
De izquierda a derecha: Presidente de Chile Gabriel Boric (foto de Wikimedia Commons, CC BY 3.0 CL), Presidente de El Salvador Nayib Bukele (foto de Wikimedia Commons, CC BY-SA 4.0), Presidente de Colombia Gustavo Petro (foto de Flickr, CC BY-NC 2.0), Presidente de Brasil Luis Lula da Silva (foto de World Economic Forum, Flickr, CC BY-NC-SA 2.0), Presidente de Argentina Javier Milei (foto de World Economic Forum, Flickr, CC BY-NC-SA 2.0). El fondo muestra la sala de la Asamblea General de las Naciones Unidas (foto de Patrick Gruban, Flickr, CC BY-SA 2.0) Montaje hecho por Global Voices.
El 24 de septiembre 2024 en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas, diversos mandatarios se juntaron para pronunciar discursos frente a los embajadores. De Latinoamérica, cinco países resaltaron por sobre el resto.
Argentina: Milei y la ‘Agenda de la Libertad’
El presidente argentino, Javier Milei, llegó a la Asamblea General de la ONU con un discurso disruptivo. Buscaba alertar a los embajadores y representantes de las naciones sobre los peligros de las “políticas colectivistas” impulsadas por la Agenda 2020–2030 para el desarrollo sostenible.
El presidente argentino, por un lado, enaltecía el pasado de la ONU que permitió la integración comercial, por el otro, denunció que la organización se había mutado y convertido en un “leviatán de muchos tentáculos” que ahora buscaba controlar la vida de las personas del mundo. El Leviatán es un monstruo y analogía que describe la existencia del Estado como un ente creado para poner un orden en una caótica naturaleza, según su autor, el pensador político del siglo XVII Thomas Hobbes.
Mientras acusaba a la agenda 2020–2030 como izquierdista y “woke”, Milei llamó a un disenso internacional de los acuerdos de 2015, y apostar por su proyecto “La Agenda de la Libertad” en defensa de la libertad de expresión, las libertades individuales, la propiedad privada, comercio para todos y la limitación del estado. Su discurso termina con la frase “¡Viva la Libertad Carajo!”, su lema durante su candidatura a la presidencia.
Eventualmente se descubrió que el discurso pronunciado en la ONU fue un plagio de la serie americana “The West Wing”.
Brasil: Lula y su lucha contra el cambio climático
Luiz Lula da Silva subió al podio señalando el incremento de los arsenales nucleares y apelando que aquel financiamiento podría haber sido utilizado para combatir el hambre y el cambio climático en vez de con fines bélicos. Lula relató la dura experiencia de las inundaciones en Río Grande do Sul este año e instó a los países en invertir en Brasil y la “bio economía” un modelo brasileño que trata de aprovechar los avances en biotecnología y la biodiversidad del país para promover un desarrollo económico sostenible. En palabras de Lula, 90 por ciento de la energía producida en Brasil es renovable, desde el uso de biomasa, energía solar, hidroeléctricas y biocombustibles.
Así mismo Lula afirmó de la existencia de “falsos patriotas” que buscan aislar a sus países de la escena global, probablemente refiriéndose a Donald Trump y su aislacionismo en la política exterior. Así mismo afirmó que no era el momento de hacer experimentos ultraliberales, haciendo una clara referencia a Javier Milei, con quien Lula ha tenido una complicada relación. La última parte de su discurso le llevó a plantear lo desigual que son los préstamos en países en vías de desarrollo respecto a los países desarrollados donde los intereses son mayores para países pobres.
Chile: Boric y el rechazo a Hamas y a Israel
El presidente chileno Gabriel Boric pronunció lo mucho que ha cambiado el mundo desde la creación de las Naciones Unidas en 1945, y al mismo tiempo lo poco que el Consejo de Seguridad ha conseguido en luz de las últimas guerras. Boric propuso una reforma donde se incluya a Brasil como portavoz de América Latina, a India y un país miembro de África como nuevos miembros fijos del Consejo de Seguridad.
Para Boric representa el mismo dolor la adolescente asesinada por los bombardeos en Gaza, como el niño ucraniano secuestrado y llevado a Rusia, como al migrante venezolano que deja Venezuela, y la mujer obligada a abandonar la escuela en Afganistán. Rechazó al grupo terrorista Hamas, pero al mismo tiempo denunció a las fuerzas de seguridad de Israel y el genocidio que están perpetrando en Palestina.
Boric también busca impulsar un impuesto global a los Estados y las empresas para mitigar los efectos del cambio climático y la desinformación en redes sociales. También reafirmó también su tajante posición respecto a Nicolás Maduro, donde Maduro se robó la elección. Sin embargo, al mismo tiempo le recordó a Biden que las sanciones económicas unilaterales son las que afectan más económicamente a los venezolanos que su propio gobierno.
Colombia: Petro y el temor de perder a la humanidad
Las palabras del presidente colombiano Gustavo Petro deberían calar en los asistentes a la asamblea. Sin embargo, no lo hacen. Ha sido recurrente en el mandatario colombiano los llamamientos a la comunidad internacional a detener las operaciones militares israelíes en Gaza. Y aunque en septiembre se votó una resolución en la Asamblea general para detener la ocupación israelí en Palestina, la guerra sigue sangrienta. El mandatario colombiano expresó que la terminación de las guerras será la manera de poder transformar la economía para limitar los efectos del cambio climático, y de esa manera salvar a la humanidad. El mandatario comparó a Gaza como un símbolo de la humanidad, perder Gaza es perder la humanidad.
En su discurso, el mandatario se refirió a un sometimiento de los gobiernos de los países a la “minoría del 1 por ciento” que censuran los medios de comunicación. Así mismo el presidente Petro denunció la doble moral con la que algunos derechistas se escudan bajo la defensa de la libertad mientras la coartan. Petro repitió entonces la frase y chascarrillo del presidente libertario de Argentina “¡Viva la Libertad, carajo!”, en una clara referencia a su antecesor en el podio, Javier Milei.
El Salvador: Bukele encarceló a miles para liberar millones
El presidente salvadoreño Nayib Bukele subio al podió vestido con un atuendo que asemeja el de un mandatario militar del siglo XIX y vendió una sola idea: seguridad.
La controversial estrategia de seguridad del mandatario salvadoreño de militarización fue capaz de pacificar al Salvador. Bukele dice que, al encarcelar a miles de criminales, liberó a millones de salvadoreños que ahora caminan seguros por las calles. Bukele defiende las ideas de la libertad: de expresión, propiedad privada y seguridad, haciendo guiños a aquellos inversionistas y políticos de derecha.
Su discurso es corto y contundente, invitando a los países a invertir en El Salvador y al mismo tiempo antagonizando con comentarios sobre la perdida de libertades de ciertos países del continente. Menciona a los Estados Unidos, donde se tiene que mantener los artículos bajo llave por temor a que los roben y a las calles llenas de vagabundos.
También evidencia a países que coartan la libertad de expresión, a través de censura de cuentas en redes sociales, tal vez refiriéndose a Lula da Silva, el presidente brasileño quien tuvo una disputa con el dueño de la red social X: Elon Musk. Musk fue un invitado de Bukele días antes de la asamblea.
Para Latinoamérica dos vertientes se pronuncian en la región: un progresismo social que busca una resolución a los problemas del cambio climático y la pacificación de los conflictos globales y una segunda vertiente que en defensa de (algunas) libertades, debe permitir que el mundo tome su rumbo, priorizando el desarrollo propio e individual de las naciones.