Entre llamas y humo, Brasil trata de combatir incendios forestales sin precedentes

INcendio forestal en el parque nacional, Brasilia, capital brasileña, 15 de septiembre de 2024. Imagen: Fabio Rodrigues-Pozzebom/Agência Brasil, usada con autorización.

Como muestran las estadísticas del Sistema Global de Información de Incendios Forestales de mediados de septiembre de 2024, tres biomas brasileños —la selva amazónica, los humedales de Pantanal y Cerrado— registraron 46.101 millones de hectáreas (113.92 millones de acres) quemados, el equivalente de cerca de 46,1 millones de campos de fútbol.

Los primeros ocho meses de 2024 fueron los peores de los incendios en la región amazónica desde 2005, mientras São Paulo, la mayor ciudad de Latinoamérica, registró la peor calidad del aire entre grandes ciudades en todo el mundo durante cinco días consecutivos en septiembre. La región de Brasilia, en el Distrito Federal, estuvo 163 días sin lluvia hasta el 3 de octubre, algo que no ocurría desde hace 61 años, y hubo 3000 incendios solamente en septiembre.

Mientras algunas regiones combatían los incendios, sin suficientes bomberos y pocos recursos, otras quedaron cubiertas de humo que recorrió el aire por todo el territorio nacional.

Organizaciones como WWFGreenpeace sostienen que la sequía puede contribuir a que el fuego se propague, aunque eso no explica necesariamente el origen de los incendios, que probablemente fueron causados por humanos. A inicios de octubre, había 85 investigaciones policiales, y las investigaciones señalan a un delito ambiental en algunas regiones, según el Gobierno federal.

En 2019, MapBiomas estableció un sistema de supervisión con cooperación técnica que usa Google Earth, que indica que el 70% de la zona quemada en Brasil en 2024 fue de vegetación nativa. Los datos son de Fire Monitor.

Once millones de personas afectadas

Solo en agosto de 2024 se registró casi la mitad de los incendios forestales del año. El fuego llegó a pastizales y zonas de pastoreo usada con fines agrícolas.

La organización Rainforest Foundation señaló:

The Brazilian Amazon registered a 104% increase in fire hotspots during the same eight-month period (January to August) compared to 2023, worsening an already critical situation. According to Brazil’s National Institute for Space Research (INPE), there were over 65,000 fire hotspots by the end of August 2024—the highest number for this period since 2005. Of these fire hotspots, over 38,000 were recorded in August alone, an increase of 120% compared to the same month last year, which recorded 17,373 fire hotspots.

Data from MapBiomas reveal that over five million acres were burned in the Brazilian Amazon in August alone. This year, the total burned area amounts to 13.4 million acres — an area larger than entire countries like Costa Rica or Denmark.

La Amazonía brasileña registró un aumento de 104% en focos de fuego en los mismo periodo de ocho meses (enero a agosto) a comparación con 2023, lo que empeoró la ya critica situación. Según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE), hubo más de 65 000 focos de fuego hacia fines de agosto de 2024, la mayor cantidad para ese periodo desde 2005. De estos focos de fuego, más de 38 000 se registraron en agosto, un aumento del 120% en comparación con el mismo año de 2023, que registró 17 000 focos de fuego.

Datos de MapBiomas revelan que más de cinco millones de acres se quemaron en la Amazonía brasileña, solo en agosto. En 2024, la superficie total quemada llega a 13.4 millones de acres — una superficie mayor que países enteros como Costa Rica o Dinamarca.

Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Pará, Tocantins, Amazonas y São Paulo, en las regiones centro oeste, norte y sudeste, fueron los estados con la mayor cantidad de incendios registrados en agosto.

La Confederación Nacional de Municipios (CNM) estima que 11 millones de personas han sido directamente afectadas por los incendios forestales. Las pérdidas económicas llegaron al menos a 1100 millones de reales (cerca de 203 millones de dólares), según su informe.

Peor calidad de aire del mundo

Cerca de las 10:00 horas del 9 de septiembre  de 2024, São Paulo encabezó la lista entre 120 grandes ciudades con la peor calidad de aire del mundo. La ciudad registró calidad de aire mala y muy mala en varias regiones.

El sitio web suizo IQAir, que calcula el índice, dio a la ciudad de São Paulo una puntuación de 160. Según el sitio web, en una escala de 0 a 50, la calificación es buena; en una escala de 151 a 200 se considera no saludable. Las principales razones por las que São Paulo llegó a esta cifra fueron altas temperaturas, baja humedad relativa y humo de los incendios.

El propio estado de São Paulo también registró incendios forestales, como informó Agência Brasil:

The Civil Defense of São Paulo has extended its high-risk alert for wildfires across the state through Tuesday, 10th Sept. According to the Emergency Management Center, temperatures are expected to continue rising, with relative humidity falling to critical levels below 35 percent over the coming days. (…)

The area with the worst air quality in São Paulo is Ponte dos Remédios, along the Tietê River. This location recorded high levels of fine inhalable particles (PM2.5), which are small enough to penetrate deep into the respiratory system.

These particles are associated with increased risks of heart and lung diseases.

La Defensa Civil de São Paulo ha ampliado su alerta de alto riesgo para incendios forestales en todo el estado el martes 10 de septiembre. Según el Centro de Gestión de Emergencias, se espera que las temperaturas continúen aumentando, la humidad relativa ha caído a niveles críticos por debajo de 35% en los próximos días. (…)

La zona con la peor calidad de aire en São Paulo es Ponte dos Remédios, a lo largo del río Tietê. Este lugar registró altos  niveles de partículas inhalables finas (PM2.5), que son lo suficientemente pequeñas para penetrar el sistema respiratorio.

Estas partículas están asociadas con aumento de riesgo de enfermedades al corazón y pulmones.

Empeoran las pérdidas

Cerca del 60% de los incendios que ardieron en Latinoamérica ocurren en Brasil, dice ABC News, y señala que los funcionarios son la fuente de la información. El diario The Guardian también informó sobre los incendios en la región:

Huge tracts of South America have been blanketed in smoke from largely man-made wildfires that are raging from Ecuador’s drought-stricken capital to Paraguay’s Chaco forest to the backlands of the greatest tropical jungle on Earth.

The smoke has been so dramatic that passenger planes have been unable to land in Rondônia’s riverside capital, Porto Velho, and schools have been forced to close.

Grandes tramos de Sudamérica han se han cubierto de humo por incendios forestales, mayormente por causa humana,  que van desde la capital ecuatoriana afectada por la sequía, hasta El Chaco paraguayo, a la periferia de la mayor selva tropical del mundo.

El humo ha sido tan dramático que los aviones de pasajeros no han podido aterrizar en la capital ribereña de Rondônia, Porto Velho, y la escuelas se han visto obligadas a cerrar.

Se prevé que la sequía empeore las pérdidas en Brasil, que está soportando la peor sequía registrada que afecta al 58% del país. La intensificación de la crisis climática está poniendo presión a los servicios básicos, como energía y agua, y se han reforzado las  advertencias sobre el posible impacto económico a largo plazo de fenómenos meteorológicos, dice el diario Folha de S.Paulo.

Los hechos señalan una combinación de cambio climático y actividad delincuencial, según la ministra de Ambiente y Cambio Climático, Marina da Silva. Ella ha pedido penalidades más duras para los incendios provocados y calificó de «terrorismo climático» a lo que el país enfrenta en estos momentos.

Silva ve que hay resistencia de algunos grupos a que el Gobierno retome un plan de política ambiental pública, como citó Agência Brasil:

Estamos agora diante de uma situação, é uma combinação de um evento climático extremo que está assolando não só o Brasil, mas o planeta, e criminosos ateando fogo no país.

Estamos ahora ante una situación que es una combinación de un fenómenos climático extremo, que está asolando no solo a Brasil sino al planeta, y los delincuentes incendian el país.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reconoció que «el país no estaba preparado para los incendios». El 18 de septiembre anunció en su cuenta de Instagram que se abrió una línea de crédito  line de cerca de 94 millones de dólares.

El Gobierno federal destina más de 514 millones de reales (94 millones de dólares) para combatir los incendios y sequía en el Amazonas.

Después de la reunión de los Tres Poderes que tuvimos ayer (17 de septiembre), anunciamos que abrimos un crédito extraordinario de 514 millones de reales (cerca de 94 millones de dólares) para combatir los incendios. Una iniciativa concentrada de todas las entidades federales para combatir los incendios.

A comienzos de octubre, el Gobierno federal también publicó un decreto que aumentaba las sanciones para quienes causen incendios forestales. El decreto también duplica las multas en caso de incendios causados en tierras indígenas.

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