Más allá de las narrativas de crisis, hay mucha belleza, fortaleza y resiliencia en el Sahel

Jóvenes dogones de Malí cargan paja para alimentar a los animales, África Occidental. Imagen de Ferdinand Reus en Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0 Deed).

Durante décadas, la región del Sahel, que atraviesa Burkina Faso, Camerún, Chad, Guinea, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Gambia, se ha percibido como un lugar de miseria. El Sahel está asociado a inestabilidad política, pobreza y problemas climáticos, y siempre se ha descrito desde una mirada de crisis. Sin embargo, la historia saheliana, como muchas otras de África, tiene más capas y matices de los que reflejan los titulares de los medios del mundo.

A pesar de que las referencias sobre el Sahel evocan imágenes de una región estéril y empobrecida, en términos ecológicos es rica en biodiversidad desértica y de sabana. Tales narrativas sobre el Sahel se remontan a la era colonial y a factores geopolíticos más recientes.

Sin embargo, la región ha sido históricamente conocida por su intercambio transregional y la presencia de reinos e imperios legendarios. Antes del surgimiento del comercio atlántico de esclavos, se comercializaban hacia el Sahel productos valiosos de las sabanas más húmedas y las zonas selváticas de África.

Ahora, esta zona transnacional políticamente turbulenta, que abarca Burkina Faso, Mali, Níger, Senegal, Sudán, Mauritania, Chad y parte de Nigeria, ha sido golpeada por toda clase de crisis, desde conflictos armados y golpes militares hasta desenfrenados ataques terroristas. Desde 2020, han ocurrido seis golpes en Níger, Burkina Faso y Mali que han paralizado a los gobiernos civiles, en los que Burkina Faso exigió el retiro de las fuerzas militares francesas presentes en diversas formas desde el régimen colonial.

En enero de 2024, Burkina Faso, Mali y Níger se retiraron de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS/CEDEAO), hecho que deterioró aún más las relaciones diplomáticas dentro de la región. También empeoraron los vínculos con Estados Unidos cuando el gobierno de Joe Biden suspendió el acceso de estos países al libre comercio con los mercados estadounidenses. Desde entonces, diversos medios vienen amplificando las narrativas sobre una infracción de seguridad en la región y su incapacidad para contenerla por sí misma.

La esperanza de la juventud saheliana

El 65% de la población del Sahel tiene menos de 25 años, por lo que es la región más joven del mundo. Esta extensa población joven constituye un abundante recurso humano para el desarrollo los mercados regionales e internacionales.

Lamentablemente, desde su independencia en la década de 1960, estos países han heredado instituciones gubernamentales y territorios redefinidos muy difíciles de gestionar. Los grupos islamistas insurgentes controlan gran parte de la zona, y la población civil ha quedado atrapada en el medio, por lo que la juventud es más vulnerable al extremismo violento o al reclutamiento voluntario por grupos armados. Hasta ahora, cerca de 4,2 millones de personas han sido desplazadas, según las estimaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). También han cerrado más de 4000 escuelas y 150 centros de salud a lo largo de la región.

Mapa de África con la región del Sahel destacada en naranja. Imagen de Sadalmelik en Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0 Deed).

Reconfigurar la imagen del Sahel

En respuesta a estos persistentes problemas, varios actores nacionales, regionales e internacionales buscan rediseñar la imagen del Sahel. Está por ejemplo el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha impulsado la campaña #IAMSahel [‘Soy Sahel’] para tratar de cambiar la narrativa y el contexto de las voces sahelianas.

Durante el lanzamiento de la campaña, La subsecretaria general del PNUD, Ahunna Eziakonwa, explicó que el mundo necesitaba trasladar la atención a las debilidades del Sahel hacia sus fortalezas. La campaña se centra en mostrar una nueva narrativa sobre el Sahel a través de cobertura de medios estratégica, relatos comunitarios y asociaciones con comunidades locales, para destacar el potencial de la región con el objetivo de «ayudar a cambiar la atención y mostrar la belleza, la fortaleza y el talento del Sahel», agregó Eziakonwa.

Durante el mismo lanzamiento, el músico y embajador de buena voluntad del PNUD Alif Naaba también enfatizó que la música, profundamente enraizada en la cultura de esta región, tenía un papel crucial para la resiliencia y debería usarse para redirigir las percepciones sobre el Sahel.

Otro embajador de buena voluntad del PNUD y director de orquesta Patoranking, agregó la importancia del arte y la cultura sahelianas como piedras angulares del rubro del entretenimiento africana. Señaló que, al destacar los logros de héroes locales, la región puede moldear su propia historia y potenciar la creatividad de su gente.

Al referirse a la iniciativa de la Gran Muralla Verde, uno de los proyectos más ambiciosos del continente, Patoranking añadió que el Sahel albergaba infinidad de oportunidades.

En la campaña participaron muchas personas jóvenes a través de X (antes Twitter). La usuaria @EmilyJoof dice que su libro Halima, la princesa heroína promueve la alfabetización y celebra la representación multicultural:

Conoce a la saheliana Emily Joof, que promueve la alfabetización y la representación multicultural a través de la Biblioteca Mbife y la Fundación Mbife.
Más información en Centro subregional para África Occidental y Central, #IAMSahel
Vea más historias en https://go.undp.org/IAMSAHEL
Lea el informe
.
———–
Muy orgullosa de contar mi historia y retratar nuestra hermosa, diversa, rica y compleja diáspora de África Occidental en la campaña #IAMSAHEL [Yo soy Sahel].

Otro usuario observó:

La belleza del Sahel desde las alturas supera toda maravilla; el verdor habla por sí mismo.

El Sahel protagoniza los proyectos ambientales más ambiciosos del mundo, entre ellos, la iniciativa de la Gran Muralla Verde. #IAMSahel

Más información.

Además de un cambio de imagen, la campaña #IAmSahel podría impactar las vidas de unas 300 millones de jóvenes con oportunidades de empleo interesantes, puede fomentar emprendimientos e involucrar a la juventud en proyectos de gobernanza y consolidación de la paz. Se espera que la iniciativa sea una oportunidad para que el mundo redescubra la belleza, la fortaleza y la creatividad del Sahel, cualidades que, por mucho tiempo, han permanecido sepultadas en la historia.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.