omar al-Bashir. Este conflicto escaló cuando, en febrero de 2024, las Fuerzas de Apoyo Rápido tomaron el control de los proveedores de servicios de internet en Jartum, capital de Sudán, e impuso un bloqueo de las telecomunicaciones en el país. El bloqueo impidió que los sudaneses accedieran a los servicios de telecomunicación.

La narrativa de las Fuerzas de Apoyo Rápido, divulgada por sus simpatizantes, busca justificar la acciones del grupo al difundir la idea de que están ejerciendo presión sobre Fuerzas Armadas Sudanesas y los proveedores de internet para devolver los servicios de internet a la región de Darfur, que en su mayoría está bajo el control del Fuerzas de Apoyo Rápido. Sin embargo, las organizaciones de sociedad civil confirmaron que el bloqueo de los servicios de telecomunicación en la región fue ordenado por las Fuerzas Armadas Sudanesas.

El impacto en los servicios públicos y los bancos

La continua guerra dañó gravemente la capacidad de Sudán para ofrecer servicios públicos, como los servicios de banca nacional. La Compañía de Servicios Bancarios Electrónicos, que supervisa las operaciones gubernamentales bancarias digitales, perdió la capacidad de ofrecer servicios de compensación, lo que interrumpió las transacciones entre bancos. Además, las Fuerzas de Apoyo Rápido saquearon bancos en varias ciudades de Sudán, lo que llevó a largas filas en las sucursales bancarias y complicaciones en las operaciones bancarias tradicionales.

Esta situación llevó a muchos a depender de la aplicación del Banco de Jartum, conocida como Bankak o mBOK, que continuó operando con normalidad a pesar de la guerra. Muchos sudaneses en ek extranjero dependen de Bankak para transferir fondos a sus seres queridos en Sudán, lo que la convierte en una fuente de ingresos esencial para quienes están en el país. Sin embargo, las Fuerzas de Apoyo Rápido impusieron un bloqueo de internet e interrumpió el acceso a las aplicaciones móviles bancarias, como Bankak, lo que afectó las actividades comerciales y limitó el acceso de la población a satisfacer kas necesidades básicas, como comprar comida.

Sin embargo, dos de los tres principales proveedores de servicios de internet lograron restaurar sus servicios con nuevos centros de datos en la ciudad de Puerto Sudán, capital interina de Sudán, una y tres semanas luego del apagón, respectivamente. Esto contribuyó a la resolución de la crisis. Desafortunadamente, las Fuerzas de Apoyo Rápido se negaron a permitir que los proveedores de servicios de internet restauraran los servicios de telecomunicación en los estados de Khartoum y al-Gezira, donde el servicio continuaba interrumpido al 20 de agosto.

En Omdurman, ciudad infraurbana en Jartum controlada por Ejército de la República de Sudán, el restablecimiento del servicio se demoró en principio por deficiencias tecnológicas. Luego, el Ejército de la República de Sudán ofreció internet gratis a través del satélite Starlink en algunas zonas de Omdurman, lo que permitió que los ciudadanos continuaran con sus ocupaciones.

Fuerzas de Apoyo Rápido aprovechan Starlink en zonas de guerra

Se denunció que las Fuerzas de Apoyo Rápido aprovechan de Starlink para ofrecer acceso a internet a cambio de ganancias en zonas no controladas. Se desconoce el número exacto de dispositivos Starlink en estas zonas, que incluyen el estado de al-Gezirat, excepto por la localidad de Almanagil, y al estado de Jartum, con excepción de algunas partes de la localidad de Omdurman. Además, están presentes las regiones sur, este, oeste y en el centro del estado de Dafur. El precio por una hora de conexión supera las 3000 libras sudanesas, aproximadamente 2,50 dólares. Algunos informes mencionan que el costo de una hora de conexión puede alcanzar los seis dólares en algunas zonas.

Asimismo, en febrero de 2024, el director ejecutivo de la ciudad de al-Genina City impuso «tarifas de uso» para quienes utilizan Starlink con fines comerciales. Estas tarifas se fijaron en 150 000 libras sudanesas anuales, alrededor de cien dólares.

Bloquear las telecomunicaciones para cortar los ingresos

Aunque ambos bandos en la guerra de Sudán está utilizando internet para ganar dinero, ambos buscan activamente bloquear el acceso del otro bando a sus recursos financieros, que incluyen a la telecomunicación.

Ahmed Ben Omer, reconocido economista sudanés, declaró en una entrevista vía WhatAapp para Global Voices que «el bloqueo de las Fuerzas de Apoyo Rápido de las telecomunicaciones tenía como objetivo interrumpir la recaudación de impuestos que financian al Gobierno y a las Fuerzas Armadas Sudanesas». Sin embargo, para 2018, la industria de las telecomunicaciones conformaba el 14% de la economía de Sudán, con un valor impositivo del 40% junto a otros impuestos comerciales.

The Wall Street Journal afirmó que las Fuerzas Armadas Sudanesas pidieron a una proveedora de servicios de internet que dejara de prestar servicios en las zonas controladas por las Fuerzas de Apoyo Rápido, lo que demuestra el profundo impacto de la guerra sobre la infraestructura. Es importante destacar que Starlink no está regulado en Sudán. Sin embargo, las Fuerzas Armadas Sudanesas utilizaron la Autoridad de Regulación Postal y de Telecomunicaciones para bloquear cualquier importación de dispositivos Starlink a Sudán. Esta decisión fue tomada antes del bloqueo de internet de la Fuerzas de Apoyo Rápido.

El papel estratégico de Starlink en zonas de conflicto

SpaceX, proveedor de internet satelital con sede en Estados Unidos, se ha convertido en el principal proveedor de internet en zonas controladas por las Fuerzas de Apoyo Rápido. También se utiliza en zonas que están controladas por las Fuerzas Armadas Sudanesas y sufren cortes en la cobertura de internet, como las del sector minero. En general, la utilidad de Starlink se extiende más allá de Sudán, ofrece servicios esenciales en muchos epicentros afectados por el conflicto armado.

Por ejemplo, el Ejército ruso utiliza Starlink en las líneas del conflicto con Ucrania. En Líbano,  el Gobierno llegó a un acuerdo con Starlink para asegurar la conectividad de emergencia en caso de que ocurra una catástrofe en la infraestructura de las tecnologías de la información y comunicación del país por el actual conflicto entre Israel y Líbano. De forma similar, se utiliza en Yemen, un país en conflicto hace diez años.

A pesar de sus beneficios, el uso extendido de Starlink en escenarios tan sensibles presenta complicaciones éticas. SpaceX debe equilibrar su apoyo por los derechos humanos con su potencial uso equivocado en actividades criminales y situaciones de crisis. SpaceX debe implementar medidas de seguridad sólidas que impidan que su tecnología pueda utilizarse en actos ilegales que violen derechos humanos, aunque no sea de forma intencional.

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