Poblaciones indígenas defienden la agricultura tradicional en el norte de Tailandia

North Thailand farmers

Mientras las autoridades imponen restricciones sobre la agricultura rotacional, los pueblos indígenas defienden sus prácticas tradicionales. Fotografía de Prachatai, socio de contenido de Global Voices.

Este artículo de Ratcha Satitsongtham se publicó originalmente en Prachatai, sitio de noticias independiente en Tailandia. Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir contenido. 

Los pwo karen, grupo étnico de Ban Mae San, han prosperado de manera armónica con la naturaleza porque han mantenido sus prácticas tradicionales de agricultura y su rica herencia cultural de más de 300 años. No obstante, las medidas aprobadas por el Gobierno están poniendo en riesgo su forma de vida.

Entre enero y abril de los últimos años, habitantes de Bangkok y del norte de Tailandia presentaron dificultades para respirar por los altos niveles de contaminación atmosférica. Puesto que el índice de calidad del aire puede alcanzar los 150 e incluso los 200 AQI durante estos meses (niveles que se consideran poco seguros para los humanos), las mascarillas contra la contaminación atmosférica se han vuelto esenciales. En respuesta, el Gobierno se ha apresurado en dar explicaciones y soluciones.

A menudo, se señala a los pueblos indígenas como responsables de la contaminación atmosférica. Los líderes gubernamentales y los medios convencionales frecuentemente retratan negativamente a la agricultura rotativa, también conocida como rotación de cultivos o agricultura de roza y quema. No solo se la presenta como el origen de la contaminación, sino como una causa de desastres naturales, como inundaciones y deslaves. Esta perspectiva, que refuerza el prejuicio contra personas indígenas, se difunde sin el debido análisis. No obstante, una mirada profunda de cómo se practica la agricultura rotativa dice mucho más que una simple imagen.

Semillas para la siembra

En Lampang, provincia en el norte de Tailandia, hay al menos 12 pueblos karen que han practicado la agricultura rotativa por generaciones. De acuerdo con la Fundación Norteña de Desarrollo, Ban Mae San es una de las comunidades más ricas en recursos naturales y cultura, ya que abarca un área de 29 kilómetros cuadrados. Aproximadamente el 40% de esta área, o lo que corresponde a 12 kilómetros cuadrados, están destinados a la rotación de cultivos. El resto de las tierras se utilizan, entre otras cosas, para la conservación y actividades espirituales. Natthanon Lapma, residente de Ban Mae San, explicó cómo se utilizan las tierras:

We make a living. We follow the system laid down by our ancestors. What rotational farming fields were like 300 years ago, today at Ban Mae San the fields are the same as back then. In a single field plot, we primarily plant upland rice and also plant different crops among the rice such as bananas, chilies, beans, taro, yams, and other vegetables and fruits that provide for the villagers to harvest throughout the year.

Nos ganamos la vida. Seguimos el sistema establecido por nuestros ancestros. Los campos de agricultura rotativa en Ban Mae San son los mismos de hace 300 años. En una sola parcela, principalmente sembramos arroz de secano y diferentes cultivos, tales como plátano, chile, frijol, taro, batata, así como otras frutas y verduras que los campesinos pueden cosechar a lo largo del año.

En mayo de 2023, como cada año, la comunidad karen terminó de preparar la zona de siembra y comenzó a prepararse para sembrar arroz. Antes de esto, los habitantes tuvieron un ritual para definir cómo utilizarían las variedades de semillas para alimentar a sus familias. Natthanon señaló que este ritual es clave, no solo para su resiliencia, sino también para la diversidad agrícola.

Después de sembrar, los habitantes esperan con ansias poder observar la belleza de los campos y los resultados fructíferos de la temporada de lluvias. Mientras esperan, eliminan la maleza de los campos sin usar químicos. Al confiar principalmente en las lluvias, el arroz y los cultivos crecen de manera natural sin usar fertilizantes ni sistemas de irrigación. Los frutos de su labor se ocupan para su propio sustento, lo que reduce los costos de vida.

Los ciclos de cosecha y rotación

La época de cultivo es en noviembre. Phichet Thuengwa, karen cristiano de Ban Mae San, estuvo ocupado recolectando arroz de la última parcela. Mientras lo hacía, observó que de las muchas variedades de semillas de arroz que se utilizaron en 2023, cinco funcionaron bastante bien, por lo que es probable que se vuelvan a emplear. Entre ellas, resalta una variedad en particular.

Mientras Phichet camina de regreso a la comunidad después de haber terminado de cosechar, explica que una vez que el campo de arroz se cosecha, se convierte en “rai lao”. Entonces, la tierra necesita de un periodo de barbecho de al menos siete años antes de que el arroz pueda volver a crecer. Debido a las preocupaciones del Gobierno, este periodo algunas veces se extiende hasta 15 o 20 años. Para el siguiente ciclo, se mueven a un campo distinto. Mientras esperan a que el “rai lao” se reponga, plantan un árbol único en su pueblo que sirve para múltiples propósitos.

“¿Ves ese pequeño Makhwaen de allá? Los habitantes de Mae San usan la edad de estos árboles para determinar la edad del ‘rai lao’ y el periodo adecuado de barbecho”, dijo Phichet.

El makhwaen, o Zanthozylum limonella, es conocido por su característico aroma y sabor picante en los platillos del norte de Tailandia. Los lugareños cosechan el makhwaen desde noviembre, cerca del periodo en el que la cosecha de arroz está casi terminada, hasta los primeros días de enero (cuando alcanza una altura de cuatro o cinco metros). No solo es la mayor fuente de ingreso y una forma de supervisar el ciclo de cosecha, también funciona para comprobarle al Gobierno que la tierra en recuperación está lista para volver a usarse.

Represión estatal

Tradicionalmente, los pwo karen han mantenido un estilo de vida simple, en el que confían en la reciprocidad entre las personas y los recursos naturales. Con la evidencia de su asentamiento hace más de 300 años, la comunidad antecede a la designación del parque nacional Tham Pha Thai en 1991, que desencadenó una superposición entre sus campos y las zonas de conservación.

Después del golpe militar en 2014, el general Prayut Chan-o-cha inició una política de recuperación forestal que intensificó la invasión estatal de las comunidades indígenas. En 2015, el Departamento de Parques Nacionales, Wildlife y Plan Conservation expidieron la declaración de todos los parques nacionales, incluido al Tham Pha Thai.

El Estado, respaldado por la ley de parques nacionales de 2019, reforzó el control sobre el uso de las tierras y el acceso a los recursos. Las comunidades cercanas a Ban Mae San han tenido que enfrentar el hostigamiento de funcionarios forestales, guardabosques y militares de Pratu Pha. Los pobladores de Ban Mae San sienten que su forma de vida está en peligro. Natthanon expresó las preocupaciones de los habitantes:

Even while just preparing to declare a national park, we are threatened this much by state officials. If it ends up becomes a National Park, how much worse will it be? Villagers who practice rotational farming without title deeds or proof of rights, how will they live when they can no longer do rotational farming? Their land might even be seized for the park. If that day comes and it is like this, it will for us be no different from a living death, because land is life. Rotational farming is the soul of the Karen people.

Incluso mientras se prepara la declaración del parque nacional, las autoridades estatales nos amenazan de esta manera. Si se termina convirtiendo en un Parque Nacional, ¿qué tanto empeorará? ¿Cómo vivirán los pobladores que no cuentan con el título de propiedad o prueba de derechos si ya no pueden practicar la agricultura rotativa? Su tierra podría incluso ser incautada para formar parte del parque. Si ese día llega y sucede de esta manera, no será diferente a una muerte en vida, porque la tierra es vida. La agricultura rotativa es el alma de las personas Karen.

Prohibido quemar

Otra medida que genera complicaciones es la prohibición de quema. El Gobierno señaló que esta disposición es necesaria para mitigar la contaminación que surge a raíz de esta práctica, porque puede desencadenar la formación de peligrosas partículas PM2.5. Se acuerdo con la ley de prevención y mitigación de desastres, la provincia de Lampang fue la primera en prohibir la quema en 2011. Esta orden es usualmente impuesta entre marzo y abril, cuando los pobladores queman los campos de siembra con el fin de preparar la tierra para los cultivos de subsistencia.

Lejos de ser una solución, la prohibición ha agudizado el problema. Somkit Thitta, jefe de la aldea de Ban Me San, explica:

When they do not allow us to burn when we have to burn, we have to hurry to burn in late February before they announce the ban. But the period before the prohibition on burning still has moisture in the air, which means the fuel is not properly dry. So the burning is incomplete. In the end, we have to burn again and again.

Cuando tenemos que quemar y nos lo prohíben, debemos apresurarnos a hacerlo a finales de febrero, antes de que anuncien la prohibición. Pero en el periodo antes de la prohibición, el aire todavía está húmedo, por lo que el combustible todavía no está suficientemente seco. Por tanto, la quema no se concluye. Al final, tenemos que quemar una y otra vez.

Phachara Kamchamnarn, que integra la Fundación Norteña de Desarrollo, dijo: “La única manera de mantener viva a la agricultura rotativa de la comunidad karen es acabar con la prohibición generalizada de la quema”. Estas comunidades tienen planes de gestión bien claros, que incluyen quemas programadas, cortafuegos y medidas de prevención contra incendios; un proceso que contempla no más de 10 a 30 minutos por parcela.

En defensa del cambio

Las comunidades indígenas y grupos de cambio están conformando una coalición para avanzar en el plan de derechos indígenas. Como miembro de la organización administrativa del subdistrito de Ban Dong en Ban Mae San, Natthanon ha compilado una serie de recomendaciones para que el Gobierno evite futuros impactos en la agricultura rotativa.

La lucha de los indígenas tuvo éxito parcial con la resolución del gabinete el 3 de agosto de 2010, en la que sus tierras y modos de vida tradicionales quedaron bajo la protección del Gobierno.

Natthanon revela que aunque esta resolución fue significativa, no resulta suficiente para salvaguardar los derechos y las prácticas culturales de las minorías étnicas y las personas indígenas, especialmente al hablar de la agricultura rotativa. Los funcionarios suelen destacar las leyes que se consideran con mayor autoridad sobre las resoluciones del Gabinete.

“Si el Estado quiere que cumplamos la ley, entonces debería hacer que esta nos proteja, pues hemos estado aquí desde antes de que las leyes existieran”, dijo Natthanon. “Ya hemos demostrado cómo los espléndidos métodos de agricultura rotativa en un entorno cambiante han preservado 29 kilómetros cuadrados de bosque junto al karen de Bae Mae San”.

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