Homa Ebrahimpour, artista de la cerámica y la escultura de Mashhad, Irán, forma parte de un movimiento creciente de artistas que desafían las limitaciones culturales y políticas del país en la expresión creativa. Su trabajo, que explora el cuerpo femenino y aborda los tabúes sociales, ha conseguido mayor reconocimiento a raíz del movimiento «Mujer, Vida, Libertad».
El movimiento, que empezó a raíz de la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022, ha tenido una importante influencia en la percepción del público de los derechos de la mujer y las cuestiones sociales, y le ha dado más valor para abordar temas que todavía están muy censurados.
«Después del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’ se creó mucha conciencia en la sociedad», dijo Ebrahimpour a Global Voices. «Se siente como un despertar después de un gran letargo. Muchos tabúes se están rompiendo, y me he vuelto más decidida a continuar trabajando y presentar mi arte, aunque por ahora sea principalmente en espacios virtuales».
El movimiento ha tenido un gran impacto en el planteamiento de Ebrahimpour, la ha animado a crear y difundir obras que había tenido escondidas, como esculturas y cuadros que exploran la figura femenina. Su arte toma como base el cuerpo, la libertad y la identidad, y forma parte del panorama artístico «subterráneo» o alternativo en Irán, donde muchos artistas siguen creando a pesar de las restricciones.
A través de su obra, Ebrahimpour desafía las líneas rojas de la sociedad que rodean a la representación de la mujer, con lo que crea un lenguaje visual de resistencia y redefine las posibilidades de libertad artística en Irán.
En una entrevista con Global Voices, Homa habló sobre las dificultades de ser una artista en Irán, la censura y las limitaciones impuestas por el entorno socio-político iraní en la expresión artística.
Extractos de la entrevista a continuación:
Omid Memarian (OM): ¿Cómo llegaste a elegir la cerámica y la escultura, entre otras formas de arte?
Homa Ebrahimpour (HE): I came to ceramics quite late, perhaps at the right time. Since childhood, I used to paint, and later I started photography. At 31, I accidentally found myself in a traditional ceramics workshop. The direct connection I felt with what I was creating, without the mediation of paint or tools, appealed to me. And the peace I felt after finishing each piece was unique. More recently, I’ve realized that the sense of God-like creation I experience when making sculptures is what makes it so enjoyable for me.
Homa Ebrahimpour (HE): Empecé con la cerámica bastante tarde, quizás en el momento adecuado. Pintaba desde niña, y más tarde empecé con la fotografía. A los 31, terminé accidentalmente en un taller de cerámica tradicional. Me atrajo la conexión directa que sentí con lo que estaba creando, sin la mediación de la pintura o las herramientas. Y la paz que sentía tras terminar cada obra era única. Más recientemente, me he dado cuenta de que la sensación de creación divina que tengo cuando hago esculturas es lo que lo hace tan placentero para mí.
OM: ¿Cuánta influencia ha tenido el entorno en el que vives sobre el medio que has elegido para expresar tus emociones y pensamientos, especialmente dadas las restricciones en la libertad de expresión, sobre todo para las mujeres, en el espacio socio-político iraní?
HE: Mashhad is a religious city. We don't have a cultural space or an art movement. In fact, there is no place where you can see sculptures or paintings. If there is a museum, it only displays religious works. I even started ceramics in a workshop that only made pigeons and religious symbols, which didn’t influence my perspective or choices. In such an environment, which is incomparable to anywhere else in Iran where artists either move to Tehran or emigrate, I create sculptures of the human body, even more forbidden — the female body. I can't exhibit, display, or even sell them.
HE: Mashhad es una ciudad religiosa. No tenemos un espacio cultural o un movimiento artístico. Es más, no hay ningún sitio en el que puedas ver esculturas o cuadros. Si hay un museo, en este solo se exponen obras religiosas. Incluso empecé con la cerámica en un taller que solo hacía palomas y otros símbolos religiosos, lo que no influenció mi perspectiva ni mis decisiones. En un entorno como ese, que es incomparable a cualquier otro sitio de Irán, donde los artistas se mudan a Teherán o emigran, he creado esculturas del cuerpo humano, y aún más prohibido, del cuerpo de la mujer. No puedo exhibir, enseñar o siquiera venderlas.
OM: ¿Cómo afecta el problema de la censura o la autocensura a tus cálculos diarios al decidir qué crear y qué no crear?
HE: When you're born and raised in a society where censorship is an inseparable part of your life — in culture, family, government, and society — you're expected to censor who you really are, your desires, emotions, thoughts, and even your body, to fit their expectations. It’s challenging for my generation to free ourselves from this system entirely. I think the fear that has always accompanied us and has been instilled in us is still with us. We are still afraid.
However, it’s very different for the new generation. They live their own lives and absolutely refuse to succumb to censorship or coercion. It’s this generation that demands change and doesn’t bow to the government.
HE: Cuando has nacido y te has criado en una sociedad donde la censura es una parte inseparable de tu vida —en la cultura, la familia, el Gobierno, y la sociedad— se espera que censures quién eres de verdad, tus deseos, emociones, pensamientos, e incluso tu cuerpo, para encajar en sus expectativas. Liberarnos de este sistema completamente es un desafío para mi generación. Creo que el miedo que siempre nos ha acompañado y que se nos ha inculcado está todavía con nosotros. Seguimos teniendo miedo.
Sin embargo, es muy diferente para la nueva generación. Viven sus propias vidas y se niegan completamente a sucumbir a la censura o a la coerción. Es esta generación la que exige un cambio y no se somete al Gobierno.
OM: ¿Hay algún género específico en el que no puedas participar y que, si lo intentas, pondría en peligro tu carrera como artista?
HE: Depicting the female body, especially in the nude form as I do in my works, is itself the endpoint for my artistic path and the biggest challenge. But I continue to do it, not thinking too much about the future of my career.
Another issue is addressing the problems and limitations of women or, generally, any civil matters in society. That’s automatically labeled as political, and in the current situation, it comes with a lot of consequences unless you work as an anonymous artist.
HE: Representar el cuerpo femenino, especialmente al desnudo como hago en mi obra, implica el final de mi trayectoria artística y lo más difícil. Pero sigo haciéndolo, sin pensar mucho en el futuro de mi carrera.
Otro problema es abordar los problemas y las limitaciones de las mujeres o, en general, cualquier asunto civil en la sociedad. A eso se le calificado automáticamente como político, y en la situación actual, tiene muchas consecuencias, a no ser que trabajes como artista anónimo.
OM: ¿Cuándo apareció tu interés en explorar las complejidades del cuerpo humano, sobre todo el de la mujer, en tu obra, y cómo reaccionó la gente?
HE: My curiosity started in childhood. I had a sketchbook in which I drew nude images. After my family's concerns, I realized these subjects were forbidden, and they remained dormant for a long time.
Later, in photography, I was drawn to it again. I did nude photography in the studio where I worked, but because I didn’t have a permit, the studio's equipment was confiscated. I was lucky that my photos weren’t taken in the system they seized, but my friend ended up with a serious legal case, which made me abandon the idea.
It wasn’t until 2019 that I resumed the work. The reactions were harsh and disheartening. Besides the government, the public viewed nudes as porn. In Iran, when a woman works with nude art, it has every meaning but art. For example, I had paintings on my room’s walls, and an electrician who had been coming to our house for a long time, upon seeing them, felt entitled to harass me, thinking that since I painted nudes, I must be seeking open relationships, anywhere and anytime! Or, when I posted on social media, I received sexual requests!
HE: Mi curiosidad comenzó de niña. Tenía un cuaderno de bocetos en el que dibujaba imágenes de desnudos. Tras las preocupaciones de mi familia, me di cuenta de que estos temas estaban prohibidos, y los mantuve ocultos durante mucho tiempo.
Después, con la fotografía, me volvió a atraer. Hice fotografía de desnudos en el estudio en el que trabajaba, pero como no tenía permiso, el equipo del estudio fue confiscado. Tuve suerte de que su sistema no se llevase mis fotos, pero mi amigo terminó con un caso legal importante, lo que me hizo abandonar la idea.
Reanudé mi trabajo 2019. Las reacciones fueron duras y desalentadoras. Además del Gobierno, el público veía los desnudos como porno. En Irán, cuando una mujer trabaja con arte nudista, significa de todo menos arte. Por ejemplo, tenía cuadros en las paredes de mi habitación y un electricista que llevaba mucho tiempo viniendo a nuestra casa, al verlos, se sintió con el derecho de acosarme, pensaba que al pintar desnudos, debía estar buscando relaciones abiertas, ¡en cualquier parte y en cualquier momento! O, cuando lo publiqué en mis redes sociales, ¡recibí propuestas sexuales!
OM: ¿Estamos viendo un panorama artístico «subterráneo» o alternativo en Irán, dadas las restricciones en las representaciones de la desnudez, la religión, la política y la mujer?
HE: I can give you an example. There was a time when music in Mashhad faced similar conditions. Singing and playing music in public was considered a crime. Some musicians in Mashhad created an underground space called “The Dungeon,” where they performed, even sold tickets, and held concerts. Out of this space came figures like Mohsen Namjoo, Abdolreza Behrouzfar, Navid Arbabi, and others. I think this unintended underground art movement will happen for every artistic spectrum, and eventually, the art will emerge from within to the outside.
HE: Puedo ponerte un ejemplo. Hubo un tiempo en el que la música en Mashhad tenía condiciones similares. Se consideraba un delito cantar y tocar música en público. Algunos músicos de Mashhad crearon un espacio alternativo llamado «El calabozo», en el que tocaban, incluso vendían entradas, y organizaban conciertos. De ahí salieron figuras como Mohsen Namjoo, Abdolresa Behrouzfar, Navid Arababi y otros. Creo que este movimiento artístico alternativo accidental se producirá en todo los espectros artísticos, y al final, el arte emergerá desde dentro hacia fuera.
OM: ¿Cómo han afectado al mercado artístico los principales problemas económicos en Irán, especialmente la inflación, la escasez de recursos y la injusticia económica?
HE: For me, economic and livelihood concerns overshadow my ability to focus on art. Art isn’t my top priority, and the same is true for many around me unless they have family support or multiple jobs. In Tehran, some high-priced sales and successful artists exist, but this doesn’t reflect the broader Iranian art market. The scarcity of galleries outside Tehran, the challenges for emerging artists, and financial insecurity have led to widespread discouragement, causing some to reconsider their artistic pursuits.
HE: Para mí, las preocupaciones económicas y de sustento eclipsan mi habilidad de concentrarme en el arte. El arte no es mi principal prioridad, y lo mismo le pasa a muchos a mi alrededor, a no ser que tengan apoyo a la familia o varios trabajos. En Teherán, existen ventas a precios elevados y artistas exitosos, pero esto no representa el amplio mercado artístico Iraní. La escasez de galerías fuera de Teherán, las dificultades para los artistas emergentes, y la inseguridad financiera han llevado a un desaliento generalizado, por lo que algunos ae replanteen sus intereses artísticos.