Roy Cape, venerado saxofonista trinitense que dio trasfondo musical a artistas regionales por generaciones, falleció el jueves 5 de septiembre a los 82 años, y deja a la fraternidad de la música soca y calipso en profundo duelo. Los reportes indican que esa mañana sufrió una apoplejía fatal. Cape había estado con cáncer desde hace muchos años.
En una era donde el término “ícono” puede usarse frívolamente, Cape se ganó ese título a pulso. Sus pares decían que «vivía por la música», sus protegidos recordaron su personalidad magnética. Todos coinciden en que fue realmente un buen hombre, siempre con una sonrisa, siempre te daba la mano, una mano de ayuda:
It's just too sad. You've always been so kind, helpful, and encouraging. I'll miss our chats, your jokes, and your laugh. Your contributions are vast. You did them with excellence & passion. My deepest condolences to your wife and family, RIP #RoyCape #Pappy 🙏🏿. pic.twitter.com/vAcOKzE6y5
— Achsah Gulston (@AGulstonTV6) September 6, 2024
Es muy triste. Siempre has sido muy amable, servicial y alentador. Extrañaré nuestras conversaciones, tus bromas y tu risa. Tus contribuciones son grandes. Las hiciste con excelencia y pasión. Mis más profundas condolencias a tu esposa y tu familia, QEPD
🙏🏿
A Cape se le conocía cariñosamente como «Papi», y era una institución cultural. When Steel Talks, sitio web dedicado a la historia y música con tambores metálicos, escribió; «Si se elimina a Cape de la cronología, su impacto global y significativo a la fecha de la cultura del tambor, el mundo del arte y la música quedarían anulados, y todo lo que existe por esas interacciones nunca habría existido”.
El viaje de Cape hacia la música, especialmente a la música soca y el calipso, comenzó cuando era niño y crecía al este de Puerto España, en donde había muchos tamborileros. La música lo rodeaba y el llamado era fuerte. Tenía 10 años cuando Pancho Benjamín, afinador de la legendaria banda de tambores Renegades, le dio un tambor tenor, pero su madre no permitió que quedárselo.
Se describía como un «joven inquieto» y sus padres no entendían mucho cómo manejarlo, por lo que le dieron dos opciones: ir a vivir con su abuela en Granada o enviarlo al orfanato más cercano en Belmont. Cape, en ese entonces de 123 años, eligió la segunda y estuvo permaneció ahí hasta los 16 años. En esos cuatro años, aprendió música, empezó con clarinete y terminó con el saxofón, porque sus maestros le decían que le daría más oportunidades. Estaban en lo cierto.
En 1969, cuando tocaba con The Mighty Sparrow and the Troubadors en el Queen’s Park Savannah, Cape compartió escenario con la renombrada orquesta de Duke Ellington. Después, mencionó que fue el momento que más lo enorgulleció de su carrera.
Aunque algunos comenzaron a describir a Cape como «el Duke Ellington del calipso», lo cierto era que tenía su propio estilo y siempre fue completamente él, y dejó un sello único en la identidad musical de la región. El sonido de Cape, con sus profundas raíces en el alma del calipso, también se aventuró en géneros como el jazz y el reggae, mezclaba elementos llenos de alma, energéticos y rítmicos, que fueron el motor de las celebraciones del mundialmente famoso carnaval de Trinidad y Tobago.
Sus contribuciones musicales estaban marcadas por sus vibrantes arreglos con instrumentos de viento y ritmos animados y pulsantes, y han sido fundamentales para el desarrollo del soca. Cape también era versátil, pues con la misma facilidad, podía tocar el estilo soca o el de una gran banda. Su habilidad natural de integrar sus raíces calipso tradicionales con influencias de música moderna, lo hacían el acompañante favorito para muchos artistas. Su larga e Ilustre carrera, que abarca más de cinco décadas, lo llevo por todo el mundo.
Como dijo Nigel Campbell, entusiasta de la música, en Instagram, «Roy Cape era más que un músico de escenario, se convirtió en un destacado director de banda, un mentor cuyo nombre se convirtió en sinónimo de desarrollo y difusión del soca por el camino, en festejos y por supuesto en grabaciones. Con todos esos músicos estelares, All Stars, la banda de Roy Cape, siempre garantizaba cumplir con lo prometido”.
Campbell también mencionó que Cape «hizo espacio» para empezar la carrera de muchas otras grandes estrellas del soca, como Destra Garcia y el fallecido Blaxx: «Casi todo cantante de calipso ha cantado con Roy, y posiblemente todo músico de metales de renombre ha tocado con él también. Tenemos con él una deuda tangible de gratitud como músico de sesión por haber llevado el soca y el calipso al mundo. Que su legado perdure por siempre”.
Austin Lyons, veterano del soca y el calipso, apodado Super Blue, admitió que la muerte de su amigo “le afectó demasiado”, mientras Wendell Manwarren, artista de música rapso, agregó, «Muy humilde, amable, cariñoso e inspirador. Muy gentil y a la vez poderoso, preocupado y alentador. Gracias, Papi, por todo lo que le entregaste a la música, tu contribución es inconmensurable y tu impacto resonará por generaciones”.
Su historia era tan cautivadora y su alcance era tan extenso que en 2014, se publicó un libro sobre su vida, con título epónimo, que está catalogado como “parte etnografía, parte biografía y parte historia de la música del Caribe”. Explora el alcance y la reputación de Cape y su ética de trabajo como líder de banda y artista, y su amor por la música de toda la vida.
En Instagram, una estación de radio local describió a Cape como «un verdadero pionero y un hombre que dedicó su vida a edificar nuestra música y cultura”, y destaca que lideró su asombrosa banda The Roy Cape All Stars, y tuvo una generosa mentoría de generaciones de músicos, “cuya influencia se extiende mucho más allá del escenario”.
En 2017. Cape cambió el nombre de la banda por «D All Starz», y comenzó a dedicar su energía a iniciativas filantrópicas con la Fundación Roy Cape, cuya misión es hacer programas sobre la alfabetización musical y ejecución de instrumentos que estén disponibles para cualquiera que esté interesado. Cape era un creyente de que «la educación es el camino para salir de la pobreza”, y su Fundación quería hacer lo posible para que los talentos emergentes tuviesen carreras sostenibles en la música y el teatro.
Fundó la entidad solo un año antes, incentivado por la muerte prematura de dos jóvenes que iban a casa de la escuela en la comunidad de Laventille. Con un amigo, decidió iniciar el programa de educación musical “para involucrar a los Jóvenes en la alegría de aprender música como medio para combatir las amenazas de violencia y otros comportamientos antisociales”.
After fifty-plus years of performing on the calypso and dancehall stages all over the world and here at home in the Caribbean, I felt a sense of giving back to the community in the best way I know; through music.
Después de más de cincuenta años de actuar en escenarios de calipso y dancehall por todo el mundo y aquí en casa, en el Caribe, sentí la necesidad de retribuir a la comunidad de la mejor manera que sé, a través de la música.
En 2004, Cape recibió el premio nacional Hummingbird Medal (oro) y 2011, recibió un doctorado honorario de la Universidad de las Indias Occidentales, a este momento lo llamó uno de los días «más felices y calmados».
Un influenciador recordó a Cape como «alguien que llevaba alegría a un sinnúmero de escenarios en carnavales y fiestas nocturnas, que deja una marca increíble en la cultura y música de nuestras islas». El tributo continúa:
For decades, Roy Cape and his All Stars band set the standard for live soca music, backing some of the greatest voices in the industry. His passion, talent, and humble spirit touched everyone he encountered, both on and off the stage. Rest in peace, Roy Cape. Your music will live on forever. 🎷💔
Por décadas, Roy Cape y su banda All Stars fijaron las normas para la música soca en vivo, y acompañaron a algunas de las grandes voces en la industria. Su pasión, talento y espíritu humilde tocaron a cada persona que se encontraba con él dentro y fuera del escenario. Descansa en paz, Roy Cape. Tu música vivirá por siempre.
🎷💔
El 2023, Cape fue honrado con el primer premio Augustine a la Excelencia entregado por el Festival de cine CaribbeanTales en Toronto, que proyectó el episodio de Roy Cape titulado «Iconografía», documental sobre varias personalidades de la cultura de Trinidad y Tobago.
Siempre quiso que se le recordara como “alguien que, con la bendición de Dios, el creador, contribuyó a hacer del mundo un lugar mejor a través de la música», y el usuario de redes sociales Michelle Benjamin resumió su pérdida: «Roy Cape fue un genio musical y un verdadero titán, cuyos talentos enriquecieron el paisaje cultural no solo de Trinidad y Tobago, sino de todo el Caribe. El legado de su famosa banda «The Roy Cape All Stars» siempre será recordado por ayudar a promocionar la música calipso como una fuerza global. Roy Cape nos puede haber dejado, pero su legado musical vivirá por muchas generaciones».