Este informe de Han Tse se publicó en Hong Kong Free Press el 8 de septiembre de 2024. Esta versión editada se publica como parte de un acuerdo de asociación de contenidos.
En una sentencia histórica, un juez de Hong Kong declaró que el medio independiente en línea Stand News se había convertido en una herramienta para difamar y vilipendiar a las autoridades de Pekín y de la ciudad durante las protestas y disturbios de 2019.
El 29 de agosto de 2024, el Tribunal de Distrito declaró a los exredactores de Stand News Chung Pui-kuen y Patrick Lam y a la empresa matriz del medio, Best Pencil, culpables de «conspiración para publicar y reproducir material sedicioso«. Se trata de la primera condena de este tipo contra periodistas desde que Hong Kong volvió al dominio chino, en 1997.
En su sentencia, de 127 páginas en chino, el juez Kwok Wai-kin expuso las razones por las que consideraba sediciosos once artículos publicados por el desaparecido medio y por las que otros seis presentados por la acusación no habían sido probados como tales. También explicó por qué consideró que el argumento de que esos artículos eran solo una parte de toda la cobertura de Stand News no constituía una justificación.
Kwok escribió que durante las protestas de 2019,
The line [Stand News] took was to support and promote Hong Kong local autonomy. It even became a tool to smear and vilify the Central Authorities and the [Hong Kong] Government.
La línea que siguió [Stand News] fue apoyar y promover la autonomía local de Hong Kong. Incluso se convirtió en una herramienta para difamar y vilipendiar a las autoridades centrales y al Gobierno [de Hong Kong].
Entre los artículos considerados sediciosos, nueve eran artículos de opinión que criticaban al Gobierno y una ley de seguridad nacional impuesta por Pekín tras las protestas de 2019.
El juez dijo que los comentarios crearon un «daño potencial» a la seguridad nacional a la luz de la atmósfera política «extremadamente acalorada» y el descontento generalizado con las autoridades en ese entonces.
Los artículos de opinión como esos ya no existen en Hong Kong «porque la gente ya se ha autocensurado», dijo Francis Lee, académico de medios de la Universidad China de Hong Kong (CUHK).
En consecuencia, la sentencia puede no tener un impacto inmediato en el funcionamiento de los medios de la ciudad, dijo Lee a HKFP por teléfono. Sin embargo, la sentencia plantea más preguntas que respuestas.
The common understanding of Hong Kong journalists is that if society and the people have really strong grievances, then the role of the media is to reflect those grievances. [The intention is] not to trigger them to action, not to further fan the flames. […] But the judge obviously had a very different logic in the verdict.
Los periodistas de Hong Kong entienden que si la sociedad y la gente tienen quejas muy fuertes, el papel de los medios es reflejarlas. [La intención es] no incitarles a la acción, no avivar más las llamas. […] Pero el juez, obviamente, tenía una lógica muy diferente en el veredicto.
‘Explotar una revista de pólvora’
Kwok, uno de los jueces elegidos por el dirigente de la ciudad para juzgar casos de seguridad nacional, dictaminó que se podía declarar culpable de sedición a quien no tuviera en cuenta las consecuencias de publicar material sedicioso.
Reconoció que revocaba una sentencia anterior dictada en otro caso de sedición contra cinco logopedas por una serie de libros infantiles. En esa sentencia, Kwok dijo que el delito debe implicar incitar intencionadamente a otros.
Citando una guía sobre derechos humanos elaborada por el Consejo de Europa, el juez dijo que los trabajadores de los medios deben actuar «de buena fe y sobre una base factual exacta y dar información ‘fiable y precisa’ de acuerdo con la ética del periodismo».
Al mismo tiempo, rebatió la defensa que hizo Chung de su decisión de publicar diversos puntos de vista con el «mercado de las ideas», y afirmó que ese mercado puede verse distorsionado por la palabra, la propaganda y la desinformación.
Kwok dijo que el delito de sedición debe considerarse a la luz de las «circunstancias circundantes», como si era un momento en el que «una chispa hará explotar un polvorín», frase que tomó prestada de una sentencia británica de 1909 en un caso de difamación sediciosa.
Citando cifras de encuestas de opinión publicadas por universidades locales, Kwok dijo que alrededor del 60% de los habitantes habían desconfiado del Gobierno desde los primeros días de las protestas de 2019, desencadenadas por un proyecto de ley de extradición posteriormente retirado. A medida que se desarrollaban las protestas, dijo el juez, los manifestantes se habían vuelto más radicales y antigubernamentales, mientras que el grupo localista había crecido en fuerza y tamaño.
Desde el comienzo de los disturbios, «no pocos manifestantes» habían optado por medios violentos para conseguir sus reivindicaciones políticas, afirmó.
Basándose en una encuesta realizada por la CUHK, Kwok señaló que el público en general se había mostrado solidario con los manifestantes incluso cuando algunos habían intensificado la violencia.
Calificó a los manifestantes violentos de «desenfrenados» en su momento por el apoyo que recibieron de partidos políticos y residentes.
El «bando de la resistencia» obtuvo una victoria aplastante en las elecciones al consejo de distrito de ese año, a pesar de incidentes violentos como los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en la CUHK y la Politécnica de Hong Kong, así como un hombre que se prendió en llamas y la muerte de otro por un ladrillo que cayó, afirmó.
Kwok escribió en la sentencia,
Stance came first, and goals were prioritized without considering the means. I am certain that the age of populism descended on Hong Kong at that time.
La postura era lo primero, y los objetivos se priorizaban sin tener en cuenta los medios. Estoy seguro de que la era del populismo llegó a Hong Kong en aquel momento.
El juez también rechazó la afirmación de la defensa de que la sociedad había vuelto a la normalidad tras la entrada en vigor de la ley de seguridad en junio de 2020.
Afirmó que había surgido el «círculo de la economía amarilla», una alianza informal de tiendas y empresas prodemocráticas de la ciudad, y que más de 610 000 personas habían votado en unas elecciones primarias en julio de 2020, a pesar de que las autoridades habían advertido de posibles infracciones de la ley de seguridad.
Kwok citó sucesos como el hombre que apuñaló a un policía y que luego se suicidó en julio de 2021, una moción de elogio del atentado aprobada por el sindicato de estudiantes de la Universidad de Hong Kong y la detención de adolescentes por el plan de un atentado. Todo demostró el descontento popular tras la aparente calma de la sociedad, afirmó.
Durante el periodo de infracción de Stand News, entre julio de 2020 y diciembre de 2021, las encuestas de opinión mostraban que entre dos y cuatro millones de habitantes del total de 7,5 millones de la ciudad desconfiaban de Pekín, dijo Kwok, y añadió que las encuestas habían revelado que Stand News era el medio de noticias en línea más creíble de la ciudad.
El juez concluyó que Stand News tuvo una «enorme influencia» desde 2019 hasta su cierre en diciembre de 2021, y que el nivel de desconfianza de las personas hacia Pekín seguía siendo alto en ese momento..
Once artículos sediciosos
Kwok dictaminó que 11 de los 17 artículos presentados por la fiscalía tenían intención sediciosa.
Consideró sediciosos los nueve comentarios señalados por la fiscalía, incluidos cuatro escritos por el veterano periodista Allan Au.
El juez dijo que los artículos de Au habían causado un daño potencial a la seguridad nacional, en un contexto de agitación social e inestabilidad de la opinión pública.
Por ejemplo, Kwok dijo que Au no había dado «ninguna base objetiva2 en su crítica a la ley de seguridad impuesta por Pekín. En el artículo, Au describía la ley como una concesión a las autoridades de un «poder ilimitado».
El juez dijo:
The whole [commentary]’s allegations against the national security law had no substantial basis other than complaints. He didn’t even point out if there were any unusual articles in the security law as compared to legislation in other countries.
Todas las acusaciones [del comentario] contra la ley de seguridad nacional no tenían más base sustancial que las quejas. Ni siquiera señaló si había algún artículo inusual en la ley de seguridad en comparación con la legislación de otros países.
Otros tres artículos escritos por el exlegislador Nathan Law, actualmente en el extranjero y buscado por la policía de seguridad nacional, también contenían acusaciones infundadas sobre la ley de seguridad.
Law afirmaba también en uno de los artículos que los manifestantes habían sido objeto de «represión si razón» y que algunos habían desaparecido o habían sido agredidos.
Kwok afirmó que las afirmaciones de Law carecían de fundamento y que el exlegislador pretendía incitar al odio y al sentir antigubernamental mediante la desinformación, que fomenta una resistencia prolongada contra el Gobierno.
También se consideraron sediciosos un perfil de la activista Gwyneth Ho, detenida desde entonces, y un reportaje sobre los enfrentamientos en la CUHK.
En la entrevista, Ho, exreportera de Stand News, se explayó sobre sus ideas políticas de «destrucción mutua» con el Partido Comunista Chino y llamó a seguir resistiendo mientras hacía campaña para las elecciones primarias de julio de 2020.
Kwok dijo que el artículo induciría una «fuerte enemistad» entre los lectores contra Pekín y el Gobierno de la ciudad y cuestionaría su legitimidad.
El juez también dijo que el artículo de fondo sobre los enfrentamientos en la CUHK incluía críticas infundadas de dos entrevistados anónimos que decían ser exalumnos, que afirmaban que las operaciones policiales habían dañado la libertad académica en la institución.
Además, Kwok consideró que un video insertado en el reportaje con lemas y elementos visuales de las protestas pretendía «reavivar la resistencia violenta que se había enfriado».
En cuanto a los otros seis artículos, el juez dijo que no había pruebas suficientes para sugerir que eran sediciosos.
Por ejemplo, en una entrevista con Owen Chow, Kwok dijo que el activista ahora encarcelado había pasado más tiempo en la entrevista quejándose del bando pandemócrata que del Gobierno.
Un artículo en el que se citaban las críticas del activista encarcelado Chow Hang-tung a la «represión de los sistemas democráticos» por parte del Partido Comunista se consideraba un reportaje legítimo.
‘Debatible’
Lee, de la CUHK, dijo que el juez había dirigido su mirada a los comentarios, y que la información periodística no era el objeto de la sentencia. Y añadió;
The judge is basically trying to say, some of the claims made in those [commentary] articles are groundless. […] But if we actually look closely, are those claims really groundless? It's debatable, to say the least.
El juez trata básicamente de decir que algunas de las afirmaciones que se hacen en esos artículos [de opinión] carecen de fundamento. […] Pero si nos fijamos bien, ¿son realmente infundadas? Es como mínimo discutible.
Lee dijo que la redacción de opiniones -por su propia naturaleza- implicaría interpretación e inferencia:
It’s natural, and almost necessary and inevitable, that the commentator will try to interpret, elaborate, and make inferences based on those facts. Whenever we read a commentary article, we can argue whether this is an over-interpretation. But an over-interpretation does not mean being groundless.
Es natural, y casi necesario e inevitable, que el comentarista intente interpretar, elaborar y hacer inferencias a partir de esos hechos. Siempre que leemos un artículo de comentario, podemos discutir si se trata de una sobreinterpretación. Pero una sobreinterpretación no significa ser infundada.
Según el académico, los comentarios «contundentes» que critican al Gobierno son los que corren más riesgo de infringir la ley, según el razonamiento de Kwok.
También señaló que la sentencia de Kwok se había esforzado mucho por establecer la prevalencia del sentir antigubernamental entre los ciudadanos en el momento del delito.
So the logic goes, according to the judgement … if you say something bad, if you say something critical about the government, or if you spread some misinformation, the public will easily believe it [and] be triggered. But, from the point of view of media workers, they are merely reporting on social sentiment. It can’t be the case that when the whole of society is negative, then you deliberately say something positive. That’s not common sense, at least to journalists in Hong Kong.
Así que la lógica es, según la sentencia… si dices algo malo, si dices algo crítico sobre el Gobierno, o si difundes alguna desinformación, el público lo creerá fácilmente [y] se desbandará. Pero, desde el punto de vista de los trabajadores de los medios, se limitan a informar sobre el sentimiento social. No puede ser que, cuando toda la sociedad es negativa, se diga deliberadamente algo positivo. Eso no es de sentido común, al menos para los periodistas de Hong Kong.
Lee dijo también que la desestimación por Kwok del argumento de la defensa de que los artículos en cuestión era solo un fragmento de la cobertura global de Stand News demostraba otra divergencia entre el juez y la forma de pensar de los periodistas.
Un periodista puede adoptar un enfoque «integral» y ofrecer diversos puntos de vista, lo que significa incluir diferentes opiniones en el conjunto de la cobertura, y dijo:
So that among all the content you provide, there is a degree of diversity. It’s not to say that every single article has to be internally diverse.
De modo que entre todo el contenido que dé, haya cierto grado de diversidad. No quiere decir que cada artículo tenga que ser internamente diverso.
.Al leer la sentencia de Kwok, los periodistas pueden seguir encontrando ambigua la «línea roja» legal, según el académico.
El análisis en los casos de sedición puede diferir de un caso a otro, dijo Lee, em referencia al propio ajuste de Kwok entre su sentencia anterior en el caso de los terapeutas de la palabra y la actual.
El comentarista jurídico Edward Wong dijo que la revocación de Kwok de su sentencia anterior era una acción inusual, aunque los tribunales de distrito no eran técnicamente vinculantes en otros casos. Wong declaró a HKFP en cantonés,
In principle, a court of the same level should follow previous rulings, unless there are good reasons to hold that previous decisions were wrong.
En principio, un tribunal del mismo nivel debe seguir las sentencias anteriores, a menos que haya buenas razones para considerar que las decisiones anteriores eran erróneas.
La inclusión de la imprudencia temeraria por las consecuencias de sus actos como delito de sedición ha «ampliado la base para una condena penal», dijo Wong, lo que significa que los fiscales no tienen que demostrar necesariamente la intención del acusado.
Esto tendría implicaciones para editores y reporteros, ya que podrían ser considerados imprudentes cuando publicaran comentarios considerados ofensivos por las autoridades, añadió.