
Captura de pantalla de un artículo de Russia Post. Usada con autorización.
Basándose en su investigación académica, la socióloga Karina Goulordava describió para Russia Post la experiencia de rusos que se fueron a Turquía después de la gran invasión rusa a Ucrania. Las políticas migratorias del Gobierno turco se han endurecido ahora, y obliga a esos rusos a pensar en buscar otro lugar para instalarse. Global Voices reproduce el artículo, editado por su extensión y claridad, con autorización de Russia Post.
Los rusos que llegaron a Turquía después de que su país inició una agresión total contra Ucrania, encontraron inicialmente un lugar donde los recibieron bien y pudieron sentir alivio. Se instalaron sobre todo en Estambul y en las ciudades costeras mediterráneas de Antalya y Alanya, y consideraron Turquía como un hogar temporal estable y agradable. Sin embargo, desde principios de 2023 el país es cada vez más una parada antes de migrar, o a veces un regreso a casa, pues las autoridades turcas niegan permisos de residencia a cada vez más y más exiliados rusos. Este cambio ocurre cuando Turquía vive con alta inflación, inestabilidad económica y sentir contra los migrantes, sobre todo refugiados sirios y afganos, que se ha generalizado entre políticos y el público turco.
Opciones limitadas para emigrantes rusos
Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, decenas de miles de rusos huyeron a Turquía, aunque muchos se quedaron poco tiempo, pues a inmediatamente iban a Europa o Asia. Se estima que más de 700 000 personas huyeron de Rusia cuando Rusia anunció su “movilización militar parcial” en septiembre de 2022. Sin embargo, se ha observado a partir de entrevistas que muchas de estas personas eligieron regresar a Rusia después de que disminuyó la amenaza de movilización.
Desde las primeras semanas de estas llegadas, la socióloga Karina Goulordava empezó observaciones y conversaciones informales con rusos que llegaban a Turquía, que liego pasaron a ser entrevistas formales sobre su viaje e instalación.
Como la mayoría de los países europeos suspendieron los vuelos con Rusia y algunos países vecinos restringieron la entrada, Turquía se convirtió en uno de los destinos para los rusos que salían del país, pues admitía vuelos y una estadía sin visa de 60 días. Restringir la entrada a los rusos hubiera impactado negativamente el sector turismo de Turquía, que ya había quedado afectado por pandemia. En 2021, los rusos fueron el mayor grupo de visitantes extranjeros en Turquía.
Pese a las limitadas opciones, los rusos aún tienen opciones sobre dónde asentarse. Muchos eligieron Turquía por viajes anteriores como turistas, que les daba una sensación de familiaridad en una transición que de otra manera sería incierta. Comunidades rusohablantes ya instaladas en Estambul, Antalya y Alanya reforzaron esto, pues ya había establecidas escuelas de habla rusa, jardines de la infancia y farmacias con personal rusohablante. Los rusos observaron el desarrollo y la calidad de vida de Turquía, y apreciaron su infraestructura, su sector servicios y de salud.
A lo largo de 2022, los rusos mencionaban los precios relativamente buenos de Turquía, lo que se ha deteriorado por la mala situación económica, la inflación y el aumento de los costos de vivienda, de los que se culpa en parte a la llegada de rusos en ciudades como Estambul, Antalya y Alanya.
A comparación con Georgia, Armenia, Kazajistán y Serbia (otros destinos comunes para emigrantes rusos), Turquía sobresalió porque no tiene pasado soviético y no ha sido miembro de la OTAN. Desde hace tiempo, Turquía ha equilibrado Occidente y Oriente, está de acuerdo con las instituciones políticas, económicas y militares de Occidente, y tiene asociaciones con Oriente, sobre todo con el actual presidente, Recep Tayyip Erdoğan. En la guerra Rusia-Ucrania, Turquía apoyó a Ucrania y reconoció su soberanía, aunque sigue dependiendo del gas y el petróleo rusos, y no se ha unido a las sanciones contra Rusia. Turquía aprovechó su posición para intermediar en las negociaciones entre Rusia y Ucrania, como la iniciativa del grano del mar Negro e intercambio de prisioneras.
¿Quiénes son los rusos en Turquía?
Los rusos que llegaron a Turquía a menudo encajaban en el perfil general de quienes eligieron irse de Rusia desde febrero de 2022. La mayoría tiene menos de 50 años, son de las principales zonas urbanas del país, son instruidos y han viajado mucho, y al menos en Rusia eran parte de la clase media, que ha aumentado significativamente desde inicio de 2000. Las razones que citan para salir de Rusia eran una mezcla de oposición al Gobierno, incertidumbre sobre la estabilidad de Rusia, temor a quedar apartados del mundo y evitar movilización militar.
Destacados activistas políticos, periodistas, artistas e intelectuales buscaron mayormente refugio en la Unión Europea o Norteamérica, y a menudo pasaron por Turquía, Los rusos acomodados por lo general no se quedaron en Turquía, prefirieron Dubái.
A muchos que tenían capital económico y social en Rusia se les hizo más difícil transferirlos a Turquía; salarios más bajos y la necesidad de hablar turco con fluidez limitaban el empleo. Obtener un permiso de trabajo es complicado, muchos migrantes y refugiados trabajan informalmente.
Algunos rusos abrieron negocios en Turquía, como cafés, restaurantes y and salones de belleza, que mayormente atienden a rusos y a la comunidad rusohablante. Otras empresas tienen publicidad informal en medios sociales, como envío a domicilio de platillos caseros populares en la ex Unión Soviética. Los rusos más acomodados han usado el programa ciudadanía por inversión de Turquía, que concede la nacionalidad turca por adquirir una propiedad de al menos 400 000 dólares, y los rusos suelen ser los mayores inversionistas de inmuebles turcos.
Permisos de residencia: El principal obstáculo para quedarse en Turquía
Es difícil determinar el número exacto de rusos que se han instalado en Turquía desde principios de 2022. Según la agencia gubernamental que supervisa la inmigración, alrededor de 80 000-90 000 rusos recibieron permisos de residencia por primera vez a lo largo de 2022. Sin embargo, desde principios de 2023, el número de ciudadanos rusos con permisos de residencia ha disminuido, ha pasado de un máximo de unos 150 000 a finales de 2022 a aproximadamente 90 000 en septiembre de 2024. A título comparativo, a finales de 2021, alrededor de 66 000 rusos tenían permisos de residencia turcos.
Los rechazos a permisos de residencia no solo han afectado a rusos, sino también a gran parte de la población extranjera de Turquía. Datos públicos muestran una disminución de 21% en residentes extranjeros desde fines de 2022 a septiembre de 2024. Los rusos informan que el rechazo a permisos de residencia, o el temor a que se lo nieguen, es la principal razón por la que se van de Turquía.
Las autoridades migratorias turcas pocas veces aclaran sus políticas, aunque parece que es reactiva y que cambia rápidamente. A lo largo de 2022, a los rusos recién llegados casi no se les negaban los permisos, era fácil conseguir una residencia de un año con presentar un contrato de arrendamiento. Sin embargo, a comienzos de 2023, las comunidades rusas informaron que aumentaba la cantidad de rechazos, lo que se reflejó en una descenso en la cifra de permisos de residencia.
El ambiente es cada vez menos propicio para la inmigración en Turquía
Las experiencias de los rusos en Turquía ocurren en medio de una creciente politización de la migración. Históricamente, Turquía ha sido un país de emigrantes, y se volvió más atractivo cuando su economía mejoró. Su ubicación y fronteras estratégicas, y sus fronteras con Europa, Siria e Iraq llevaron refugiados que buscaban seguridad o viajar a Europa. En 2011, más de 3.5 millones de refugiados sirios llegaron por la guerra civil siria. Hoy, cerca de tres millones de sirios tienen condición protegida temporal, mientras 220 000 solicitantes de asilo de otros países, sobre todo Afganistán e Iraq, están bajo protección internacional, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
[Global Voices ya informó que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados estima que cerca de cuatro millones de refugiados, mayormente sirios, viven en Turquía. Los afganos conforman el segundo mayor grupo.]
El sentir público y la retorica política en Turquía a menudo muestran resistencia a la inmigración, sobre todo con refugiados sirios y afganos. Los llamados para deportar a refugiados sirios suenan mucho entre políticos turcos, el público y el gobierno de Erdoğan. En 2023, el revés económico y la alta inflación incitaron violencia contra los inmigrantes, lo que incluyó disturbios contra los sirios en julio de 2024, cuando mataron a un adolescente, y las propiedades sirias fueron dañadas [nota editorial: el sentir contra los inmigrantes ya existían en 2021.]
Con la designación de Ali Yerlikaya como ministro del Interior en julio de 2023, la política inmigración se volvió más estricta. Aunque los rechazos a los permisos de residencia ya habían aumentado, el Gobierno ahora aplica verificaciones de inmigración móviles para verificar la condición de residente y reducir la migración irregular. En las zonas con población rusa de Antalya, se armaron puestos de verificación en centros comerciales y cafés. Sin embargo, a diferencia de refugiados sin condición legal, a los rusos que se encuentra sin permiso se les pide que se vayan voluntariamente y no se les detiene.
¿Qué sigue para los rusos en Turquía?
Muchos rusos, a pesar de querer quedarse en Turquía, se plantean emigrar por problemas con el permiso de residencia y al malestar por el creciente «ambiente antiextranjero». La recesión económica y la elevada inflación también han llevado a algunos a explorar otros destinos.
Las opciones para los rusos siguen siendo limitadas. Muchos expresan el deseo de mudarse a la Unión Europea o a Norteamérica, aunque pocos creen que podrán obtener visas o residencia legal. Algunos evalúan reubicarse en Serbia, Georgia, Armenia, o destinos más lejanos, como Tailandia o Indonesia (sobre todo, Bali). Para la mayoría de los rusos que llegaron a Turquía, la incertidumbre es la experiencia que define su migración, y parece poco probable seguir migrando.
En los años por venir, el camino de esos rusos en el extranjero podría aclararse. Turquía podría no ser un hogar a largo plazo para la mayoría de los nuevos emigrantes rusos, resultado del cambio de políticas y el clima de inmigración de Turquía. Como después de la revolución de 1917 y el éxodo de los rusos que se oponían a los bolcheviques (los llamados rusos blancos, en oposición a los rojos, o bolcheviques), Turquía parece una parada temporal para los rusos fuera del país más que un hogar permanente.