La reducción de las clases obligatorias de ruso en Armenia es el último acontecimiento en las tensas relaciones entre Rusia y Armenia. Según informa OC media, la decisión está relacionada con una directiva emitida en julio de 2024 que permitiría a los estudiantes elegir entre tomar dos cursos de lengua extranjera por separado, en lugar de que su primer curso de lengua extranjera sea por defecto el ruso. Una serie de decisiones tomadas por el Gobierno de Armenia en los últimos años indica que el país se está alejando de la órbita de influencia de Rusia. Su éxito depende de varios factores, entre ellos lograr un acuerdo de paz definitivo con Azerbaiyán.
Lejos de Rusia
Desde la segunda guerra de Karabaj que Armenia y Azerbaiyán libraron en 2020, Armenia ha seguido el camino de distanciarse de Rusia, y más bien profundizar sus lazos con la Unión Europea. Muchos en Armenia se han sentido cada vez más frustrados con los tradicionales socios de seguridad del país, después de que tanto Rusia como la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) no enviaran ayuda durante las incursiones azerbaiyanas en Armenia en 2021 y 2022. Azerbaiyán no es miembro de la OTSC, y los miembros están obligados por el tratado a intervenir cuando uno de los miembros es atacado.
En 2022, las autoridades armenias aceptaron que la Unión Europea enviara una misión de vigilancia a su frontera con Azerbaiyán, medida que fue muy criticada por Rusia en su momento.
La Unión Europea desplegó por primera vez la Capacidad de Observación de la Unión Europea en Armenia (EUMCAP) en octubre de 2022 tras una reunión conjunta en Praga entre el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, y el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, facilitada por el presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, y el presidente francés, Emmanuel Macron. Tanto la reunión como la decisión de desplegar la misión se produjeron un mes después de que Azerbaiyán lanzó una ofensiva en Armenia. Según declaraciones de ambos países, el resultado fue la muerte de más de 200 militares. El 15 de septiembre de 2022, los dos países firmaron un alto al fuego con la mediación de Rusia.
En diciembre de 2022, Armenia solicitó otra misión con la esperanza de que su presencia a lo largo de la frontera armenio-azerbaiyana evitara nuevas escaladas militares como la de septiembre de 2022.
En febrero de 2023, la Unión Europea desplegó la misión civil de la Unión Europea en Armenia (EUMA) con un mandato de dos años. En diciembre de 2023, anunció que aumentaba su presencia en el terreno de 138 a 209 efectivos. Tanto Rusia como Azerbaiyán criticaron el despliegue de la segunda misión. En sus declaraciones, funcionarios de ambos países cuestionaron la finalidad de la misión. En una conferencia de prensa en Bakú, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó que el propósito de la misión era dudoso «en cuanto a su legitimidad, funciones, mandato y duración», que repite las afirmaciones anteriores de Rusia de que los observadores de la Unión Europea «solo pueden traer confrontación geopolítica a la región», y acusó a la Unión Europea de rechazar «los esfuerzos de mediación de Rusia a cualquier precio».
La zona de Nagorno Karabaj ha estado bajo el control de su población de etnia armenia como Estado autoproclamado desde una guerra librada a principios de la década de 1990, que terminó con un alto al fuego y la victoria militar armenia en 1994. Tras la primera guerra, se creó una nueva República de Nagorno Karabaj de facto, no reconocida internacionalmente. Siete regiones adyacentes fueron ocupadas por las fuerzas armenias. Como resultado de esa guerra, «más de un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares: los azerbaiyanos huyeron de Armenia, Nagorno-Karabaj y los territorios adyacentes, mientras que los armenios abandonaron sus hogares en Azerbaiyán», según el International Crisis Group.
Las tensiones se prolongaron durante las décadas siguientes y culminaron en la segunda guerra de Karabaj en 2020 y la operación militar de septiembre de 2023. Esta última allanó el camino para que Azerbaiyán recuperara el control total de Karabaj. Sin embargo, a pesar de las garantías que se protegerían y preservarían los «derechos de los armenios de Karabaj», 10 4000 armenios de Karabaj huyeron tras la ofensiva de septiembre de 2023, según los datos más recientes.
En septiembre de 2023, el Gobierno de Armenia envió su primera ayuda humanitaria a Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022. Ese mismo mes, el Ministerio de Defensa de Armenia anunció que, entre 11 y el 20 de septiembre de 2023, se realizaría en Armenia un ejercicio de entrenamiento militar conjunto con Estados Unidos para ayudar a entrenar a las fuerzas armenias para misiones de mantenimiento de la paz.
En octubre de 2023, el Parlamento de Armenia aprobó una ley sobre la ratificación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) a pesar de las repetidas advertencias del Kremlin de que la ratificación del documento por Armenia tendría «las consecuencias más negativas para las relaciones bilaterales». La CPI emitió una orden de detención contra el presidente Putin por presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania en marzo de 2023. Ratificar el Estatuto de Roma significa, entre otros compromisos, detener al presidente ruso Vladimir Putin si entrara en Armenia.
En febrero de 2024, Armenia decidió congelar su adhesión a la OTSC, liderada por Rusia, tras el mortífero enfrentamiento entre Armenia y Azerbaiyán. Según informes, al menos cuatro militares armenios murieron y uno resultó herido en el primer incidente mortal ocurrido el 13 de febrero de 2024, desde la ofensiva militar de septiembre de 2023.
Desde entonces, Armenia se ha negado a acoger y participar en múltiples simulacros y reuniones de la OTSC, e incluso se ha negado a enviar a un representante como vicesecretario general de la organización.
El 12 de marzo de 2024, el Parlamento Europeo aprobó una resolución «sobre el estrechamiento de los lazos entre la Unión Europea y Armenia, y la necesidad de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán».
Con más de 500 diputados a favor, cuatro en contra y 32 abstenciones, la resolución «reconoce y acoge con satisfacción» el «deseo de Armenia de mejorar y dar prioridad a las relaciones con la Unión Europea», y califica la asociación entre Armenia y la Unión Europea de «paso lógico para alinearse con la opción de Armenia a favor de la democracia, el Estado de derecho, la lucha contra la corrupción y el respeto del orden internacional basado en normas».
La resolución siguió a las intenciones explícitas expresadas por Armenia de solicitar la candidatura a la Unión Europea y a una agenda de asociación anunciada por el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en febrero de 2024.
En abril de 2024, funcionarios armenios asistieron a una reunión trilateral con la Unión Europea y Estados Unidos en Bruselas. La reunión fue muy criticada por el Gobierno de Azerbaiyán que dijo que afectaría negativamente al proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán, según una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán. Pero la reunión no tenía nada que ver con Azerbaiyán ni con el proceso de paz.
En junio de 2024, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, reiteró la decisión del Gobierno de abandonar la OTSC. El compromiso de abandonar la alianza se vio probablemente impulsado tras la filtración de documentos que mostraban que Bielorrusia, también miembro de la alianza, había enviado material militar a Azerbaiyán entre 2018 y 2022.
Ese mismo mes, tras la visita del subsecretario de Estado estadounidense, James O’ Brien, a Ereván, Estados Unidos prometió estrechar sus lazos con el país.
En julio de 2024, Rusia criticó a Armenia por participar en una cumbre de la OTAN en Washington, y calificó de «imprudente» la iniciativa de Armenia de estrechar lazos con la OTAN y sus Estados miembros. El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mikhail Galuzin, comentó la reunión en aquel momento:
углубляя такими темпами сотрудничество с теми, чья цель — «стратегическое поражение» России, Ереван своими руками рискует серьезно дестабилизировать обстановку на Южном Кавказе в ущерб в том числе собственной безопасности
Al profundizar a tal ritmo la cooperación con aquellos cuyo objetivo es la «derrota estratégica» de Rusia, Ereván se arriesga con sus propias manos a desestabilizar gravemente la situación en el sur del Cáucaso, en detrimento de su propia seguridad.
Ese mismo mes, la Unión Europea dio a conocer un plan de acción que permitiría liberar los visados para los ciudadanos armenios. También se espera que la Unión Europea apruebe una ayuda militar no letal de 10 millones de euros para Armenia a través de su Mecanismo Europeo para la Paz.
Según una encuesta de opinión pública encargada por el Instituto Republicano Internacional y realizada en diciembre de 2023, el 87% de los encuestados tenía una opinión positiva de las relaciones entre Armenia y la Unión Europea.
En agosto de 2024, los guardias fronterizos rusos destinados en el aeropuerto Zvartnots de Ereván abandonaron oficialmente sus puestos. Rusia había vigilado las fronteras de Armenia, incluido el aeropuerto de Zvartnots, desde la independencia del país. El retiro se produjo tras otro acuerdo en mayo en el que Armenia y Rusia acordaron el retiro de sus guardias fronterizos dispuestos en otras regiones armenias.
También en agosto, Estados Unidos confirmó que estaba estudiando un acuerdo con Armenia que «permitiría a Estados Unidos transferir tecnología nuclear a Armenia, así como compartir investigaciones y conocimientos técnicos», según informaron Eurasianet y Civilnet.
Está por ver cómo avanza Armenia, y dependerá de varios factores, según el análisis de Thomas de Waal, alto miembro de Carnegie Europe y experto regional. Entre estos factores, está alcanzar un acuerdo de paz definitivo con Azerbaiyán:
A successful process would mean Armenia would have more options and would be able to lessen its historical dependence on Russia and pursue a stronger partnership with the West. A continuation of the status quo gives Russia more opportunities to reapply its traditional levers of control.
Un proceso exitoso significaría que Armenia tendría más opciones y podría disminuir su dependencia histórica de Rusia, y buscar una asociación más fuerte con Occidente. La continuación del estado actual de las cosas da a Rusia más oportunidades de volver a aplicar sus palancas tradicionales de control.