Museos franceses participan de eliminar la identidad tibetana de Pekín

Tibetanos protestan frente al Museo Guimet de París. Captura de pantalla del canal de YouTube de Tibet TV.

Dos importantes museos de París están utilizando términos distintos a «Tíbet» para describir parte de sus colecciones de objetos culturales tibetanos, y se unen así a la política de eliminación cultural de Pekín. Este cambio de denominación es ahora el centro de una gran protesta entre los tibetólogos, y ha desatado un acalorado debate en Francia. Tíbet como nación ha existido durante siglos con su propio nombre tibetano བོད་ (pronunciado «böd»), hasta que fue ocupado y anexionado por la República Popular China en 1951. Desde entonces, Pekín ha dividido Tíbet en varias provincias, incluida la que llama Xizang zizhiqu (西藏自治区), que significa Región Autónoma de Xizang, y las provincias de Sichuan, Yunnan, Gansu y Qinghai. En chino, el término xizang (西藏) significa literalmente «depositario occidental», pero es en realidad una referencia a Ü-Tsang, región histórica del oeste de Tíbet que no incluye otras partes del Tíbet histórico, como Kham y Amdo. Se trata, pues, de una palabra reductiva que ignora dos tercios de la patria tibetana. Desde la Edad Media, el chino utilizó otro término, Tubo (que tiene múltiples grafías, incluida Tubote 图伯特), que se acerca más al término Tíbet, que a su vez podría ser de origen túrquico y significa «Las Alturas».

En sus esfuerzos por unir a los 56 grupos étnicos que existen en la República Popular China, Pekín ha impuesto una política de genocidio étnico y cultural contra numerosos grupos, por temor a que un día quieran recuperar su independencia. Entre ellos figuran principalmente uigures (unos 12 millones), tibetanos (más de siete millones) y mongoles (unos seis millones). Ante las duras críticas internacionales por sus violaciones de derechos humanos y las acusaciones de genocidio, Pekín se apresura en impulsar una contranarrativa que niega cualquier abuso, pero también reescribe la historia para adaptarla a su propio discurso, incluso en Francia, donde se estima que viven 10 000 tibetanos . El último ejemplo de esta narrativa china ha surgido en París, donde dos museos franceses han rebautizado sus colecciones tibetanas como originarias de «Xizang» o de la «región del Himalaya».

Global Voices habló por correo electrónico con Katia Buffetrille, experimentada tibetóloga e investigadora de la Escuela Práctica de Estudios Superiores, para entender por qué las autoridades culturales francesas aceptarían sustituir el término «Tíbet» por alternativas como «Xizang» o «Mundo Himalayo». Sus citas se han editado por brevedad y estilo.

Katia Buffetrille, foto utilizada con permiso.

La provenance des objets tibétains aux British Museum et au Metropolitan Museum est toujours indiquée sous le nom Tibet. Or, en France, le Musée du Quai Branly avait choisi Région autonome du Xizang, l’appellation administrative chinoise qui ne correspond que partiellement au Tibet traditionnel; et le musée Guimet, l’appellation géographiquement inappropriée « monde himalayen » en lieu et place de Tibet. Au musée du Quai Branly, la dénomination Xizang a été appliquée il y a plusieurs années, donc avant même que les autorités chinoises ne l’imposent en Chine (2023) tout en tentant de l’imposer également à l’étranger. En ce qui concerne l’emploi de « monde Himalayen » à Guimet, le changement date du début 2024, lors de la rénovation des salles appelées précédemment Tibet-Népal. Cette année 2024 marque les 60 ans de l’établissement des relations diplomatiques entre la France et la République Populaire de Chine (RPC) et le musée Guimet a programmé à cette occasion plusieurs expositions avec prêts d’objets par la RPC. Fâcheuse coïncidence entre cette année de commémoration et la suppression de Tibet au profit de « Monde himalayen » ? On est en droit d’en douter quand on connaît la tentative de la RPC d’imposer d’inacceptables conditions au directeur du musée de Nantes en contrepartie du prêt d’objets, lors de l’exposition de ce musée sur Gengis Khan. Par ailleurs, la nomination de Jean-Pierre Raffarin, représentant spécial du gouvernement français pour la Chine, au conseil d’administration de Guimet en mai 2023, tout comme la présence de donateurs chinois tels que MGM et Poly Culture (p. 51 de la brochure Guimet-Chine 2024), dont certains membres sont totalement impliqués dans les politiques gouvernementales, ainsi que le rôle de Art exhibitions China dans l’organisation des expositions interrogent.

La procedencia de los objetos tibetanos de los museos Británico y Metropolitano sigue indicándose con el nombre de Tibet. Sin embargo, en Francia, el museo estatal Museo del muelle Branly ha optado por la Región Autónoma de Xizang, nombre administrativo chino que solo corresponde parcialmente con el Tíbet tradicional, y el museo estatal Museo Guimet, el nombre geográficamente inapropiado de «Mundo Himalayo» en lugar de Tíbet. En el Museo del muelle Branly, el nombre de «Xizang» se aplicó hace varios años, incluso antes de que las autoridades chinas lo impusieran en China (2023) mientras trataban de imponerlo también en el extranjero. En cuanto al uso de «Mundo Himalayo» en el Guimet, el cambio data de comienzos de 2024, durante la renovación de las salas antes llamadas Tíbet-Nepal. Sin embargo, en 2024 se cumplen 60 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Francia y la República Popular China, y el Museo Guimet ha programado varias exposiciones con objetos prestados por la República Popular China para esta ocasión. ¿Una desafortunada coincidencia entre este año de conmemoración y eliminar Tíbet para usar «Mundo Himalayo»? La duda sobre la verdadera razón [del cambio de etiqueta] es legítima, dados los esfuerzos de la República Popular China por imponer condiciones inaceptables al director del museo de Nantes a cambio de prestarle objetos, durante la exposición de este museo sobre Gengis Kan. Por otra parte, el nombramiento de Jean-Pierre Raffarin, representante especial del Gobierno francés para China, en la junta directiva de Guimet de mayo de 2023, así como la presencia de donantes chinos, como MGM y Poly Culture (p. 51 del folleto Guimet-China 2024), algunos de cuyos miembros están plenamente implicados en las políticas gubernamentales, así como el papel de Exhibiciones de Arte en China en la organización de las exposiciones, plantean interrogantes.

Tenzin Namgyal, foto utilizada con autorización.

Global Voices también habló con Tenzin Namgyal, tibetano que vive en Francia e integra el grupo internacional Estudiantes por un Tíbet Libre, que añade:

One of the most famous French women to reach Lhasa was Alexandra David-Néel who made it to Tibet over 100 years ago. The Guimet museum had a whole exhibition about her. Earlier they used to write ‘Tibet,’ now, Alexandra David-Neel reached Lhasa in Ü (short for Ü-Tsang/central Tibet) instead of writing Tibet. This is the background story about why the Guimet Museum has been very fallacious in that their changes are much more insidious and dangerous to me, because Quai Branly with all their mistakes about Xizang, never took out the word ‘Tibet.’

Una de las mujeres francesas más famosas que llegó a Lhasa fue Alexandra David-Néel, que llegó a Tíbet hace más de cien años. El museo Guimet tuvo toda una exposición sobre ella. Antes escribían «Tíbet», ahora escriben que Alexandra David-Néel llegó a Lhasa en Ü (abreviatura de Ü-Tsang/Tíbet central) en lugar de escribir Tíbet. Esta es la historia de fondo de por qué el Museo Guimet ha estado muy errada, ya que sus cambios son mucho más insidiosos y peligrosos para mí, porque el Museo del Muelle Branly, con todos sus errores sobre Xizang, nunca quitó la palabra «Tíbet».

Global Voices también preguntó por qué el término «arte del Himalaya» no es apropiado, dado que gran parte de la cordillera se encuentra en Tíbet. Buffetrille lo explica:

L’Himalaya est simplement la frange méridionale du Tibet, un immense territoire qui correspond à un quart de la Chine actuelle. « Monde himalayen » est un concept géographique et ne peut être considéré comme une aire culturelle homogène. C’est aussi une expression totalement étrangère aux Tibétains eux-mêmes qui, jamais, ne se diraient « himalayens ». Ils ne se connaissent que comme « Tibétains » de tel lieu ou telle région du Tibet. « Monde himalayen » est une appellation inappropriée, un moyen d’éviter l’emploi du nom Tibet qui déplaît fortement à la RPC. Renommer les pays conquis est une action habituelle de la puissance occupante qui tente ainsi d’effacer jusqu’à l’existence même, passée et présente, du pays qu’elle occupe. La fonction culturelle et pédagogique d’un musée doit-elle disparaître au profit d’intérêts économiques et politiques ? Les textes d’un musée ne doivent-ils pas refléter des faits historiquement fondés, reconnus par la communauté scientifique ou leur rôle est-il de servir complaisamment la volonté de réécrire l’histoire de régimes non-démocratiques ?

El Himalaya no es más que la franja meridional de Tíbet, un vasto territorio que corresponde a una cuarta parte de la China actual. «Mundo Himalayo» es un concepto geográfico y no puede considerarse una zona cultural homogénea. También es una expresión completamente ajena a los propios tibetanos, que nunca se llamarían a sí mismos «himalayos». Solo se reconocen como «tibetanos» de un lugar o región particular de Tíbet. «Mundo himalayo» es un término inapropiado, una forma de evitar utilizar el nombre «Tíbet», lo que desagrada enormemente a la República Popular China. Cambiar el nombre de los países conquistados es una práctica habitual de la potencia ocupante, que intenta así borrar la propia existencia, pasada y presente, del país que ocupa. ¿Debería desaparecer la función cultural y educativa de un museo para dar paso a intereses económicos y políticos? ¿No deberían los textos de un museo reflejar hechos históricamente fundamentados, reconocidos por la comunidad científica, o su función es servir complacientemente al deseo de reescribir la historia de regímenes no democráticos?

Tenzin Namgyal hace una buena comparación para ilustrar cómo viven esta elminación los tibetanos que viven en Francia:

Himalaya is a chain of mountains to the south of Tibet. Tibet is 2.5 million square kilometers. Imagine here in France we call the French culture, some sort of Mediterranean culture just because there's the Mediterranean sea. It doesn't make any sense historically and scientifically. And on top of that, when they use Himalayan world, they also erase the very distinct cultural identity of Nepal, Bhutan, Ladakh, and Sikkim.

El Himalaya es una cadena de montañas al sur de Tíbet, que abarca 2,5 millones de kilómetros cuadrados. Imaginemos que aquí en Francia dijéramos que la cultura francesa es una especie de cultura mediterránea solo porque está el mar Mediterráneo. No tiene ningún sentido, ni histórica ni científicamente. Y, además, cuando utilizan el «Mundo Himalayo», también borran la identidad cultural tan distintiva de Nepal, Bután, Ladakh y Sikkim.

Varios grupos de tibetólogos y tibetanos han escrito cartas de protesta, algunas publicadas en medios franceses. Buffetrille cree que esas acciones han tenido un fuerte impacto:

Notre tribune signée par 27 chercheurs, tibétologues et sinologues, a eu un retentissement qui nous a surpris. La presse, non seulement française mais étrangère s’y est intéressée. Cela montre combien l’image de la Chine s’est dégradée. Il est évident que l’opinion publique française est davantage sensible aujourd’hui aux ingérences de puissances étrangères. Il y a peu, le musée du Quai Branly a reçu une délégation de Tibétains et les a assurés que l’appellation Xizang serait supprimée et le nom Tibet réintroduit. Cela a bien été fait dans le catalogue et devrait être corrigé rapidement sur les cartels des vitrines d’exposition. Du côté de Guimet, rien n’a bougé. Certes, pour ce musée dédié aux arts asiatiques et qui présente cette année plusieurs expositions sur la Chine, les enjeux financiers et politiques sont importants, mais sa réputation et sa crédibilité scientifique le sont tout autant.L’exposition annoncée pour le mois de novembre 2024 a pour sujet Chang’an, la capitale de l’empire Tang (618-907). Cette période est aussi celle où l’empire tibétain voisin a connu son apogée. Malgré leurs nombreux conflits, ces empires voisins et rivaux entretenaient des relations diplomatiques, signaient des traités de paix et utilisaient les alliances matrimoniales comme outil politique. En 763, les armées tibétaines occupèrent Chang’an, occupation brève mais qui mit en danger l’existence même de la dynastie Tang.

Nuestro ensayo firmado por 27 investigadores, tibetólogos y sinólogos, tuvo una repercusión que nos sorprendió. La prensa, no solo francesa, sino también extranjera, mostró interés. Esto muestra hasta qué punto se ha deteriorado la imagen de China. Es evidente que la opinión pública francesa es hoy más sensible a las injerencias de potencias extranjeras. Recientemente, el Museo del Muelle Branly recibió a una delegación de tibetanos y les aseguró que se suprimiría el nombre de Xizang y se volvería a usar el de Tíbet. Esto se hizo efectivamente en el catálogo y debería corregirse rápidamente en las etiquetas de las exposiciones. Por parte del Guimet, nada ha cambiado. Por supuesto, para este museo dedicado a las artes asiáticas y que presenta este año varias exposiciones sobre China, las apuestas financieras y políticas son importantes, pero su reputación y su credibilidad científica son igualmente importantes. La exposición, anunciada para noviembre de 2024, se dedica a Chang'an, capital del Imperio tang (618-907). Este periodo fue también el de mayor apogeo del vecino Imperio tibetano. A pesar de sus numerosos conflictos, estos imperios vecinos y rivales mantuvieron relaciones diplomáticas, firmaron tratados de paz y utilizaron alianzas matrimoniales como herramienta política. En 763, los ejércitos tibetanos ocuparon Chang'an, breve ocupación que puso en peligro la propia existencia de la dinastía Tang.

Namgyal concluye que la presión está teniendo consecuencias a largo plazo que los museos deberían considerar seriamente:

Common French people who are interested in Tibet and its culture have contacted me and said: ‘I have a membership to the Guimet Museum, which gives you certain privileges. ‘I'm sending my card back with the letter saying until and unless you change it back to Tibet, I will not stay a member of the museum.’ I think that is a very powerful way to put pressure on the museums by members.

Ciudadanos franceses interesados en Tíbet y su cultura se han puesto en contacto conmigo y me han dicho: «Soy socio del Museo Guimet, que te da ciertos privilegios. Estoy devolviendo mi tarjeta junto con una carta que dice que, hasta que no lo cambien de nuevo a Tíbet, no seguiré siendo miembro del museo». Creo que es una forma muy poderosa que tenemos los miembros de presionar a los museos.

Hacia comienzos de octubre, el Museo Guimet no ha respondido a ninguna de las cartas abiertas de protesta y ha continuado nombrando erróneamente objetos tibetanos.

Para más información sobre la identidad tibetana, lee también: La traducción como viaje literal de descubrimiento: Historia de una aventura en tierras tibetanas

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