Por qué era importante que Santa Lucía organizara una conferencia ambiental regional

Los pitones de Santa Lucía; foto a través de Canva Pro.

Escrito por Tyrell Gittens

Esta historia combina dos artículos que se publicaron originalmente en Cari-Bois Environmental News Network. Se reproduce a continuación como parte de un acuerdo para compartir contenido. 

Representantes de Cari-Bois Environmental News Network, uno de los editoriales de Global Voices, asistieron al XXVI Congreso de la Red de Fondos de Latinoamérica y el Caribe (RedLAC) en Santa Lucía, que tuvo lugar del 7 al 10 de octubre. Este congreso anual de financiación ambiental, que se celebró por primera vez en el Caribe Oriental, pretende reunir a fondos ambientales de Latinoamérica y el Caribe con aliados estratégicos y socios internacionales, inversionistas y representantes gubernamentales.

El tema de este año, «30x30x30: El camino hacia 2030«, pretende «[avanzar] en los objetivos mundiales de conservación en contextos nacionales y regionales». Se refiere al objetivo de conservación «30×30«, elemento clave del recientemente adoptado Marco Global de Biodiversidad, que establece que el 30% de la tierra y el mar del planeta deben conservarse para 2030 con zonas protegidas y similares.

En una entrevista reciente, la directora ejecutiva del Fondo Caribeño para la Biodiversidad, Karen McDonald Gayle, explicó por qué el Congreso es relevante para el planteamiento caribeño de la meta 30×30: «Es muy importante que hagamos oír la voz del Caribe y, más concretamente, la voz del este del Caribe». Las realidades cotidianas de aspirar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y alcanzar estas metas mundiales por fin tienen oportunidad de debatirse en el contexto de la experiencia de América Latina y el Caribe.

Mientras las iniciativas mundiales de conservación se basan en aplicar la Meta 3 del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, RedLAC se dedican a reforzar y ampliar las asociaciones con los organismos de ejecución de la región. Participan más de 200 asistentes de 20 países.

En su perfil nacional de Santa Lucía, el Convenio sobre la Diversidad Biológica señala que la isla alberga más de 1300 especies vegetales, 160 aves, 250 peces de arrecife, 50 especies de coral y otras especies endémicas como el loro de Santa Lucía y el lagarto cola de látigo de Santa Lucía. La alta biodiversidad de la isla, y su reconocimiento internacional como centro de biodiversidad, sirven de inspiración adicional a los asistentes para seguir invirtiendo en proteger la biodiversidad de la región.

Tras señalar que el objetivo del Congreso es fortalecer las relaciones entre los fondos ambientales regionales, Gayle añadió que el momento de la reunión también es significativo, dado que la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) de 2024 se celebrará en Cali (Colombia) semanas después: «[RedLAC] brinda una plataforma inestimable para construir y fomentar una mayor presencia de los países del Caribe en esta red y para reforzar nuestro mensaje colectivo de financiación ambiental a largo plazo para la región».

Por eso, los miembros de RedLAC han aprovechado la oportunidad para hacer un «balance» antes de la COP16 e identificar los progresos para aplicar la meta del Marco Global de Biodiversidad, y han debatido posibles rubros de crecimiento.

Desde su creación en 1999, RedLAC ha desarrollado e implementado mecanismos financieros para ayudar a plantear iniciativas de conservación en la región. Por la gran biodiversidad de los países de su red, los 32 miembros de RedLAC contribuyen a proteger aproximadamente la mitad de los bosques tropicales del mundo, el 41% de los mamíferos del planeta, el 33% del total de especies de reptiles y el 50% de las aves del mundo, y 30x30x30 repercute en todo.

«Es muy importante que [nos] unamos para idear un planteamiento integral para trabajar con los Gobiernos de la región y garantizar que haya financiación para el trabajo», dijo Gayle, “pero también tenemos que comunicarnos honestamente sobre cuáles son nuestras dificultades y cómo podemos trabajar juntos”.

Entre los ponentes figuran expertos regionales y representantes de organizaciones internacionales como Internacional Conservación y The Nature Conservancy.

Los debates ya han versado sobre cuestiones como la contabilidad del carbono, la circularidad, la resiliencia climática y la financiación de proyectos azules y verdes. El profesor Dale Webber, ecologista costero y exdirector de la Universidad de las Indias Occidentales (Jamaica), inauguró la conferencia y explicó exactamente lo que significa el objetivo 30×30 del Marco Global de Biodiversidad en el contexto caribeño.

En general, el objetivo es que los asistentes comprendan la posición del Caribe en el debate sobre el 30×30. Como muchos países de Latinoaqmérica ya han avanzado en la Meta 3, Gayle quiere reflexiones sinceras sobre los planes del Caribe para acelerar su progreso: «El concepto de que los problemas que tenemos deben resolverlos los Gobiernos es un mito que debemos superar», opina. «Hay un papel para otros al ayudar a financiar las prioridades nacionales y regionales […] un espacio para que otros se nos unan».

«Tal vez seamos más pequeños en el espacio», continuó Gayle, «pero somos más grandes en el océano, y el trabajo que estamos haciendo es igual de importante».

Por su parte, para los asistentes era importante que el acto fuera una plataforma para entablar un diálogo significativo y actuar a favor de la conservación de la fauna y el patrimonio natural de la región, que siguen viéndose afectados por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Tyrell Gittens es coordinador y editor de la Red de Noticias Medioambientales de Cari-Bois.

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