
Parlamento de la República de Montenegro en Podgorica, en un lluvioso día de otoño. Foto de Global Voices. Usada con autorización.
Las organizaciones de la sociedad civil de Montenegro advierten que la nueva propuesta de ley sobre «agentes de influencia extranjera» representa una grave amenaza para los procesos democráticos, la libertad de reunión y las actividades de las organizaciones no gubernamentales. Esta ley, inspirada en normas similares de países como Rusia, Georgia, Kirguistán y Hungría, crearía un marco jurídico que dificultaría considerablemente e incluso imposibilitaría el funcionamiento de las ONG.
La propuesta fue presentada el 9 de octubre por la gobernante Coalición por el Futuro de Montenegro (ZBCG), formada por partidos políticos proserbios y prorrusos, entre cuyos líderes hay acusados absueltos en la trama «golpista» de 2016 en la que estaban implicados espías rusos.
ZBCG afirmó que la nueva ley se basaría en la ley estadounidense ley de registro de agentes extranjeros (conocida como FARA). Aunque otros miembros del Gobierno expresaron su oposición a esta iniciativa, ZBCG prosigue su campaña contra las ONG.
En relación con la propuesta de introducir la denominada ley FARA, la organización montenegrina prodemocracia Centro para la Transición Democrática publicó un análisis titulado «Lejos de la esencia» (nota editorial: el título original es «FARAway from the essence», que juega con la forma en que se conoce la ley y la frase «far away», que significa «lejos», es decir, lejos de la esencia), en el que desmiente la afirmación de que la ley montenegrina es similar a la ley FARA y señala que no es la primera vez que el Gobierno montenegrino intenta atacar al sector civil. El Centro para la Transición Democrática señaló que un ataque de este tipo contra la sociedad civil socavaría los procesos democráticos y las aspiraciones europeas de Montenegro, lo que pondría en peligro su credibilidad en la escena internacional.
El Digital Forensic Center, grupo de expertos dedicado a reducir el impacto de la desinformación, también advirtió lo siguiente:
The reference made by the coalition For the Future of Montenegro to the American Foreign Agents Registration Act (FARA) is already an established disinformation tactic of pro-Russian proxies across Europe. They use the existence of this Law to realize an agenda in their countries that contradicts democratic values, and carry out totalitarian tendencies, suppressing the freedom of civil society and limiting the activities of independent media and non-governmental organizations.
La referencia hecha por la coalición Por el Futuro de Montenegro a la ley estadounidense de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) es ya una táctica de desinformación establecida de los apoderados prorrusos en toda Europa. Usan la existencia de esta ley para aplicar en sus países un programa que contradice los valores democráticos, y llevar a cabo tendencias totalitarias, suprimir la libertad de la sociedad civil y limitar las actividades de los medios independientes y de las organizaciones no gubernamentales.
Tendencias regionales
Aunque la ley propuesta podría tener un impacto devastador en la sociedad civil montenegrina, no son ni mucho menos los únicos que usan esta estrategia, ya que parece formar parte de una tendencia regional. Bosnia Herzegovina, vecina de Montenegro, intentó sin lograrlo aprobar una ley similar, con el argumento de que se basaba en la legislación estadounidense. En Bosnia, los impulsores fueron partidos de etnia serbia o proserbios que dirigen la entidad República Srpska. También buscan la alianza con Rusia y socavan la integración euroatlántica de su país. CDT señaló en su análisis:
U bosanskohercegovačkom entitetu Republika Srpska trebalo je da se razmatra o sličnom prijedlogu zakona proljetos, ali je povučen iz procedure. Predsjednik entiteta, Milorad Dodik, prethodno je rekao da će doslovno prepisati FARA-u i umjesto SAD upisati Republika Srpska. Ali, prema uvidu medija, prijedlog zakona niji ličio na FARA-u već na onaj iz Rusije. Zbog toga su reagovali iz delegacije EU u BiH, ambasade SAD i (OEBS-a).
En Bosnia Herzegovina, la entidad de la República Srpska debía considerar una propuesta similar en la primera mitad del año, pero fue retirada del procedimiento. El presidente de esa entidad, Milorad Dodik, declaró que copiarían literalmente el texto de la FARA y solo sustituirían la palabra Estados Unidos por República Srpska. Sin embargo, la perspicacia de los medios demostró que el proyecto de ley no se parecía a la FARA estadounidense, sino a la ley de agentes extranjeros rusa. Este fue el motivo de las enérgicas reacciones de la Delegación de la Unión Europea en Bosnia Herzegovina, la embajada de Estados Unidos y la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa
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En mayo, el Gobierno serbobosnio retiró su polémico proyecto de ley, que habría exigido a todos los grupos sin fines de lucro que reciban financiación internacional que se registraran en una base de datos nacional, y las designaría como agentes extranjeros. Sin embargo, no hay garantías de que no vuelvan a intentarlo. Después de todo, también mantienen estrechas relaciones con el partido gobernante en Hungría, que aprobó una legislación similar tras varios intentos.
Aunque integra la Unión Europea, Hungría aprobó en 2017 una ley similar a la ley rusa de agentes extranjeros, que pretendía poner trabas a las organizaciones de la sociedad civil que reciben financiación del extranjero. La ley fue derogada en 2021 después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que no se ajustaba a la normativa de la Unión Europea.
Sin embargo, en diciembre de 2023 Hungría aprobó una nueva ley de estilo ruso llamada ley de protección de la soberanía, similar en espíritu a la ley rusa de agentes extranjeros. Como parte de la ley, se creó entonces la «Oficina de Protección de la Soberanía» para recabar información sobre grupos y personas que reciben fondos extranjeros. El 3 de octubre de 2024, la Comisión Europea anunció que demandaría a Hungría por la ley que impone penas de cárcel a los grupos que acepten fondos extranjeros para causas políticas.
Aunque en un principio los políticos del Gobierno húngaro negaron que la ley de protección de la soberanía formara parte de una campaña contra la sociedad civil y la prensa independiente, una investigación del servicio húngaro de verificación de datos Lakmusz demostró que estaba claro a quién iba dirigida la ley.
Por ejemplo, en junio, la Oficina de Protección de la Soberanía inició una investigación contra el medio de investigación Átlátszó y la organización anticorrupción Transparencia Internacional Hungría. La oficina también ha publicado «estudios» con dudosa metodología que enumeraban periódicos «proguerra» y artículos que difundían «desinformación». La Oficina de Protección de la Soberanía también está acosando a organismos públicos para recabar información sobre una «base de protección de la soberanía», incluidos los datos de las cuentas bancarias de determinadas personas.
El partido gobernante populista de derecha en Eslovaquia también había estado preparando una ley basada en el modelo húngaro, que se dirigiría a quienes recibieran más de 5000 euros del extranjero, y las calificaba de «organizaciones con apoyo extranjero», y las amenazaba con multas monetarias o la clausura. La Unión Europea condenó la ley y advirtió que Eslovaquia enfrentaría una respuesta legal similar a la de Hungría.
En Montenegro, en declaraciones para el periódico Vijesti, la directora del Centro para la Democracia y los Derechos Humanos – CEDEM, Nevenka Vuksanović, señaló que la iniciativa de la coalición gobernante para una nueva ley de agentes extranjeros podría ser un «globo de ensayo» que intenta poner a prueba las actitudes de la opinión pública mientras promueve iniciativas que actualmente no tienen el apoyo de la población, ya que van en contra del objetivo principal del país de adherirse a la Unión Europea.
Očigledno imaju širu agendu, te nam kap po kap ispostavljaju djelove koji se vremenom u javnom diskursu normalizuju, do te mjere da svim građanima djeluju poznato, a onda će i u jednom momentu biti i prihvatljivo. Koja je to agenda, ipak nije u ovom momentu jasno.
Obviamente tienen un programa más amplio, y gota a gota intentan normalizar en el discurso público cuestiones que forman parte de ese programa. Gota a gota familiarizan a los ciudadanos con estas nociones, y luego las hacen aceptables. Por el momento no está claro cuál es su objetivo [final].