Una mirada cinematográfica a la cultura de Turkmenistán: Entrevista con Oguljamal Yazliyeva

El protagonista de la película «Shukur Bagshy» toca un dutar. Captura de pantalla del vídeo «Primera etapa de Shukur Bagshi y Gulam Bagshi» de canal de YouTube de TravelerEuropa. Uso legítimo.

Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia del cine para comprender la cultura y la identidad de una nación. Esto es especialmente cierto en el caso de países como Turkmenistán, famoso por ser uno de los lugares más aislados y cerrados del mundo, por lo que es difícil que investigadores y turistas habituales visiten y conozcan la cultura turcomana.

En un contexto tan difícil, el cine surge como uno de los pocos medios disponibles para adentrarse en la cultura turcomana y explorar la vida de los turcomanos. Afortunadamente, hay muchas películas turcomanas en internet, que pueden servir de guía a través de la historia, la cultura y la identidad de Turkmenistán.

Este artículo es un extracto de una entrevista realizada a la señora Oguljamal Yazliyeva, investigadora académica de Estudios sobre Asia Central dedicada a Turkmenistán y representante de la nación turcomana. En la entrevista, habla de cómo el cine turcomano refleja las profundas raíces históricas de la nación y sirve de poderoso medio para preservar su rico patrimonio cultural.

Kechpelek: Una historia de amor y música

«Kechpelek» (Amargo destino) es una de las películas turcomanas más memorables e icónicas. Es una producción de Ovlyakuli Kuliyev de la década de 1970, y es una conmovedora historia de amor que tiene como telón de fondo las tradiciones musicales y la vida cotidiana de los turcomanos. Cuenta la historia de un bagshy (músico) turcomano llamado Berdymurat, interpretado por el famoso actor Baba Annanov. Kechpelek sigue la historia de amor entre Berdymurat y una turcomana llamada Maral.

La película retrata la vida cotidiana en la sociedad turcomana, comienza con una boda en las primeras escenas y continúa con las relaciones familiares y sociales. La acción se desarrolla con el telón de fondo de la vida cotidiana: peleas, conflictos, cocina y comidas compartidas, comunicación, juegos y amor. La música de la película fue compuesta por el legendario compositor turcomano Nury Halmamedov. La música tiene un papel especial en la película, ilustra cómo el arte une a las personas. «Es una historia muy triste, pero capta maravillosamente el papel de la música en la vida de los turcomanos», reflexiona Yazliyeva.

Este es el enlace a «Kechpelek» en YouTube.

La banda sonora de la película forma parte esencial de la narración, entreteje las emociones de los personajes y las tradiciones del pueblo turcomano. Las canciones que sonaron en nombre del personaje principal fueron interpretadas por la popular cantante Annaberdy Atdanov. La música ganó gran popularidad y el cariño de los televidentes. Con los años, la banda sonora principal pasó a formar parte de la vida cotidiana en Turkmenistán, y la gente empezó a utilizarla en funerales, conmemoraciones y otros acontecimientos tristes del ciclo vital que requieren música solemne y poderosa.

«La música de la película es increíblemente famosa y significativa. Es algo más que un trasfondo; forma parte de la historia», señala Yazliyeva.

Aquí está el enlace a «Mukam», una de las canciones de «Kechpelek», interpretada por Annaberdy Atdanov en YouTube.

Shukur Bagshy: La música como arma de paz

Una de las películas más emblemáticas del cine turcomano es «Shukur Bagshy» (La competencia), del director turcomano de origen tártaro Bulat Mansurov. La película está basada en un relato de Nurmyrat Saryhanow. Retrata el poder de la música frente al conflicto contando la historia del bagshy turcomano Shukur que lleva a la guerra su dutar, instrumento musical nacional turcomano, en lugar de un arma. Cuando un gobernante persa toma a su hermano como, Shukur convence a los miembros de su tribu de que no inicien la guerra, sino que le dejen intentar liberar a su hermano a través de un concurso de música en la corte del gobernante persa.

«Cuando le preguntaron por qué traía su instrumento, (Shukur) respondió: ‘Lucharé con mi música'», cuenta Yazliyeva.

La narración central gira en torno a una competición musical entre un músico persa llamado Ghulam y Shukur, en la que está en juego la libertad del hermano de Shukur. Al final, la resolución pacífica del músico turcomano a través de la música triunfa sobre la violencia, y libera a su hermano capturado por los persas.

Es una película filosófica sobre el destino y el papel del ser humano, y plantea preguntas como: ¿se justifica que cien personas mueran por una? ¿Puede una persona vivir en paz? ¿Cuándo es necesario tomar las armas y cuándo un instrumento musical puede servir de arma? ¿Hasta qué punto se puede confiar en la autoridad y en el enemigo?

A través de la lente de un concurso musical, con la música, concretamente el mugam, ocupando el 90% de la película, surge un poderoso mensaje antibelicista, así como una declaración sobre la necesidad del poder en la vida de las personas. Los diálogos son profundos y la película sigue siendo relevante hoy en día.

Por ejemplo, el kan persa responde a la tímida pregunta de su visir sobre si la victoria turcomana amenazaría su dominio: «Si pierde, la gente irá a la guerra inspirada, y si gana, irán a la guerra buscando venganza».

«Esta película es muy simbólica. Habla del carácter pacífico del pueblo turcomano: no quieren la guerra; intentan resolver los problemas con amor, música y paz», explica Yazliyeva.

Aunque no hay datos históricos ni de ningún otro tipo que demuestren que los turcomanos eran más pacíficos que otras naciones y que resolvían los conflictos con música y otros medios pacíficos, Turkmenistán ha tomado el camino de la coexistencia pacífica en los tiempos modernos.

En 1995, cuatro años después de independizarse de la Unión Soviética, Turkmenistán adoptó oficialmente la neutralidad como piedra angular de su política exterior y se comprometió a no tomar partido en ningún conflicto armado. El estatus neutral del país, reconocido por Naciones Unidas, significa también que no se unirá a ningún bloque militar ni albergará bases militares en su territorio.

Este es el enlace a «Shukur Bagshy» en YouTube.

El cine turcomano como depósito cultural

Para Yazliyeva, el cine turcomano es mucho más que entretenimiento: es un depósito de la historia, los valores y la identidad de la nación.

If you watch Turkmen films, you can learn a lot about our culture and our history. Turkmen culture is open and hospitable, but it’s important for the world to understand us more deeply. Films are a way for people from different backgrounds to connect and learn from one another.

Si ves películas turcomanas, puedes aprender mucho sobre nuestra cultura y nuestra historia. La cultura turcomana es abierta y hospitalaria, pero es importante que el mundo nos conozca mejor. Las películas son un medio para que personas de distintos orígenes se relacionen y aprendan unas de otras.

El cine turcomano, con su riqueza narrativa y su profundidad cultural, desempeña un papel vital como puente entre Turkmenistán y el resto del mundo.

Como subraya Yazliyeva, «el cine ayuda a ampliar el conocimiento sobre las personas, su historia y su desarrollo. Es una forma de conectar con los demás y preservar nuestro patrimonio para las generaciones futuras».

Los temas de la paz, el amor y la expresión artística están presentes en todas las películas. En un mundo globalizado, donde el entendimiento transfronterizo es más importante que nunca, las películas turcomanas son un testimonio del poder duradero de la diplomacia cultural a través del arte.

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