Somalilandia y Somalia: Narrativas contrapuestas en el Cuerno de África

Imagen de somalilandstandard, Dominio público, vía Wikimedia Commons.

Por Mohamed Osman Guudle

El entorno político del Cuerno de África es uno de los más complejos y polémicos. Su epicentro es el duradero conflicto entre Somalia y Somalilandia, con raíces en historia, legados coloniales e identidades nacionales rivales.

En enero de 2025, Somalia tendrá un lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por dos años.

Pero mientras el mundo ha estado hablando sobre Somalia y sus problemas con el terrorismo, la gobernabilidad y la seguridad, muy poca atención se ha prestado a la República de Somalilandia, reconocida internacionalmente como parte de Somalia, aunque el 18 de mayo de 1991, Somalia concedió su independencia el 26 de junio de 1960.

Relato de dos historias

Para entender el conflicto entre las contemporáneas Somalia y Somalilandia, se debe considerar el legado colonial que se ha forjado entre ambos. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, las potencias europeas se dividieron el Cuerno de África en cinco zonas. La parte del norte está bajo administración de Gran Bretaña, y forma el protectorado llamado Somalilandia Británica. Por su parte, Italia gobernó la parte sur de Somalia.

Mientras Somalilandia Británica tuvo un sistema de no intervención, Somalia italiana tuvo una administración colonial más directa. Las  dos partes ganaron su independencia en 1960 (Somalilandia el el 26 de junio, y Somalia el 1 de julio) y se integraron a la República Somalí a través del ideal pansomalí de una nación-Estado integrada que juntó a todos los pueblos que hablan somalí, incluidos los que viven en Etiopía, Kenia y Yibuti.

Sin embargo, esta unidad fue frágil desde el inicio. La región del norte, bajo dominio británico, cayó política y culturalmente distante del sur, gobernado desde Mogadiscio. Simplemente, la historia colonial de Somalilandia contrastaba mucho con el sur, lo que dejó un legado de desconfianza.

Caída de la República Somalí y recuperación de la independencia de Somalilandia

La República Somalí fue relativamente estable hasta la década de 1970, cuando el régimen militar de Siad Barre tomó el poder con un golpe. Al comienzo, el gobierno de Barre apoyó una suerte de “socialismo científico” y unidad nacional, pero rápidamente cayó en el autoritarismo, lo que llevó creciente descontento entre la gente de Somalilandia.

A fines de la la década de 1980, en el norte, se formó un movimiento opositor: el Movimiento Nacional Somalí (SNM), que exigía autonomía tras la implacable represión del Gobierno. Entre 1987 y 1989, se estima que 200 000 personas fueron masacradas por las fuerzas de Barre, y millones huyeron a países vecinos. El conflicto creció, y hacia 1991, cuando el Gobierno central cayó y Barre fue depuesto, la región del norte recuperó unilateralmente su independencia con el nombre de República de Somalilandia. Desd entonces, Somalilandia ha tenido relativa estabilidad, y forjado su propio Gobierno, Ejército y sus instituciones, pero nunca ha tenido reconocimiento de la comunidad internacional.

Integridad territorial de Somalia vs búsqueda de reconocimiento para Somalilandia

El origen del desacuerdo entre Somalia y Somalilandia se basa en dos narrativas opuestas: la situación de una integridad territorial que Somalia adscribe, junto a a la reivindicación de independencia de Somalilandia basada en una identidad única con autonomía histórica.

Para Somalia, la separación de Somalilandia significa una violación de su integridad territorial. El Gobierno de Somalia aún considera a Somalilandia una “parte integral de la República Somalí”, y dice que reconocer a Somalilandia crearía un peligroso precedente en todo el continente africano para “movimientos separatistas”.

El Gobierno de Somalia, con al apoyo de la Unión Africana y Naciones Unidas, prioriza la unidad nacional para garantizar la estabilidad regional. Defiende la reconciliación y la resolución pacífica de conflictos dentro de las fronteras reconocidas de Somalia, y destaca la cooperación contra amenazas al-Shabaab, piratería y conflictos de clanes. El Gobierno promueve un sistema federal que concede poderes regionales y rechaza toda secesión.

Para Somalilandia, su deseo de ser reconocida proviene de una historia que la convierte en una entidad separada antes de la unificación en 1960. La restauración de la independencia en 1991 estuvo impulsada por el deseo de escapar del caos y el conflicto violento que asolaron el sur de Somalia tras el colapso de su Gobierno central.

Para Somalilandia, su estabilidad es prueba de su capacidad para gobernarse, que garantiza paz y orden. Ha desarrollado su propio sistema político en funciones, ha tenido varias elecciones libres y tiene una economía relativamente fuerte basada en el comercio, ganado y remesas del extranjero.

Los dirigentes del Gobierno de Somalilandia insisten en que la República Somalí no defendió el norte y, por tanto, el pueblo de Somalilandia tiene todo el derecho a la autodeterminación, como cualquier otra nación. Se remiten al reconocimiento internacional concedido a otros Estados autoproclamados, como Kosovo, y sostienen que su caso no debe tratarse de forma diferente.

Lugar de Somalia en el Consejo de Seguridad

El escaño de Somalia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas consolida su monopolio sobre la representación de todo el pueblo somalí, incluida Somalilandia, en la escena mundial y le permite avanzar en su prgrama diplomático contra la independencia de Somalilandia. Esto supone una pesadilla para Somalilandia, dado que es poco probable que la comunidad internacional avance a reconocer a Somalilandia mientras Somalia participe activamente en la diplomacia mundial.

La comunidad global es susceptible a la situación explosiva en el Cuerno de África y la creciente necesidad de encontrar soluciones a los muchos conflictos en la región. Sin embargo, sigue dividida por el asunto de la independencia de Somalilandia. Aunque países como Etiopía y Kenia han ejercido diplomacia informal con Somalilandia, apoyar su autonomía en diversas maneras, se han resistido a reconocerla formalmente, por sus temores por las consecuencias regionales de apoyar la secesión.

Por eso es que la Unión Africana siempre se ha apegado el hecho de la integridad territorial en África, y teme que reconocer a Somaliland promovería más “fragmentación” en África, donde hay otros movimientos “secesionistas”.

Sin embargo, los líderes de Somalilandia sostienen que su caso no es secesionista y no debe ponerse en el contexto de políticas continentales mayores. Destacan el hecho de que, para ellos, tiene que ver con la autodeterminación y un Gobierno de Somalia que no ha podido dar estabilidad e inclusividad representativa de todos los pueblos.

Sin solución probable

Aunque gran parte del Cuerno de África enfrenta problemas políticos y de seguridad, la disputa entre Somalia y Somalilandia sigue representando una división fundamental que no se ha superado. Que Somalia no tenga iniciativas relevantes de reconocimiento ni un compromiso con un proceso de reconciliación que tenga en cuenta las aspiraciones de ambas regiones, hace improbable que la comunidad internacional tenga alguna acción en este sentido.

La búsqueda de la independencia de Somalilandia está impregnada de una identidad propia, una guerra traumática y una experiencia de represión bajo el Gobierno central de Somalia. Para Somalia, el objetivo es la unidad en una región propensa a la inestabilidad y garantizar la soberanía.

Por ahora, estas dos narrativas –unidad o autodeterminación– han llegado a un punto muerto, y el futuro del Cuerno de África pende de un hilo.


El doctor Mohamed Osman Guudle es un académico de Somalilandia especializado en Economía, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Es doctor por la Universidad de Estambul (2019) e investigador radicado en Hargeisa (Somalilandia). Su trabajo es sobre las cuestiones políticas y económicas del Cuerno de África, en particular Somalilandia, Etiopía, Yibuti y la región del mar Rojo. Además, es presidente de la Sociedad de Politólogos de Somalilandia (SSPS), organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el estudio y la investigación de la ciencia política.

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