Indonesia deja sin efecto prohibición de exportar arena del mar, que provoca enfado de activistas y comunidades costeras

Draga de arena depositando arena. Imagen de Flickr. Licencia de Creative Commons CC BY-ND 2.0

Durante más de 20 años, Indonesia ha prohibido la exportación de arena del mar para salvaguardar los ecosistemas marinos y proteger los medios de vida de las comunidades costeras. Sin embargo, el Ministro de Comercio indonesio, Zulkifli Hasan, anunció que a partir del 8 de octubre entrarían en vigor dos nuevas normativas que suspenden efectivamente la prohibición y permiten el dragado de arena del mar. Mientras que algunos promotores e inversionistas se muestran encantados por el potencial económico, el cambio de la norma ha desatado la ira de la población costera, los expertos y los activistas ambientales.

La arena es un material de construcción de alta demanda y el segundo más extraído del mundo, solo superado por el agua, por lo que su exportación internacional es sumamente lucrativa, en particular para los países que construyen islas artificiales o intentan proyectos de recuperación del suelo.

Probablemente, el principal consumidor de Indonesia será Singapur, destacado importador de arena que ha hecho fuertes inversiones en proyectos de recuperación de tierras desde la década de 1960 y ha aumentado su territorio en más de un 25% en el proceso.

Territorio de Singapur en la década de 1960 en comparación con 2017. Imagen de YouTube.

Indonesia empezó a exportar arena a Singapur en la década de 1970, principalmente del archipiélago Riau. Muchas pequeñas islas han ido desapareciendo a lo largo de los años como consecuencia de la extracción excesiva, y fue uno de los factores que llevaron al entonces presidente Megawati Soekarnoputri a aplicar una prohibición en 2003, ya que los activistas afirmaron que la práctica estaba perjudicando a las poblaciones pesqueras locales y devastando el ambiente.

Sin embargo, la demanda de arena, especialmente para construcción en los países del Sudeste Asiático en rápida urbanización, ha creado un significativo mercado negro de arena de mar. En un informe de 2014 se estimaba que cada año se extraían ilegalmente de Indonesia 600 millones de toneladas de arena, lo que originaba pérdida de islas y amenazas contra los denunciantes. Incluso han detenido a algunos manifestantes por oponerse a la extracción.

Incentivada por el excesivo desarrollo inmobiliario, la industria de la arena solo parece crecer, y los responsables políticos indonesios quieren volver al juego.

Repercusiones económicas

Indonesia tiene algunos de los recursos marinos más ricos del mundo, y con la explotación del mercado de la arena del mar, las autoridades esperan incrementar significativamente su PIB, una enorme ayuda si se tiene en cuenta que el país aspira a convertirse en un país de renta alta para 2045.

El 27 de septiembre, 66 empresas habían solicitado ya permisos para empezar a extraer arena del mar, incluidas empresas vinculadas a funcionarios actuales y familiares del presidente entrante Prabowo Subianto Djojohadikusumo, que asumió el cargo el 20 de octubre.

Herry Tousa, presidente de la Asociación de Empresarios de Arena del Mar de las Islas Riau de Indonesia (APPL), respaldó la revocación y afirmó que sus miembros solicitaban los permisos en masa ya que las empresas podían vender arena en el exterior a precios muy elevados, al menos al doble del precio del mercado nacional. Esto podría suponer un incremento de los ingresos de miles de millones de rupias al año, aunque el Ministro de Finanzas indonesio no ha fijado aún un objetivo para los ingresos procedentes de la arena del mar para 2025.

Mientras el actual presidente Joko Widodo (Jokowi) preparaba su salida del cargo, hay quienes afirman que esta decisión consolida el legado de su gobierno de priorizar la economía antes que el ambiente. El consejo editorial de The Jakarta Post redactó una crítica mordaz sobre la decisión, señaló que los beneficios económicos serán «mínimos, posiblemente incluso insignificantes», y añadió:

The only parties to benefit will be the few, highly connected businesses that are already lining up to secure concessions to dredge sand and ship it abroad.

Las únicas partes beneficiadas serán las pocas empresas con grandes contactos que ya están haciendo fila para asegurarse las concesiones para dragar arena y enviarla al extranjero.

Los informes preliminares de los investigadores apoyan esta afirmación, indican que los beneficios económicos de la exportación de arena probablemente tendrán como correlato pérdida de ingresos de los pescadores, reducción de ingresos procedentes del turismo y pérdida de otros recursos marinos por el dragado del fondo marino.

Preocupaciones sociales y ambientales

Mientras que algunos vecinos de Indonesia se muestran satisfechos con la suspensión de las restricciones, a nivel nacional el cambio es menos popular. Los activistas locales afirman que la medida podría ser perjudicial para las islas bajas de Indonesia, que ya se encuentran en peligro de quedar sumergidas por la subida del nivel del mar. Retirar la arena, que actúa como una barrera de protección frente a grandes tormentas y tifones, podría acelerar este proceso y hacerlas más vulnerables a la erosión y las inundaciones. También afirman que la extracción de arena del mar podría alterar las corrientes naturales y el flujo de sedimentos, y mermar la calidad del agua.

La isla indonesia de Gili Air. Muchas de las más de 17 500 islas de Indonesia se encuentran al nivel del mar o justo por encima. Imagen de Flickr. Licencia de Creative Commons (CC BY-ND 2.0).

Los activistas ambientales y los científicos también alertan que las nuevas políticas provocarán efectos devastadores en los ecosistemas marinos. Para obtener arena del mar, los barcos dragan el fondo marino, lo que supone destruir el hábitat marino, erosionar las costas y una considerable alteración de la vida marina. Los arrecifes de coral, cruciales para la biodiversidad y la salud marina, son especialmente vulnerables a estas prácticas.

Las comunidades locales han manifestado también su preocupación por el posible agravamiento del deterioro ambiental. Los pescadores y la población costera temen que la extracción de arena no regulada altere las poblaciones de peces y destruya el delicado equilibrio de sus ecosistemas.

Tri Ismuyati, que vive en el pueblo de Banuharjo, en la costa norte de Java, manifestó su preocupación por la reanudación del dragado de arena en una entrevista con South China Morning Post:

«Me preocupa que se produzca una abrasión y nuestro pueblo acabe hundido. Mi preocupación es por el daño [al ecosistema marino] que podría causar la extracción de arena del mar. Si se destruye el mar, ¿de qué otro lugar podemos sacar pescado? Los pescadores de aquí no pueden realizar otras actividades diferentes a la pesca”.

Entre quienes se han manifestado en contra de la nueva política está la ex ministra de Marina Susi Pudjiastuti, que publicó en X (antes Twitter) su esperanza de que la política se desestime.

Ojalá esta decisión se revoque. El daño ambiental será mucho mayor. El cambio climático ya se está percibiendo y está teniendo su impacto. No lo empeoremos extrayendo arena del mar.
🙏🙏🙏🙏

Añadió que, como Indonesia enfrenta a una erosión masiva de la tierra y un inundaciones más severas (solo en Yakarta, hay barrios que se hunden a un ritmo de 11 centímetros al año), el Gobierno debería priorizar la recuperación de tierras nacionales antes que la exportación.

En respuesta a las críticas, Jokowi aclaró que el principal objetivo de la norma es la limpieza de los sedimentos submarinos que bloquean las rutas de navegación, e insistió en que no será perjudicial para el ambiente. Sin embargo, el Estado no ha revelado ninguna información sobre cómo identificará estos puntos de extracción ni cómo tiene previsto aplicarla. Los activistas también señalan que, aunque Jokowi destaca que las empresas extractoras deben centrarse en la extracción de «sedimentos» en lugar de arena, no ha publicado ninguna norma sobre la diferencia entre ambos y por qué será menos perjudicial para el ambiente.

Parid Ridwanuddin, responsable costero y marino de Walhi, una de las mayores ONG ecologistas de Indonesia, rebatió la afirmación de Jokowi.

We at Walhi see this regulation as serving business interests, but it’s dressed in scientific terms. The designer of this regulation cherry-picked everything very well, from its diction and its language politics to the laws, to make it sound like it’s a good policy when it’s really not.

En Walhi consideramos que este reglamento favorece los intereses comerciales, pero está maquillado en términos científicos. Quien ha elaborado este reglamento lo ha escogido todo muy a conciencia, desde su dicción y su política lingüística hasta la legislación, para hacer que parezca una buena norma cuando en realidad no lo es.

Las consecuencias sociales de la suspensión de la prohibición de exportar arena del mar son igualmente complejas. Aunque el Gobierno sostiene que la medida creará puestos de trabajo, se teme que pueda generar conflictos por los recursos, en especial en zonas donde las comunidades ya luchan por los derechos sobre la tierra y el agua. Afdillah, activista de Greenpeace Indonesia, advierte de la probabilidad de que la extracción de arena agrave las tensiones entre las comunidades pesqueras locales y desencadene conflictos violentos. La posible emigración a las zonas costeras en busca de trabajo también podría suponer una sobrecarga para los recursos y las infraestructuras locales.

Pueblo pesquero en la isla de Batam, Indonesia, cerca de Singapur. En muchas comunidades costeras, la pesca representa una parte fundamental de la vida. Imagen de Flickr. Licencia de Creative (CC BY-ND 2.0).

El camino a seguir

Indonesia, por ser uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, se ve continuamente obligado a equilibrar las posibilidades económicas con las preocupaciones ambientales. Esto es particularmente cierto si se tiene en cuenta que el archipiélago es excepcionalmente vulnerable a las presiones relacionadas con la crisis climática.

El propio Prabowo ha asumido numerosos compromisos políticos que han inquietado a los activistas ambientales, como la expansión de los sectores minero, energético y de plantaciones de Indonesia.

Prabowo en el cargo este mes, su decisión de mantener o detener la extracción de arena del mar dará a entender cómo piensa plantear su gobierno las cuestiones ambientales, que para Indonesia y la región podrían tener consecuencias a largo plazo.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.