El 4 de setiembre, el Parlamento de Georgia aprobó en segunda lectura un controvertido proyecto de ley contra la comunidad LGBTQ+. El proyecto de ley sobre los valores familiares y la protección de los menores se parece mucho a la ley rusa contra los homosexuales aprobada en 2013, lo que lo convierte en la segunda ley importante de Georgia que sigue el modelo de las draconianas leyes rusas. La primera es la ley sobre agentes extranjeros, aprobada en mayo de 2024.
Según informan los medios locales, el proyecto de ley se aprobaría definitivamente en la tercera audiencia, prevista para la semana del 17 de septiembre. El 26 de octubre, Georgia celebrará elecciones parlamentarias, y antes de los comicios, el partido gobernante, Sueño Georgiano, está utilizando la homofobia como una de sus estrategias de campaña.
Una historia de homofobia
La homofobia ha sido una parte habitual del repertorio de medidas del partido Sueño Georgiano desde que se llegó al mando del país en 2012, y ha alentado a los ciudadanos ultraconservadores y de extrema derecha del país para atacar a la comunidad LGBTQ+ y a sus simpatizantes.
En 2013, una multitud liderada por sacerdotes de la Iglesia ortodoxa georgiana que coreaban «no a los gais» atacó a un grupo de activistas por los derechos de los homosexuales que conmemoraban el Día Internacional contra la Homofobia en la capital, Tiflis.
En 2018, se prohibió el matrimonio entre personas del mismo sexo en función de los cambios realizados en la Constitución georgiana. En aquel momento, Sueño Georgiano argumentó que redefinir el matrimonio como una unión heterosexual también impediría que «determinados grupos» utilizaran la homofobia en Georgia.
La comunidad LGBTQ+ no intentó organizar otro evento del Orgullo hasta seis años después, en 2019, solo para cancelarlo horas antes por razones de seguridad después de que el Ministerio del Interior anunció que la Policía no protegería a los participantes en la protesta.
Poco cambió en los años posteriores, ya que los organizadores del Orgullo de Tiflis tuvieron que cancelar la Marcha de la Dignidad en medio de violentos ataques de manifestantes anti-LGBTQ+. En 2021, al menos 50 periodistas fueron apaleados, y una turba violenta atacó y saqueó las oficinas de los organizadores de la marcha: el Movimiento Orgullo y Vergüenza de Tiflis, grupo de activistas liberales de la época. Al menos un periodista murió a consecuencia de los ataques.
Aunque algunos de los autores de actos violentos acabaron condenados, apenas se tomaron medidas contra los partidarios de la incitación al odio entre los seguidores o miembros del partido gobernante.
Esto último quedó patente durante el evento del Orgullo de 2023, cuando una turba de varios miles de manifestantes de extrema derecha marchó para interrumpir el Festival del Orgullo de Tiflis en julio de 2023. Afirmaron que el evento era un «complot occidental» para promover el plan LGBTQ+. Cuando la multitud se acercó al lugar del festival, los organizadores y todos los invitados fueron evacuados para evitar enfrentamientos.
En 2024, el Orgullo de Tiflis anunció la cancelación total de la semana del Orgullo por motivos de seguridad:
⭕️ Announcement: No Pride Week in 2024
🔗: https://t.co/StzFTvOT2A pic.twitter.com/XVE8vHSy9h
— Tbilisi Pride (@TbilisiPride) June 14, 2024
⭕️ Anuncio: No habrá semana del Orgullo en 2024.
Legislación contra los homosexuales
Varios meses después de organizar un violento ataque contra la interrumpida Marcha del Orgullo 2021 en Tiflis, el grupo extremista Alt Info, de extrema derecha y prorruso, presentó al Parlamento su iniciativa para prohibir la «propaganda LGBT». En julio siguiente, la Iglesia ortodoxa georgiana respaldó explícitamente la idea.
Según un informe de 2023 de Media Development Fund, titulado «Movilización contra el género y anti-LBGTQ en Georgia», entre 2012 y 2023 en el Parlamento hubo al menos ocho cambios legislativos presentados por diversos grupos, como Sueño Georgiano, con el propósito de restringir o limitar los derechos LBGTQ+ en Georgia. Cinco de los cambios no recibieron ningún apoyo.
La directora del Orgullo de Tiflis, Tamar Jakeli, declaró a OC Media que Sueño Georgiano buscaba atraer a los votantes más conservadores mediante una legislación contra los queer, que era «una copia directa» de las leyes rusas. Rusia adoptó su ley anti-queer en 2013 para «proteger a los niños de la información que defiende la negación de los valores tradicionales de la familia». La ley ha tenido un inmenso efecto sobre las personas queer en Rusia, y las ha obligado a ocultar sus identidades, lo que ha provocado un repunte de la violencia y los suicidios, e impulsado a muchos a huir al extranjero por seguridad.
El partido, junto con sus simpatizantes, comenzó a solicitar una ley dirigida a las personas queer, con el argumento de la necesidad de contrarrestar la propaganda «pseudoliberal» que supuestamente propugnan los grupos de la oposición.
Si se aprueban, como es probable, los cambios propuestos al proyecto de ley constitucional sobre valores familiares y protección de menores del país prohibirían toda reunión, producto o programa educativo que «popularice» las «familias o relaciones íntimas del mismo sexo», la adopción de niños «del mismo sexo o no heterosexuales», la transición de género, la idea de que hay más de dos géneros y el incesto. Los cambios también prohibirían toda asistencia médica para la transición de género y todo reconocimiento legal de género para las personas transgénero. También se prohibiría la celebración de actos del orgullo gay en el futuro.
El partido dijo que planeaba añadir una línea al artículo 30 de la Constitución en la que se afirmara que «la protección de los valores familiares y de los menores está garantizada por la ley constitucional de Georgia, que es parte integrante de la Constitución de Georgia».
Para aprobar las enmiendas, Sueño Georgiano necesitaría conseguir 113 de los 150 votos del Parlamento, donde el partido solo tiene 82 escaños. El 4 de septiembre, durante su segunda lectura, 81 legisladores votaron a favor del proyecto y ninguno en contra, como consecuencia del boicot de los partidos de la oposición.
El proyecto de ley de «Propaganda LGBT», propuesto por el gobernante Partido del Sueño Georgiano, pasó su primera lectura en el Parlamento el 27 de junio de 2024.
Tras la segunda lectura, la Unión Europea emitió un comunicado en el que deploraba la precipitada aprobación y afirmaba que el proyecto de ley «socavaba los derechos fundamentales de los georgianos y corría el riesgo de estigmatizar y discriminar aún más a una parte de la población».
La legislación contra la «propaganda» queer en varios otros países, incluidos los que citan la protección de menores, ha sido ampliamente condenada por los grupos de derechos humanos como un ataque a las libertades fundamentales.
Los críticos han señalado que leyes como la aprobada por Rusia en 2013 para «proteger a los niños de la información que defiende la negación de los valores familiares tradicionales» también han aumentado los delitos de odio.
El gobierno de Sueño Georgiano ha dado un giro total en materia de libertades y derechos humanos desde octubre de 2020, cuando el 31 de octubre, el país celebró una cuestionada votación parlamentaria y entró en una crisis política que continúa. Desde entonces, el país ha tenido violentas dispersiones de protestas, ataques a medios de comunicación independientes y una brecha cada vez mayor entre la sociedad y los dirigentes del Estado.