Día Mundial de la Salud Mental: En Trinidad y Tobago, piden combatir el acoso escolar tras suicidio de un estudiante

Juguetes que forman la palabra "alto al" y abajo una señal de alto con la frase "acoso escolar" dentro.

Imagen vía Canva Pro.

En el Día Mundial de la Salud Mental de 2024, que se observa el 10 de octubre, se busca destacar “el vínculo esencial que existe entre la salud mental y el ámbito laboral». Las condiciones poco saludables en el trabajo, como el estigma, la discriminación y el acoso implican un gran riesgo que puede afectar la salud mental, la productividad y la calidad de vida. Pero ¿qué sucede cuando «el trabajo» es la escuela, el acoso toma la forma de acoso escolar, y pareciera que no hay cómo obtener ayuda?

Una familia trinitense enfrentó la desgarradora respuesta a esa pregunta cuando su único hijo de 15 años, Jayden Lalchan, se suicidó el 3 de octubre luego de años de presunto acoso en su escuela. La Policía está investigando las circunstancias de la muerte. Después, se enviará el expediente a la Defensoría Penal Pública.

Según los delitos contra la persona del país, el acoso escolar se considera un delitos, pero muchos padres de niños que sufren de este tormento —incluidos los Lalchan, que dicen que ignoraron sus quejas— insisten en que no se hace lo suficiente.

Al acusar a la escuela de fallarle a su hijo, Fareeda Lalchan dijo que los acosadores “buscaron de todo para fastidiarlo», incluido su acento (la familia se mudó a Trinidad desde Estados Unidos), su tartamudeo y el hecho de que Jayden decidió seguir utilizando mascarilla después del COVID-19. Según parece, las amenazas también ocurrieron en línea, una tendencia que algunos relacionan con la incorporación de teléfonos celulares, tabletas y computadoras en las escuelas hace más de diez años.

Mientras tanto, la ministra de Educación, Nyan Gadsby-Dolly, dijo que no se hizo ninguna denuncia del acoso a Lalchan hasta el 17 de septiembre, cuando sus padres le escribieron al profesor de la clase. Además, la ministra aconsejó a los usuarios de redes sociales comportarse con responsabilidad luego de que algunos “nombraron y culparon” a otro menor: “Los adultos muestran el mismo comportamiento, acoso, que acusan a este joven de cometer».

La ministra mencionó las Normas Nacionales de Disciplina Escolar, una guía para escuelas, estudiantes y padres para que sepan cómo enfrentar las diversas infracciones por medio de “disciplina progresiva, consejería y prácticas restaurativas». También añadió que cada director puede tomar la decisión de enviar los archivos del estudiante al ministerio para obtener resultados disciplinarios más severos y que “hasta estas alturas del año académico, el número de conflictos y ataques está por debajo que el del año anterior».

A pesar de concluir que la manera en que el ministerio aplica disciplina en las escuelas está teniendo resultados positivos, luego de la muerte de Lalchan hubo muchas sugerencias sobre cómo tratar el acoso escolar.

Una carta al editor sugirió implementar la preparación obligatoria sobre primeros auxilios psicológicos para todos los empleados de la escuela, además de campañas contra el acoso escolar que “promuevan la cultura de la empatía, la inclusión y el respeto». Un artículo indicó que cualquier acción tomada con respecto al acoso escolar “debe basarse en un estudio fidedigno”, incluir mecanismos de denuncia “disponibles y eficaces”, y priorizar las denuncias de “las víctimas más vulnerables y los agresores más violentos”.

El Informe de Ambiente Escolar Nacional 2019 mostró que más de la mitad de los estudiantes encuestados fueron empujados o golpeados, y un 61% sufrió acoso verbal. Un informe de 2024 está en elaboración.

¿Una cultura nacional de acoso escolar?

Aunque la ministra Gadsby-Dolly indicó que el acoso escolar está establecido en la cultura de la nación, Kendell Karan escribió una carta al editor en la que relataba su experiencia con el acoso: “Cuando estaba en la secundaria, salí a jugar un partido de críquet entre escuelas rivales, y jamás olvidaré las palabras que oí del equipo defensor cuando nos eliminaron a cero. Pero no fue peor que lo que pasé con mis propios compañeros”. Ya que los profesores también podían ser “ irracionales e injustos”, desarrolló su propio sistema de sobrevivencia, que explicó:

The way I dealt with verbal bullying was to toughen up. I developed high self-esteem; I surrounded myself with way more positive people than negative. The way I dealt with physical bullying was to evade it. School politics is inevitable, and school gossip is inevitable. I had to develop internal strength, thereby peace, and more importantly, enjoy my own company. […] Bottom line, each complaint should be assessed on its own, independently and objectively.

Mi manera de lidiar con el acoso verbal fue hacerme fuerte. Desarrollé un autoestima alto; me rodeé de personas mucho más positivas que negativas. Mi forma de lidiar con el acoso físico fue evadirlo. La política escolar es inevitable, los rumores en la escuela son inevitables. Tuve que crear fuerza interna, y de ese modo, paz, y aún más importante, disfrutar de mi compañía. […] En conclusión, cada queja debe atenderse separada, independiente y objetivamente.

Aún así, para los estudiantes que no pueden manejar el problema, los resultados pueden ser terribles. Los expertos locales en salud mental informan de un aumento en la violencia juvenil y los suicidios desde la pandemia, y un estudio de 2021 acerca de la constancia del suicidio en el país señaló como factores contribuyentes la falta de amigos, la ansiedad, el acoso escolar frecuente, la soledad, la ausencia a clases y el uso de drogas.

En 2023, se presentó una línea nacional de prevención del suicidio en Trinidad y Tobago. Aunque un artículo explicó la necesidad de una “cultura contra el acoso escolar”, la Policía dice que se ha visto inundada de llamadas sobre estudiantes que viven cosas similares, lo que generó el comentario de Denny Ablack en Facebook: En todo el país, ¡los padres de niños acosados se rindieron ante la inactividad de las autoridades de las escuelas y el [Ministerio de Educación], por lo que ahora denuncian directamente a la Policía! Creo que esto genera antecedentes públicos, fechas límites y responsabilidades, además de que se vuelve más difícil para las autoridades el ocultar el acoso escolar”.

Diversas dimensiones del problema

Mientras tanto, PrideTT llegó a la conclusión de que no solo se debe abordar el acoso escolar, si no también el acoso homofóbico, ya sea en escuelas, lugares de trabajo o en línea.

Jason Jones, trinitense que defiende a la comunidad LGBTQ+ y logró rebatir la ley de sodomía en Trinidad y Tobago, comentó: “Otra desgarradora 💔 pérdida de un niño inocente. El acoso escolar, por desgracia, ha sido una característica de nuestras escuelas por DÉCADAS, en especial hacia estudiantes que muestren identidades LGBTQ+. Esto está estrechamente relacionado a nuestras leyes arcaicas de la era del Imperio británico que criminalizan a los ciudadanos LGBTQ+ y castigan la intolerancia contra nuestra comunidad».

El proyecto Speak Your Mind destacó la importancia de derribar la “masculinidad tóxica” que conduce hacia “toda forma de acoso — ya sea verbal, no verbal o por homofobia — en nuestras escuelas, hogares, comunidades y lugares de trabajo».

La propia escuela también fue blanco de rechazo en línea, incluida gente que decía que sus iniciativas —una vigilia con velas, una caminata de paz y una declaración de pesar— llegaron demasiado tarde.

En Facebook, Zorina Shah se preguntó: “¿Dónde estaba la comunidad cuando Jayden sufrió solo?”. Menciona el día festivo del sindicato nacional de profesores, el 11 de octubre, y continúa: “¿Para celebrar qué? Si su afiliación solo pone atención en la competencia, cuantos aprobados tienen, y cuantas becas logran obtener, ¿están cumpliendo su rol como protectores de un lugar de trabajo seguro?”.

Chandradatt Jagdeo añadió:“¿Cómo es posible que en cuatro años de protestas y acoso, no se hiciera nada por Jayden? ¿Existirá alguna justicia al final o solo será una estadística más?”

¿Justicia para Jayden?

Gabrielle Hosein, experimentada profesora del Instituto de Estudios de Género y Desarrollo en la Universidad de las Indias Occidentales, intentó desmentir lo que aquella justicia significaría y comenzó con preguntas fundamentales: “¿Cómo ayudaría a quienes son acosados en la escuela? ¿Quién es responsable de asegurar que los niños asistan a clases sin enfrentarse a la violencia? ¿Cómo se debe lidiar con los acosadores?”.

Primero identificó algunas de las restricciones: las experiencias de acoso escolar de los niños suelen minimizarse y a los padres se les hace creer que son sobreprotectores, y se les pide muchas veces que comprueben sus casos antes de tomar acción. Las escuelas, de las cuales Hosein dice que “la mayoría solo tiene la esperanza de que el problema desaparecerá”, puede que no noten muchos matices del acoso en línea o “castiguen a las víctimas por finalmente reaccionar defensivamente […], en especial a los niños con discapacidad de aprendizaje u otras, quienes son neurodivergentes, presentan ansiedad, o no cumplan con los estándares de masculinidad o feminidad”.

Por lo tanto, la verdadera justicia debería involucrar averiguar cuántos niños sufren de acoso, encontrar lo que no está funcionando —incluido el ambiente del hogar que ocasiona el comportamiento de acoso— y crear un orden para mitigar el riesgo. Hosein también consideró importante señalar que el Informe de Ambiente Escolar confirmó que “cerca de un tercio del acoso está relacionado con nuestras creencias de masculino y femenino, y la toxicidad de la homofobia”, que junto con otras posturas patriarcales, son dañinas “sin importar la orientación sexual del estudiante”.

“Toda la sociedad debe reconocer esto para tomar responsabilidad con el fin de crear paz», Hosein advirtió. «Debemos tener valentía para ver cómo los problemas están conectados, aunque creamos que no deberían estarlo”.

La líder opositora Kamla Persad-Bissessar sugirió implementacr legislación que aborde el acoso de manera específica: “Creo que deberíamos llamarla la ley Jayden, para tratar con el acoso como un todo».

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