El problema de la escasez de agua en Azerbaiyán ha sido causa de preocupación desde hace muchos años. Sin embargo, a pesar de las promesas del Estado de abordar el problema, la escasez continúa por falta de infraestructura adecuada, como tratamiento de aguas residuales y gestión de las instalaciones, falta de conocimiento público de cómo utilizar el agua y lo que se suma que la crisis climática provoca gran presión sobre los recursos. También falta supervisión a la gestión del agua y su distribución, como resultado de la corrupción. A mediados de 2024, la creciente escasez de agua destacó que las pasadas promesas del Gobierno para encontrar una solución no han resultado.
Fuentes de agua
Los ríos Kura y Araxes son dos de las fuentes de agua más vitales del país, y proveen el 78% del suministro de agua del país. En 2013, el Estado inauguró el Complejo de Desalinización del Agua del mar Caspio, para desalinizar el agua del mar Caspio para abordar los problemas de escasez de agua.
En marzo de 2023, el Gobierno estableció la Agencia Estatal de Recursos Hídricos de Azerbaiyán, organismo público a cargo de las regulaciones y políticas del agua. Sin embargo, existen otras instituciones estatales involucradas en la gestión del agua, como la Comisión Nacional de Agua, fundada en 2020, El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales, la empresa Azerenergy Open Joint Stock (OJSC) y Azercosmos OJSC, que depende de la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán y el Ministerio de Desarrollo Digital y Transporte, entre otros, según el Infome del Banco Mundial de agosto de 2024.
Azerbaiyán tiene un código de aguas aprobado en 1997, modificado en diciembre de 2021, que “fija las bases legales para los diferentes aspectos de gobernabilidad del agua en el país”. El país también está trabajando en crear una política nacional de aguas, de acuerdo con el informe de Evaluación de Seguridad Hídrica General del Banco Mundial.
Sin embargo, los expertos indican que muchas de las medidas existentes son insuficientes. En una conversación con radio Azadliq, el economista Rovshan Agayev indicó que, a pesar de que a la Agencia Estatal de Recursos Hídricos de Azerbaiyán se le ha conferido muchos poderes, como extracción, procesamiento, transporte y suministro, se debería hacer lo contrario. Centralizar toda la mejora y la red de agua potable en una sola institución es de poca ayuda. En vez de eso, las responsabilidades deberían dividirse entre las instituciones estatales relevantes. En una entrevista en abril de 2023, Agayev explica que el Ministerio de Agricultura debería estar a cargo de comprar agua y transferirla a los granjeros. El suministro de agua potable a la población debería estar a cargo de los municipios o de inversionistas privados sobre una base determinada.
Mientras los expertos expresan su preocupación por las tardías medidas del Estado para abordar el problema de la escasez de agua en el país, es la población local, en particular quienes viven en las aldeas y los agricultores, quienes pagan un precio alto.
En agosto, Meydan TV informó sobre la escasez de agua en la región de Zaqatalael, al norte de Azerbaiyán, causada como resultado de infraestructuras antiguas. Los lugareños indicaron a la plataforma de noticias, que, a pesar de sus reclamos, los problemas de accesibilidad no han sido resueltos. Un lugareño dijo a Meydan TV que las dos aldeas más grandes de la región han sufrido por la sequía por años. El reclamo es que los funcionarios les dijeron que la red de agua debía renovarse, pero no les dijeron quién debería renovar esta red o por qué se ha retrasado el proceso. De acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial, “en la mayoría de las pequeñas ciudades y zonas rurales, falta acceso a servicios operados profesionalmente”.
En 2o23, los habitantes de Saatli sintieron que no les dieron más opción que hacer una protesta para reclamar por sus problemas con la escasez de agua después de que fallaron numerosos intentos de conversar con los funcionarios y con las instituciones estatales pertinentes. En respuesta, el Gobierno no aceptó sus quejas sobre los problemas con el acceso al agua, al contrario, les dispararon balas de goma a los pobladores para acallar sus voces.
Los residentes de Bakú, capital de Azerbaiyán, también se han quejado de la escasez de agua en verano. En agosto, muchos distritos en al capital estuvieron sin agua por semanas. Según una declaración oficial, la falta de agua fue por trabajos de reparación en una de las tuberías principales que lleva agua a la capital. A los lugareños no les informaron de estos trabajos de reparación, del corte de agua ni cuánto durarían.
Una población urbana en crecimiento
De acuerdo con un comentario de la viceministra de Ecología y Recursos Naturales, Umayra Taghiyeva, durante la Exposición y Conferencia Internacional sobre Gestión del Agua, “Semana del Agua de Bakú”, en marzo de 2024, “en la actualidad, el problema de escasez de agua en nuestro país no lo siente tanto la población urbana”. Emitió esta declaración en marzo, antes del calor abrasador de verano, que volvió a plantear el problema del acceso
Mientras que la anticuada infraestructura podría ser una de las razones detrás de la escasez de agua, como la que hubo en Zaqatala, la gestión y la falta de transparencia sobre las instituciones a cargo de la gestión, distribución y políticas de agua, ,generan estos problemas de escasez en las grandes ciudades y en todo el país. Por no mencionar que número de población urbana ha crecido como resultado de la migración interna. Según un reciente estudio del Centro de Investigación de Bakú, que indica un aumento significativo en la población urbana del país en las últimas dos décadas, el porcentaje de población urbana ha aumentado de 52,2% a 54,5%. La población total del país, según el censo de 2022, es de 10,32 millones.
En 2020, el presidente Ilham Aliyev prometió abordar el creciente problema de escasez de agua del país en una reunión de Gobierno. El presidente mencionó en su momento, “de ahora en adelante, el agua potable y los proyectos de riego estarán en nuestra agenda como los asuntos más importantes. La meta principal de la reunión de hoy es eliminar los errores y defectos existentes en este rubro en los próximos años”. Ese mismo año, el presidente firmó un plan de acción para asegurar el uso correcto de los recursos hídricos entre 2020 y 2022. Avanzamos hasta el día de hoy y el problema, exacerbado por la agricultura excesiva, el gran número de embalses, la sequía, la contaminación y la crónica mala gestión, está lejos de haberse resuelto.