
Captura de un reportaje de Gazete Duvar. Marcha de mujeres en la provincia de Van. Editada con Canva.
“Turquía quiere un cambio”, se lee en una publicación de la popular cuenta de Instagram de Turkishdictionary, que cita datos sobre siete mujeres asesinadas en tres días. “Sincerémonos: Turquía tiene un grave problema de violencia”, se lee en otra publicación en Instagram.
En las últimas semanas, grupos activistas de Turquía han hecho todo lo posible por llamar la atención sobre la situación de violencia en el país. Dos mujeres fueron asesinadas en Estambul a comienzos de octubre. Semih Çelik, de 19 años, asesinó a İkbal Uzuner y a Ayşenur Halil, y luego se suicidó. Al parecer, Çelik tenía antecedentes penales y problemas de salud mental. También estaba vinculado a varios grupos de célibes involuntarios de Turquía, conocidos por incitar a los hombres, a través de las redes sociales, a violar, acosar y a asesinar mujeres. La más reciente víctima encontrada era Rojin Kabaiş, universitaria de 21 años que había estado 18 días desaparecida.
Mujeres y niñas asesinadas
Uzuner y Halil no fueron las únicas que ocuparon los titulares de Turquía a comienzos de octubre. Otra mujer sufrió acoso sexual en Estambul por parte de dos hombres que, al principio quedaron en libertad, pero luego arrestados nuevamente cuando se difundió un video de la agresión a través de las redes sociales que suscitó la indignación pública.
En un artículo de Aposto, la periodista Melisa Gulbas señala que la violencia contra las mujeres y niñas alcanza un nivel sin precedentes en el país. Al comparar datos de 2021 y 2022, Gulbas afirma que los casos de agresiones sexuales contra mujeres han aumentado en casi 60% en 2023.
También en octubre, una bebé de dos años de la provincia de Tekirdağ falleció luego de varias semanas en coma tras haber sufrido abuso sexual. En entrevista con los medios, el presidente del Colegio de Abogados de Tekirdağ, Egemen Gürcün, declaró que viene incrementándose el abuso infantil en la provincia y “citó 283 solicitudes de representación legal en casos de abuso infantil ante el Colegio solo en 2023, y 172 en lo que va de 2024”, detalló Bianet.
En septiembre, una policía de 26 años fue asesinada por un agresor que ya tenía 26 delitos en su haber.
También en septiembre, el país se estremeció con la devastadora noticia del descubrimiento del cuerpo de Narin Güran, de 8 años, cerca del pueblo donde vivía con su familia. El asesinato de la pequeña desató protestas y reclamos de responsabilidad estatal a nivel nacional. Las voces críticas sostienen que las políticas del Estado contra el abuso son inadecuadas y demasiado influenciadas por valores religiosos y normas obsoletas que son permisivas con el abuso y los abusadores.
En 2022, luego de la publicación de un duro informe de Human Rights Watch (HRW), Emma Sinclair-Webb, subdirectora de la División Europa y Asia Central de HRW, explicó por qué es tan difícil combatir la violencia de género en Turquía:
The government’s approach to combating violence against women is framed in paternalistic, conservative terms. The authorities see it as part of a national duty to protect women, whom they see as vulnerable and breakable, and to support the institution of the family. Turkey’s president is on record opposing gender equality and it has been written out of government policy. So while we are seeing government efforts to tackle violence against women, the government simultaneously undermines its own efforts by not seeing the fight against domestic violence as part of promoting women’s rights or ensuring gender equality.
El planteamiento del Gobierno para combatir la violencia contra la mujer es paternalista y conservador. Las autoridades consideran que es un deber nacional proteger a las mujeres, a quienes perciben vulnerables y frágiles, y apoyar la institución familiar. El presidente de Turquía ha declarado abiertamente su oposición a la igualdad de género y la han eliminado de las políticas públicas. Entonces, aunque vemos un esfuerzo del Gobierno por abordar la violencia contra la mujer, al mismo tiempo, socava sus propios esfuerzos al no incluir la lucha contra la violencia doméstica dentro de la promoción de los derechos de las mujeres ni garantizar la igualdad de género.
Otro informe publicado en 2023 por la Federación de Asociaciones de Mujeres Turcas (TKDF) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) de Turquía reveló que ocho de cada diez personas objeto de violencia eran mujeres, que 73% de las mujeres que sufrían violencia estaban casadas, y que los hombres eran los perpetradores de la violencia en el 90% de los casos registrados; de ellos, 63% eran cónyuges y 21% otros familiares.
Según señala la plataforma We Will Stop Femicides [‘Pararemos los femicidios’] en sus registros de 2023, 315 mujeres han sido asesinadas por hombres, y 248 fueron encontradas muertas en circunstancias sospechosas. Otra plataforma que lleva un contador documenta que, al 22 de octubre de 2024, han asesinado a 320 mujeres.
La única respuesta del Estado ante estos asesinatos ha sido bloquear el acceso a Discord, ya que, según el ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, la plataforma fue el origen de esa violencia por incitar delitos de “abuso sexual contra infancias y obscenidades”.
¿Se volverá a la Convención de Estambul?
En 2021, Turquía se retiró de la Convención de Estambul, Consejo de la Convención Europea para evitar y combatir la violencia contra la mujer. Desde su retiro, las agrupaciones por los derechos de las mujeres han exigido a Turquía volver a entrar en la Convención, a pesar de que el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan no está de acuerdo. El 9 de octubre, cuando habló en la cumbre de su partido, dijo: “Nuestro retiro de la Convención de Estambul no afecta en lo más mínimo los derechos de la mujer”. También se comprometió a arrestar y enjuiciar a aquellos con antecedentes penales e impedir que los delincuentes circulen libremente por el país.
“Es la impunidad”, esa es la principal causa de los asesinatos de mujeres, niñas y animales callejeros, declaró Sera Kadigil, parlamentaria y miembro del Partido de los Trabajadores en una entrevista por video.
Mientras tanto, este reportaje sostiene que la Policía también empezó a dar seguimiento los grupos de “célibes involuntarios” y que se ha disparado la venta de gas pimienta en el país tras la serie de feminicidios ocurridos en los dos meses anteriores. También varias agrupaciones defensoras de los derechos de la mujer y decenas de mujeres particulares han marchado en las calles de todo el país para exigir un cambio en las políticas.