Ataque masivo a buscapersonas en Líbano suscita preocupación por la ciberguerra y el ciberterrorismo

Captura de vídeo de vigilancia que circula por redes sociales y muestra el momento en que un dispositivo explota en un supermercado.

En un devastador ataque sin precedentes, cientos de buscapersonas detonaron simultáneamente por todo Líbano, y causaron cientos de heridos y la muerte de al menos nueve personas, incluida la niña Fatima Jaafar Abdallah, de 8 años. Este ataque plantea cuestiones sobre el uso de tecnología personal como arma, y desató acusaciones de terrorismo y una peligrosa escalada de la violencia en la región.

El ataque

Aunque Israel no ha reconocido oficialmente su responsabilidad, Hezbolá lo ha acusado de estar tras el ataque. Un funcionario añadió que los dispositivos de comunicación contenían baterías de litio que parecen haber explotado a causa de un sobrecalentamiento, aunque según otros informes, los buscapersonas de un cargamento importado cinco meses antes habrían sido manipulados para introducirles una pequeña carga explosiva.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se distanció del comentario —posteriormente borrado— de su consejero Topaz Luk en X (antes Twitter), que insinuaba la responsabilidad de Tel Aviv en el ataque.

El Gobierno libanés también culpó a Israel, y declaró que «la agresión israelí constituye una seria violación de la soberanía libanesa». Las explosiones mataron a nueve personas, incluida una niña, e hirieron a otras 2750 —incluyendo al embajador iraní—, de las que 200 se encuentran en estado crítico, según informa el Ministerio de Salud del Líbano. Entre los muertos por las explosiones está el hijo del parlamentario de Hezbolá Ali Ammar. En Siria se contabilizaron 10 heridos más.

Hezbolá también anunció que 10 de sus miembros resultaron muertos. De estas muertes, la del hijo del parlamentario y otra persona se atribuyen a las explosiones de los buscapersonas, pero las circunstancias que rodean las otras muertes no están claras. Los ataques con los buscapersonas llegan después de que algunos funcionarios israelíes incrementaron sus amenazas de aumentar la violencia en el frente norte.

La detonación masiva de buscapersonas, dispositivos que habitualmente utiliza Hezbolá, además de profesionales de la medicina y servicios de emergencia, se supone una operación muy sofisticada. Según SMEX, organización de derechos digitales con sede en Beirut, hay tres posibles explicaciones de cómo se llevó a cabo el ataque:

  1. Dispositivos manipulados: los buscapersonas se habían cargado con pequeños aparatos explosivos durante su envío y detonado remotamente.
  2. Baterías sobrecalentadas: la inteligencia israelí podría haber aprovechado una vulnerabilidad de los buscapersonas, que habría causado el sobrecalentamiento y explosión de las baterías.
  3. Activación por radiocontrol: un ataque a la cadena de suministro podría haber permitido manipular los buscapersonas, que después se activaron por radiocontrol, posiblemente desde una estación terrestre o un Sistema Aéreo de Control y Alarma.

Tecnología y guerra

Los buscapersonas se usan por su batería de larga duración y su fiabilidad en zonas con poca cobertura de telefonía. SMEX señala su importancia: «Doctores, enfermeros y servicios de emergencia usan buscapersonas porque funcionan en zonas donde la señal de telefonía móvil es débil, y son esenciales para transmitir información crítica». Pese a su tecnología aparentemente desfasada, los buscapersonas siguen siendo una herramienta vital para los profesionales de diferentes campos.

No obstante, este ataque marca una nueva frontera al emplear tecnología de uso diario para infligir daños masivos. Muchos analistas han expresado su temor a que este incidente abra la puerta a un uso generalizado de este tipo de táctica, lo que pondría en peligro a civiles de todo el mundo.

Marwa Fatafta, del grupo pro derechos digitales Access Now, señaló en X la conexión entre la inteligencia israelí y su pujante industria tecnológica:

El aparente ciberataque masivo de Israel en Líbano que detonó dispositivos celulares/buscapersonas es una grave violación de las leyes internacionales, y abre una peligrosa caja de Pandora. Prácticamente, cualquier persona es una bomba de relojería andante, y no pasará mucho tiempo antes de que otros muchos actores utilicen esta tecnología.
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Nunca debemos infravalorar la inmensa puerta giratoria entre la inteligencia israelí y su industria tecnológica. Lo que comienza como una capacidad ofensiva del Estado, termina a menudo vendido al mejor postor. Estoy segura de que en este momento, muchos Gobiernos están observando el incidente con gran interés.

El comentario de Fatafta alude a la advertencia de Youssef Munayyer, analista político que señaló las amplias implicaciones de este ataque tecnológico:

The apparent Israeli mass cyber attack in Lebanon that detonated cellular devices/pagers is a grave violation of international law and opens a dangerous pandoras box. Almost every human is a walking ticking bomb and it won't be long before this tech will be used by many actors

— Yousef Munayyer (@YousefMunayyer) September 17, 2024

El aparente ciberataque masivo de Israel en Líbano que detonó dispositivos celulares/buscapersonas es una grave violación de las leyes internacionales, y abre una peligrosa caja de Pandora. Prácticamente, cualquier persona es una bomba de relojería andante, y no pasará mucho tiempo antes de que otros muchos actores utilicen esta tecnología.

Acusaciones de terrorismo

El ataque también ha suscitado un debate sobre la ética de la ciberguerra, sobre todo cuando afecta a civiles. Edward Snowden, extrabajador de la Agencia de Seguridad Nacional que reveló programas masivos de vigilancia, recurrió a X para condenar el incidente:

What Israel has just done is, via *any* method, reckless. They blew up countless numbers of people who were driving (meaning cars out of control), shopping (your children are in the stroller standing behind him in the checkout line), et cetera. Indistinguishable from terrorism. https://t.co/th4fYwa0jr

— Edward Snowden (@Snowden) September 17, 2024

Lo que acaba de hacer Israel es, por *cualquier* método, temerario. Han hecho explotar a innumerables personas que estaban conduciendo (lo que se traduce en autos sin control), de compras (tus niños están en su carrito detrás de ellos en la cola de la caja), etc. Indistinguible del terrorismo.

También se expresó su sentir el artista transfeminista y activista queer Leil-Zahra Mortada, que lamentó la muerte de Fatima Jaafar Abdallah. En una serie de tuits, criticó la narrativa de los medios que intentaron justificar el ataque con etiquetar a todas las víctimas como miembros de Hezbolá:

Here we go with the media narrative!
Pagers are also used by doctors, nurses, ambulance & hospital staff.
Also, #Hezbollah is a political party with many institutions, from schools to hospitals to other services, which employ civilians and provide services to civilians. This is…

— Leil-Zahra Mortada (@LeilZahra) September 17, 2024

¡Ahí va la narrativa de los medios!
Médicos, enfermeros, personal de ambulancias y hospitales también usan mensáfonos.
Además, Hezbolá es un partido político con actividad en muchas instituciones, de escuelas a hospitales y otros servicios, que emplea civiles y da servicios a civiles. Esto es…

Nadim Houry, prominente defensor de los derechos humanos y director de la Iniciativa de Reforma Árabe, enfatizó también la naturaleza indiscriminada del ataque:

The attack is clearly indiscriminate. Imagine if Hezbollah detonated the cell phones of israeli reservists as they went about their daily chores surrounded by families etc. Will folks be celebrating it as a brilliant targeted attack or will we be talking about terror attacks?

— Nadim Houry (@nadimhoury) September 17, 2024

El ataque es claramente indiscriminado. Imagina que Hezbolá detona los teléfonos móviles de reservistas israelíes mientras realizan sus tareas diarias rodeados de familias, etc. ¿Estaríamos celebrándolo como un brillante ataque a objetivos concretos o estaríamos hablando de ataques terroristas?

Una escalada peligrosa

El uso de dispositivos personales para la destrucción masiva supone un escalofriante punto en el actual conflicto entre Israel y Líbano, e incrementa el riesgo de una guerra regional. Este ataque no solo representa una seria escalada, también sienta un alarmante precedente para guerras futuras, en las que dispositivos de civiles podrían convertirse en armas a gran escala.

Mientras tanto, Israel sigue ignorando las peticiones internacionales de un alto el fuego en Gaza, y ha sido acusado de quebrantar numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y las resoluciones del Tribunal Penal Internacional para que detenga su guerra contra Gaza, mientras enfrenta acusaciones de genocidio.

Lo sucedido en Líbano podría ser solo el principio de un capítulo más peligroso en el uso de tecnología y en el conflicto, un capítulo que amenaza con convertir herramientas de uso diario en instrumentos de agresión masiva.

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