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Este artículo de Alina Mikhalkina se publicó originalmente en NewsMaker el 28 de septiembre de 2024. Global Voices reproduce una versión editada y traducida como parte de un acuerdo para compartir contenido.
Las crisis que sacuden a los países que conformaban la Unión Soviética están llevando a un crecimiento en el número de personas que pierden su ciudadanía. Si bien podría parecer que cada persona tiene una nacionalidad, pues viven dentro de las fronteras de algunos países, la realidad es diferente. Hacia finales de 2023, había 4.4 millones de apátridas a nivel mundial, personas sin ciudadanía o con nacionalidades inciertas. Para estas personas existen considerables dificultades: contraer matrimonio, abrir una cuenta bancaria o registrar una propiedad. Prácticamente, desaparecen de los «radares» oficiales y se ven privados de muchos derechos fundamentales.
Sin pasaporte en Moldavia
De acuerdo con Naciones Unidas, en 2014, más de veinte años después de la disolución de la Unión Soviética, más de 600 000 personas en todo el territorio postsoviético aún permanecían apátridas, como por ejemplo Elena Dergunov, residente de Chisináu.
“En la región Transnistria tenía pasaporte de la República de Moldavia. Con este podía ir a Israel, a donde trabajé por muchos años. Pero cuando regresé a Moldavia me confiscaron el documento en la frontera. Dijeron que el pasaporte no era válido”, recuerda la mujer.
En 1954, los países de Naciones Unidas redactaron la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas. De acuerdo con este documento, una persona apátrida es quien “no sea considerada como nacional por ningún Estado, conforme a su legislación”. Para 2024, 98 países, incluido Moldavia, habían firmado la convención.
Dergunov dice:
I lived without documents for 12 years. All I had was a copy of that invalid Moldovan passport. I registered my middle son at the hospital using that copy. I was only able to obtain a birth certificate for my youngest son when he was five and a half years old.
Viví sin documentos por 12 años. Todo lo que tenía era una copia de aquel pasaporte moldavo sin validez. Registré a mi segundo hijo en el hospital usando esa copia. Recién pude obtener el certificado de nacimiento de mi hijo menor cuando ya tenía cinco años y medio.
Cuando nadie te protege
Ser apátrida con frecuencia significa que no podrás abrir una cuenta bancaria, registrar una propiedad, contraer matrimonio, inscribir a un niño en el colegio, encontrar trabajo o, incluso, ver a un médico de cabecera. Elena admite que su exmarido la amenazaba constantemente, le decía que “presentaría una denuncia y se llevarían a los niños lejos de mí”. Durante todos esos años, no pudo conseguir trabajo de manera oficial ni recibir ayuda social.
De acuerdo con los expertos de Naciones Unidas, una persona puede convertirse en apátrida por varias razones, como discriminación por etnia, religión o por ser miembro de grupos minoritarios. Otra causa importante de apatridia es la discriminación de género.
Además, la apatridia puede incrementarse durante la “sucesión de Estados”, cuando se forma un nuevo país o se disuelve uno viejo.
“Desde 2005, me presenté en varias instituciones, pero me rechazaron en todas. No era ciudadana de Ucrania, ni tampoco de Moldavia. Después, obtuve la condición de apátrida y ahora tengo un documento de identidad y un pasaporte extranjero. Por primera vez, podía oficialmente conseguir un trabajo”, dice Elena.
Según Oleg Paliy, director del Centro Legal de Abogados, la diferencia entre ser reconocido como apátrida y aquellos con una condición legal indefinida es que estos últimos son casi invisible para las estructuras del Estado: «una persona sin documentos no tiene derechos sociales porque prácticamente no existe, es invisible para las instituciones gubernamentales».
Bielorrusos sin derechos
El 5 de enero de 2023, Aleksandr Lukashenko aprobó una ley que les permite revocar la ciudadanía bielorrusa a quienes huyeron del país por razones políticas. El fundamento oficial para esta medida es la “pérdida de lazos legales con el Estado”. En 2022, el gobierno de Lukashenko aprobó un mecanismo de represión que permite la persecución de figuras opositoras en rebeldía. El denominado “procedimiento especial” no solo faculta a a las autoridades una justificación formal para revocar la ciudadanía, sino que también les permite confiscar con libertad las propiedades abandonadas por estos apátridas.
El Gabinete Unido de Transición de Bielorrusia, creado por la líder opositora Svetlana Tsikhanóvskaya, prometió lanzar una iniciativa sin precedentes: un pasaporte para la Nueva Bielorrusia. Sin embargo, por ahora, sigue creciendo el número de bielorrusos apátridas, que están en países extranjeros obligados por las circunstancias.