En julio de 2023, la ciudad de Bahir Dar en la región de Amhara, Etiopía quedó impactada tras la brutal violación y asesinato de una niña de siete años llamada Heaven. La tragedia enturbió a la comunidad, y el perpetrador —el arrendador de la madre— fue sentenciado a 25 años de prisión sin la oportunidad de libertad condicional. Casi un año después, luego de que el condenado buscó apelar la sentencia, la madre de la víctima, Abekyelesh Adeba, acudió a YouTube para contar la dolorosa historia de la muerte de su hija.
Este crimen ocurrido en una región agobiada por tensiones étnicas en aumento. Entre 2020 y 2022, Etiopía estuvo envuelta en un conflicto brutal entre el Gobierno federal y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, sus siglas en inglés). La guerra produjo un extenso sufrimiento y desplazamiento, lo que intensificó el continuo odio entre las comunidades amhara y tigray — grupos vecinos con un historial complicado y muchas veces problemático.
Tras el conflicto, la región ha continuado luchando con una rebelión armada, con algunos líderes políticos amhara que acusan al Gobierno federal de atacar a su gente de forma deliberada.
Estas crecientes tensiones se han adentrado en el mundo digital cada vez más, donde líderes e influenciadores dentro y fuera de la región difunden contenido gráfico y diálogos provocativos en las redes sociales con frecuencia.
En este ambiente inestable, el emotivo testimonio de la madre se volvió viral rápidamente en las plataformas de redes sociales de Etiopía, y provocó amplia furia. La etiqueta #JusticeforHeaven [justicia para Heaven], en memoria de la víctima, pronto juntó millones de vistas en TikTok.
Estos videos, que muestran a usuarios que expresaban su enojo por el crimen y exigían justicia por Heaven, se volvieron punto de conversaciones en línea. Muchas personas estaban furiosas por el intento del criminal de apelar su condena, criticaban el proceso judicial y señalaban errores percibidos en el caso.
La situación captó más atención cuando la rapera estadounidense Cardi B pidió a sus seguidores de X que firmaran una petición en Change.org para exigir justicia.
SIGN! https://t.co/rcxZPvReKV
— Cardi B (@iamcardib) August 27, 2024
Tan desgarrador.💔
Por favor, firma esta petición para hacer justicia a Heaven y su familia, y si se puedes, dona también.
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¡FIRMEN!
Aún así, las respuestas en línea no fueron uniformes. Algunos cuestionaron la autenticidad de la cuenta de la madre, Abekyelesh Adeba, insinuaban que era parte de una conspiración para distraer a los amhara de su constante lucha contra el Gobierno federal de Etiopía. Una de las voces más sobresalientes que generó dudas sobre la historia de Adeba era «Mota Keraniyo», usuario de TikTok de Estados Unidos. El día después de su testimonio, Mota publicó videos incitadores repletos de discursos de nacionalismo amhara, que atacaban a la víctima y la madre.
En un giro desconcertante, incluso aseguró que la madre merecía ser violada porque el padre de su hija es del pueblo tigray.
Como respuesta hacia las provocadoras declaraciones, una réplica colectiva surgió en TikTok, entre Etiopía y las comunidades del extranjero. Mientras las tensiones aumentaban, muchos usuarios de TikTok, motivados por prolongadas criticas contra Mota, organizaron campañas de noticias coordinadas y tuvieron reuniones en línea que captaron miles de participantes.
El ambiente estaba marcado por enojo y frustración porque los usuarios buscan eliminar el contenido de la plataforma de Mota.
A pesar de los muchos esfuerzos por reportar su contenido, los resultados fueron efectivos en parte.
Aunque TikTok informó haber quitado algunas de las publicaciones más extremas de Mota, él alcanzó los 420 900 de seguidores. En un video a forma de respuesta, se disculpó por sus anteriores declaraciones acerca de la niña Heaven Awot, y destacó que las acciones de la gente en su contra son un intentó de silenciar su apoyo hacia la comunidad amhara.
Pidió a sus seguidores que los apoyaran y se suscribieran a su cuenta e interactuaran con su contenido. Luego, cambió el planteamiento, y promovió violencia contra el perpetrador, sus familiares y quien esté asociado con él, incluido su abogado.
El algoritmo de TikTok, diseñado para amplificar el contenido que llama la atención —ya sea positivo o negativo— propulsó aún más las violentas declaraciones de Mota, y las extendió a través de la plataforma.
Su mensaje se extendió más allá de TikTok rápidamente, apareció en otras redes sociales como YouTube, Facebook, X (antes Twitter) y Telegram, e incluso llegó a podcasts, programas de radio y televisión. Junto a esto, hubo videos generados por IA que aparentaban ser informes de noticias, que declaraban que las autoridades estaban investigando al perpetrador y a Mota, así también como a otros que esparcieran conspiraciones. Algunos usuarios aceptaron estos videos generados con IA como reales, y creían que su activismo en línea había generado justicia con éxito.
A pesar de la política de TikTok de prohibir el contenido generado por IA que muestre a personas menores de 18 años —reales o ficticias— los videos que presentaban parecidos a la víctima, Heaven Awot, aumentaron a través de TikTok y otras plataformas sin ser eliminados, lo que claramente viola el reglamento de la plataforma. Durante la aparición de este contenido, TikTok no ejerció demasiada moderación.
La retórica de Mota no existía en solitario. Otras personas dentro y fuera de Etiopía lo imitaron, esparcieron información falsa y conspiraciones. Una de esas personas fue Bethlehem Dagnachew, excantante que vive en Suiza, que mezcló un discurso nacionalista con falsas declaraciones sobre el incidente. Su campaña de desinformación continuó hasta que la presión del público la forzó a retractarse de sus declaraciones y enviar declaraciones a la madre de la víctima.
En Adís Abeba, la capital de Etiopía, otro usuario de TikTok que negó la autenticidad del crimen e insultó a la víctima fue violentamente atacado por lugareños, que lo obligaron a publicar una disculpa.
La extensión del violento mensaje de Mota, las acciones de sus seguidores y el aumento de videos falsos generados con IA puso en evidencia un problema más extenso: la rápida metástasis de contenido peligroso en idiomas africanos a través de las plataformas de redes sociales. A pesar de los años de esfuerzo de los medios, los académicos y de las propias empresas de redes sociales para combatir el problema, este contenido se ha vuelto más notorio y se ha difundido más que nunca, lo que representa un gran desafío para la moderación de contenido y la responsabilidad de las plataformas con los idiomas de bajos recursos en África Subsahariana.