De la bandeja de entrada a la portada: Cómo los medios alimentan la incitación al odio en Macedonia del Norte

Foto con el término ‘discurso de odio’ en albanés, generado con inteligencia artificial en por el equipo de Portalb.mk. Usada con autorización.

Este artículo de Despina Kovachevska se publicó originalmente en Meta.mk. Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir con la Fundación Metamorfosis.

El vice primer ministro para Políticas de Buen Gobierno de Macedonia del Norte, Arben Fetai, anunció en su perfil de Facebook que había recibido una amenaza de muerte en su correo electrónico oficial el 8 de noviembre de 2024. En menos de medio día, los medios informaron sobre su estado junto con citas textuales de incitación al odio en los titulares de sus artículos, escribió Portalb.mk.

No es la primera vez que los medios publican descuidadamente declaraciones de políticos sin analizarlas críticamente, ni que utilizan la situación para generar sensacionalismo y aumentar su audiencia. Este tipo de periodismo tiene numerosas consecuencias perjudiciales y, en este caso, solo ha amplificado y difundido en los medios el mensaje de odio que promueve el asesinato de miembros de un grupo étnico.

La noticia se publicó por primera vez en Alsat, que cita todo el mensaje amenazador en el título del artículo, sin aportar contexto ni visión crítica del suceso.

Captura de pantalla de un artículo que contiene una cita directa de incitación al odio en el titular: «BALA EN LA CABEZA PARA TI SHIPO FETAI» / Amenazas de muerte al vice primer ministro Arben Fetai».

El discurso de odio contra los albaneses suele usar el término “shiptar” o variantes, como “shipo», que sale de la degradación del término albanés en ese idioma, “shqiptar”. Se la considera despectiva, de manera similar a la palabra con N en Estados Unidos.

En el agregador de medios Time.mk se puede ver que de varios artículos que informan sobre los hechos, la mitad contiene el mismo mensaje amenazador en el título y aviva más el discurso de odio, sobre todo en los comentarios debajo de la noticia.

Aunque la mayoría de los medios hacen esto para ganar clics, esta práctica contribuye con que los mensajes de odio se vuelvan dominantes en la esfera de medios, lo que aumenta el riesgo de apoyar tendencias negativas y peligrosas en la sociedad.

El discurso de odio es cada vez más común en internet, sobre todo en los comentarios en medios sociales. Los medios, en vez de informar críticamente al respecto, se están volviendo los principales diseminadores de esos mensajes.

Este es el segundo caso de discurso de odio en el término de una semana que transmite el mismo mensaje, esta vez garabateado en la pared de un edificio frente a la Corte Constitucional de Macedonia del Norte en Skopie. Aunque la inscripción fue retirada el 1 de noviembre, después de que el equipo de Portalb.mk alertó al Ministerio de Asuntos Internos, la situación se volvió mucho más complicada en línea.

Inscripción con incitación al odio en Skopie, Macedonia del Norte, con el texto «¡¡¡MUERTE AL BARCO!!!» pintado en la entrada del Tribunal Constitucional de la República de Macedonia del Norte. Fotografía de Portalb.mk, usada con autorización.

Aunque la rápida respuesta de las instituciones es un ejemplo positivo de actuación contra la propagación del odio en los espacios físicos, la falta de regulación en el ámbito digital sigue siendo un problema importante.

En el ámbito en línea, las expresiones de odio y la desinformación agresivas y nocivas a menudo quedan impunes largos periodos, y los mecanismos para su rápida eliminación son notablemente inadecuados. Lo que falta son estrategias concretas y eficaces para vigilar y eliminar los contenidos nocivos en línea. Aunque las leyes y normativas, como la ley de servicios digitales, pueden ayudar a gestionar este ámbito, también requieren la participación activa de las plataformas de medios sociales y de la sociedad en su conjunto en la batalla contra el odio y la desinformación en línea.

Los medios tienen rol clave en polarizar sociedades

Repetir con frecuencia el mismo mensaje puede tener efectos negativos, sobre todo en la cobertura mediática en épocas emocionalmente cargadas y de división política. Cuando la sociedad está polarizada, los medios suelen verse obligados a tomar partido o a favorecer una narrativa en detrimento de otra, lo que puede afianzar aún más las divisiones preexistentes.

En tales condiciones, los medios deben asumir la responsabilidad de equilibrar las narrativas y trabajar para reducir las divisiones centrándose en el diálogo constructivo, la comprobación de los hechos y la información objetiva. También es importante desarrollar mecanismos que protejan a los medios de la influencia política o económica y animen a los periodistas a comprometerse a informar con ética.

Los medios de no son meros mensajeros de la información, sino que actúan como intérpretes y comisarios, seleccionan y enmarcan los contenidos para ayudar a la audiencia a dar sentido a cuestiones complejas.

El panorama de los medios en los Balcanes Occidentales está muy polarizado, con estrechos vínculos entre la propiedad de los medios y las élites políticas, lo que fomenta un entorno en el que el periodismo de investigación es escaso y la autocensura es omnipresente. Esta dinámica socava significativamente el papel de los medios como vigilantes democráticos, lo que limita su capacidad para exigir responsabilidades al poder y promover un discurso público informado. En lugar de cuestionar las estructuras de poder arraigadas, muchos medios sirven como herramientas de propaganda política o de sensacionalismo con fines lucrativos.

No hay respuesta significativa al discurso de odio

La incitación al odio, en línea y en espacios públicos, sigue siendo un problema acuciante en la región. A pesar de la existencia de leyes que penalizan el discurso del odio, las respuestas institucionales son a menudo inadecuadas. La aplicación de la ley es inconsistente, selectiva o totalmente ausente, lo que envalentona a los autores y permite que la retórica dañina impregne el discurso público sin control.

En nuestra experiencia, a pesar de denunciar múltiples casos de ciberdelitos relacionados con el discurso del odio, no hemos recibido ninguna respuesta o acción significativa por parte de las instituciones pertinentes. Esta falta de responsabilidad no solo socava la confianza en el sistema, sino que también permite que florezca el discurso del odio, lo que polariza aún más a la sociedad y margina a los grupos vulnerables.

El discurso del odio procedente de los medios tiene un gran impacto en la vida cotidiana, ya que los medios no solo conforman la opinión pública y las actitudes, también influyen en los valores sociales, las políticas y las identidades. Cuando los medios difunden discursos de odio o refuerzan divisiones, pueden tener graves consecuencias.

Ese discurso es perjudicial para la sociedad y puede manifestarse de diferentes maneras, desde el insulto directo y la discriminación hasta formas menos visibles de odio, como las microagresiones y los estereotipos. A menudo puede tener un efecto destructivo en las personas, las comunidades y el conjunto de la sociedad.

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