¿Qué vieron testigos de mesa del chavismo en las elecciones presidenciales de Venezuela?

Ilustración por La Vida de Nos. Usada con permiso.

Este artículo fue publicado por La Vida de Nos el 25 de agosto. Una versión editada es republicada en Global Voices gracias a un acuerdo entre los medios. La investigación fue llevada a cabo gracias a La Hora de Venezuela y Venezuela Vota, una alianza entre 14 medios independientes venezolanos y regionales para cubrir la crisis electoral venezolana. 

Para las presidenciales del 28 de julio en Venezuela se habilitaron 30 mil 26 mesas de votación, en las que había, por cada una, un presidente, un operador del sistema integrado, un secretario, un miembro principal y testigos de los distintos partidos. Es decir: hubo miles de personas que vieron y firmaron las actas de escrutinio.

Casi un mes después, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha publicado los resultados mesa por mesa, ni hizo las auditorías previstas luego de las votaciones. A pocas horas de cerrar las mesas, proclamó a Nicolás Maduro como ganador, y esto fue convalidado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en una sentencia de este jueves 22 de agosto. El TSJ abrió la puerta para que sean juzgados los responsables de la publicación de las actas recogidas por los testigos opositores, en un portal web donde puede verse que, con 25 mil 73 actas digitalizadas (83,5 por ciento), Edmundo González ganó con un 67 por ciento a su favor.

La noche del domingo de las elecciones presidenciales en Venezuela, cientos de miles de personas vieron las actas de escrutinio que imprimieron las máquinas electorales que daban como ganador a Edmundo González Urrutia. Y los testigos de la oposición no fueron los únicos que se quedaron con las copias que serían la evidencia del fraude electoral más grande de la historia del país.

Entre un resultado y otro hay un eslabón perdido: el de los testigos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus partidos aliados, que también quedaron con copias de las actas en su poder.

Dos mujeres, una testigo del PSUV, el partido oficialista, y una jefa de comunidad también de las filas chavistas, cuentan lo que vivieron ese día en las mesas electorales. Las llamaremos Karla y María Eugenia.

‘Soy chavista, pero no tramposa’

Karla extiende el brazo y muestra un acta de escrutinio de la elección presidencial.

Este es el 5to proceso electoral en el que trabajo como testigo por el PSUV. Estoy inscrita como militante y soy vocera de la UBCh (Unidad de Batalla Bolívar Chávez) en mi zona.

Creía que estas elecciones no iban a ser distintas a otras. Que el chavismo iba a ganar, a celebrar y que harían la auditoría. Pero no fue así.

Después del mediodía se convirtió en una jornada con una tensión rara. En mi centro ganó Nicolás Maduro por poco. Pero en La Guaira nos arropó la oposición. Los otros testigos del PSUV pasaban los números por el grupo de WhatsApp y no lo creíamos.

Y luego, el CNE anuncia en su primer boletín que Maduro se impuso de manera “irreversible” con 51 por ciento de los votos.

¿Cómo ganamos? ¿Si aquí en La Guaira siempre gana el chavismo, cómo esta vez no fue así? ¿Por qué, si ganamos, me siento tan triste? ¿Por qué no hubo ni una lucecita o celebración? ¿Por qué, si ganamos, borraron las evidencias del WhatsApp y nos prohibieron, a los testigos, hablar de la jornada electoral?

En las semanas previas a la elección, Karla asistió a reuniones con la directiva regional del PSUV, donde les advirtieron de supuestos “planes desestabilizadores de la oposición”. Les dijeron que debían cuidar los votos del presidente Maduro; que la oposición tenía un plan para que no cuadraran los votos.

En la tarde del domingo de la elección, la coordinadora de su centro, en el litoral central, les dijo que, “por órdenes de arriba”, solo iban a imprimir un acta por mesa. Que no habría acta para los testigos. Karla se opuso porque en el partido no le habían dicho eso.

Yo quería mi acta y que le dieran una al chico de la oposición. Porque yo soy chavista, pero no tramposa.

Yo no quiero vivir en una dictadura, así sea militante del PSUV. Yo puedo ser del PSUV, pero no me parece que no se respeten los votos de quienes fueron a votar. Aquí saben que yo fui testigo y por eso mis vecinos me ven raro, como si hubiese hecho algo malo. Por eso, ya no quiero ni tener el acta en la casa, porque nadie del PSUV ha venido a pedirla. Si esto es una prueba de la trampa de la oposición, si de verdad se hizo el fulano hackeo, ¿por qué no buscan a quienes fuimos testigos para aclarar esto de una vez?

‘Era como si la gente sabía por quién votar’

María Eugenia vive en las afueras de Ciudad Bolívar, en el sur de Venezuela. A las calles del asentamiento campesino donde vive María Eugenia no ha llegado el asfalto. Tampoco el transporte público. Y la señal de la telefonía celular es muy intermitente.

Justo en Barinas, el estado llanero, fue que comenzó su acercamiento con el chavismo; justo en la cuna de Hugo Chávez.

Se hizo chavista. Y sigue siéndolo. Pero no es madurista —se apura en aclarar, segura de que hay una diferencia entre una cosa y otra.

Era una líder comprometida con el trabajo social. Entonces la postularon como jefa de comunidad. En la estructura chavista de base, ese rol sirve de bisagra entre la política, encarnada por el jefe de la UBCh (cuyo fin, de acuerdo a los estatutos del PSUV es la “defensa de la revolución”), y los líderes de calle.

Ilustración por La Vida de Nos. Usada con permiso.

A María Eugenia le indicaron el cupo de votantes que debía asegurar para el PSUV: mínimo 90. La suya es una comunidad de unos 300 habitantes, con poco más de la mitad habilitados para votar. Ella lo hizo a su modo:

No dejes que otro vote por ti. Si quieres que las cosas mejoren tienes que votar… No, no les decía que votaran por Maduro: solo que debían votar y hacer lo que les dictara su conciencia. Pero la gente se movió sola. No hubo que ir a buscarlos a sus casas como en todas las elecciones. La gente fue a votar porque quiso. Era como si la gente sabía por quién votar.

Y esto no fue lo único inusual del domingo 28 de julio.

Fueron unas elecciones traumáticas. Todo el día hubo tensión. Por el chat nos decían que debíamos estar atentos, que podía haber problemas, que los opositores iban a mandar motorizados a asustarnos, que podían cortar la luz. Yo digo que era como una presión. Sentía que nos estaban aterrorizando sin razón. En nuestra comunidad nunca nos hemos peleado por política.

Ella no llegó a ver el acta de escrutinio de su mesa porque se fue a su casa antes de que la imprimieran. Tampoco se ha interesado en verla. En la comunidad dicen que Maduro ganó por poquísimos votos.

La gente sabía lo que quería… Yo sabía lo que quería: por eso, tengo que confesarlo, yo voté por Edmundo González. Y no pierdo la esperanza, como muchos en mi comunidad, en que se haga justicia.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.