
Fotos de 14 víctimas de desaparición forzada en Filipinas durante el gobierno del presidente Ferdinand Marcos Jr. Foto de Lito Ocampo. Usada con autorización.
Defensores de los derechos humanos expresaron su preocupación ante el número creciente de desapariciones forzadas en Filipinas en el gobierno del presidente Ferdinand «Bongbong» Marcos Jr.
Marcos, quien asumió al poder el 30 de junio de 2022, es hijo del dictador, Ferdinand Marcos padre, que impuso la ley marcial en Filipinas entre 1972 y 1981. Durante ese período, se acusó a las fuerzas del Estado de cometer diversas violaciones a los derechos humanos para reprimir a la oposición. Grupos de derechos humanos identificaron alrededor de 1894 víctimas de desapariciones forzadas.
Leer más: Vigilantes de Marcos: Primeros cien días
A pesar de que el levantamiento de Poder Popular destituyó al régimen de Marcos, las políticas represivas impuestas en los años de ley marcial se mantuvieron, lo que llevó al abuso sistemático y continuo de los derechos de activistas y movimientos opositores.
Desde 2022, 14 personas fueron víctimas de desaparición forzada, lo que significa que el Estado las ha matado en secreto o las ha encarcelado sin juicio ni aviso. Que esta práctica se siga llevando a cabo demuestra que es posible que Marcos Jr. esté siguiendo los pasos de su padre en materia de derechos humanos y que continúe su legado de violencia. Las agrupaciones de derechos humanos añadieron que el secuestro continuo de activistas prueba el fracaso de la ley contra las desapariciones forzadas o involuntarias, aprobada en 2012 para afrontar el asunto.
El grupo de derechos humanos Karapatan señaló que el deterioro de la impunidad tiene un efecto intimidante en la sociedad. Grupos de la sociedad civil, activistas y periodistas temen hablar contra el Estado o exigir un cambio.
Families of the disappeared are left in a perpetual state of anguish, uncertainty and psychological trauma. As long as the cases of their loved ones remain unresolved, there is neither justice nor closure. Being a state-sponsored act, the terror that enforced disappearance leaves in its wake also represses entire communities, stifling free expression and dissent. There is a climate of repression where human rights can more easily be violated systematically.
Las familias de los desaparecidos viven en un estado constante de angustia, incertidumbre y trauma psicológico. Mientras los casos de sus seres queridos continúen sin resolverse, no hay justicia ni un cierre. Al ser un hecho respaldado por el Estado, el terror que las desapariciones forzadas dejan a su paso también somete a comunidades enteras, suprime la libertad de expresión y la disidencia. Hay un clima de represión en el que los derechos humanos pueden ser fácilmente violados sistemáticamente.
En su mayoría, los activistas desaparecidos eran organizadores comunitarios y laborales que participaban activamente en campañas de justicia social. El Centro de Sindicatos y Derechos Humanos (CTUHR) instó a las autoridades a detener la criminalización del activismo y la solidaridad.
We would like to remind the government that union organizing is not a crime and workers are the backbone of any economic recovery. Organizing is a basic human right and element of a functioning democracy.
Nos gustaría recordarle al Gobierno que la organización sindical no es un delito, y que los trabajadores son la base de toda recuperación económica. Organizarse es un derecho humano y un elemento básico de una democracia efectiva.

Familias de activistas desaparecidos se reunieron para recordar a sus seres queridos y pedir justicia. Foto de Lito Ocampo. Usada con autorización.
El 2 de noviembre, las familias y los amigos de víctimas de desaparición forzada se reunieron para conmemorar a sus seres queridos en el Día de los Difuntos, fiesta nacional en un país con una población con mayoría católica. Nanay (madre) Linda Capadan, cuya hija activista desapareció en 2006, dio el mensaje de la ceremonia en una declaración que se envió a representantes de la prensa:
We gather here today in search of our loved ones. Each year, we come together with heavy hearts but with undying hope that we will one day find them, and that candles will be lit and flowers offered at their resting places.
Hoy nos reunimos aquí en búsqueda de nuestros seres queridos. Cada año, nos unimos con gran pesar, pero con la esperanza inquebrantable de que un día los encontraremos y que encenderemos las velas y ofreceremos flores en sus lugares de descanso.
El cineasta JL Burgos, cuyo hermano activista fue secuestrado por presuntos miembros de las fuerzas de seguridad en 2007, señaló con tristeza que no tienen un lugar donde visitar a sus familiares desaparecidos para ofrecerles flores y encenderles velas en el Día de los Difuntos.
No marker…no name carved in stone yet we remember those who have disappeared. They will forever live in our defiance.
Sin lápidas…sin nombres grabados en piedra, pero aun así, recordamos a quienes desaparecieron. Vivirán por siempre en nuestra resistencia.

Familias ofrecen flores y prenden velas para honrar y recordar a los activistas desaparecidos. Foto de Lito Ocampo. Usada con autorización.
Grupos de derechos humanos de Asia expresaron solidaridad con los activistas filipinos y replicaron el pedido de acción gubernamental urgente. Mary Aileen Diez-Bacalso, directora ejecutiva de Forum Asia, le recordó al Gobierno filipino que es crucial hacer cumplir la ley contra las desapariciones forzadas.
Tactics of repression and intimidation are increasingly being used against human rights defenders and dissenting voices
Such abductions have long been used to instill fear and to silence critics, especially among environmental, human rights and labor rights defenders.
The Philippine Government must take decisive actions to enforce the 2012 Involuntary Disappearance Act by investigating, prosecuting, and punishing perpetrators of enforced disappearances to the full extent of the law.
Cada vez más se está usando estrategias de represión e intimidación contra defensores de los derechos humanos y voces disidentes.
Tales secuestros se usan desde hace mucho para infundir miedo y silenciar críticos, en especial entre los defensores del ambiente, los derechos humanos y los derechos laborales.
El Gobierno filipino debe tomar medidas contundentes para hacer cumplir la ley contra las desapariciones forzadas de 2012, investigar, procesar y castigar a los responsables de las desapariciones forzadas con toda el peso de la ley.
Wong Chen, parlamentario y miembro de la junta de Parlamentarios de la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) por los Derechos Humanos, hizo un llamado similar:
This alarming situation demands immediate and decisive intervention. We stand in unwavering solidarity with the families and communities of all victims of enforced disappearance.
Esta alarmante situación requiere intervención inmediata y contundente. Nos solidarizamos con los familiares y las comunidades de todas las víctimas de desaparición forzada.
Mientras tanto, el presidente Marcos Jr. insistió que los casos de violaciones a los derechos humanos en realidad disminuyeron durante el primer año de su presidencia y elogió a distintas instituciones por reforzar el compromiso del país con la democracia y la justicia.