
Esta obra de Yorgos Konstantinou refleja fuertemente el maltrato hacia los inmigrantes en Grecia, con particular atencion en el injusto trato a Homayoun Sabetara. Usada con autorización.
La controvertida ley contra el contrabando de Grecia, caracterizada por severas penalidades y su fuerte impacto en las personas vulnerables, ha llevado a la detención de miles de inmigrantes. En lugar de apuntar a las actuales redes criminales responsables por las operaciones de contrabando, la ley ha generado un significativo aumento de la población carcelaria, que ha despertado dudas respecto a la responsabilidad de Grecia en el sistema de justicia. Entre ellos hay un inmigrante de Irán, Homayoun Sabetara, que pese a ganar una apelación, sigue en prisión. Su hija Mahtab inició la campaña #FreeHomayoun [liberen a Homayoun], que ganó amplia atención y apoyo para asegurar su liberación, y para dirigirse a los muchos que enfrentan dificultades similares a las de su padre. Su difícil situación salió a la luz en un momento crítico en Grecia, donde los inmigrantes suelen sufrir detenciones arbitrarias y se les acusa falsamente de contrabandistas.
La historia de Homayoun
Homayoun salió de Irán rumbo a Estambul, y luego a manejó a la frontera de Grecia con esperanzas de llegar Alemania a reunirse con sus hijos. En agosto de 2021, fue detenido por las autoridades de Grecia en Salónica, y lo acusaron de organizar la entrada de otras siete personas cuando cruzó la frontera entre Grecia y Turquía. Sin embargo, el verdadero contrabandista lo había obligado a manejar el vehículo, que luego abandonó al grupo cerca de la frontera.
Inicialmente, enfrentó una posible pena de más de cien años. Con la ayuda de su abogado y las declaraciones del testigo de defensa, incluida una petición de su hija, su pena finalmente fue reducida a 18 años, que se dictó en 2021. En septiembre 2024, su pena había sido reducida a siete años, que le permitieron solicitar una liberación anticipada. No obstante, su detención y sus acusaciones han sido ampliamente criticadas como injustas.
Un usuario en X expresó su apoyo a Homayoun:
Homayoun is behind bars for a crime he didn’t commit.
Migration is not a crime.
Let’s not allow this injustice to continue. Be his voice and demand justice for him and others. #FreeHomayoun #FreeThemAll ✊🏽 https://t.co/6dduAVUA0H— ap (@apsarfa) September 19, 2024
¡Hay que alzar nuestras voces!
Cita el tuit para apoyar Homayoun y usa #FreeHomayoun.
Juntos podemos crear una poderosa ola de solidaridad que nadie podrá ignorar.
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Homayoun está detrás de las rejas por un delito que no cometió.
La migración no es un delito.
No hay que permitir que esta injusticia continúe. Sé su voz y reclama justicia por él y otros.
Liberen a Homayoun.
Liberen a todos.
✊🏽
El caso de Homayoun es desconcertante porque no era contrabandista, sino una victima de las circunstancias. Se vio obligado a llevar siete pasajeros porque solo podía pagar la mitad del pasaje. Prometió pagar el resto una vez que alcanzara su destino, donde planeaba encontrarse con su hija. Antes del viaje, Homayoun y los pasajeros pasaron una noche en el bosque sin comida ni agua. Después de lograr cruzar la frontera, la Policía los interceptó. Las autoridades se apresuraron a etiquetar a Homayoun de contrabandista, pese a que Homayoun y los pasajeros negaron que fuera así. Los demás fueron liberados y nunca más se les ha visto desde entonces.
La fecha del juicio de Homayoun se retrasó por un año entero luego de su detención inicial. Durante su juicio, Homayoun no entendía el griego, lo que obligó a su hija y a su abogado a contratar traductores, que ella debió pagar. Varias organizaciones de derechos humanos han destacado que el proceso contra Homayoun violó la legislación de la Unión Europea y Grecia, que ignoró los principios fundamentales de un juicio justo. Esto ha suscitado una preocupación generalizada acerca del derecho del acusado a una resolución justa en virtud del derecho internacional.
Desde el arresto de Homayoun, su hija Mahtab ha abogado por su liberación, y colaborado con numerosas organizaciones de derechos humanos y de derechos a los migrantes. Afirmó que su padre estaba severamente enfermó cuando fue detenido, pero las autoridades apenas han prestado atención a su frágil condición, pese a sus 57 años.
Mahtab publica un video que detalla la condición de su padre, para dar a conocer el maltrato que recibió su padre de las autoridades griegas.
Además, Homayoun recientemente había sido sometido a una cirugía oncológica antes de su detención, lo que suscitó alarmantes preocupaciones sobre la atención médica que recibiría en prisión, por la notoria falta de equipo adecuado y los altos índices de violencia dentro del sistema penitenciario. Homayoun tuvo que esperar meses antes de finalmente recibir los suministros médicos que necesitaba desesperadamente.
Homayoun estuvo detenido en la prisión de Korydallos en Atenas, confinado a una celda del sótano junto a otros 20 presos. La mala ventilación empeoró su problema de salud, se le dificultaba respirar. Korydallos es conocido por su trato deshumano a los prisioneros, con denuncias de sobrepoblación y condiciones antihigiénicas. Por lo general, a los reclusos se les obliga a dormir en el suelo sin cobijas ni colchones. Las celdas no tienen agua caliente y los recursos de la prisión no bastan para satisfacer las necesidades de los habitantes.
El problema es la política, no el pueblo
El caso de Homayoun está lejos de ser un incidente aislado en Grecia. Esta cuestión refleja una perspectiva profundamente problemática del Gobierno hacia los inmigrantes, a quienes a menudo se criminaliza en lugar de apoya. El proceso de entrada es selectivo, y a algunos se les recibe bajo el pretexto de esfuerzos humanitarios, mientras otras son calificados de contrabandistas. Este trato discriminatorio refleja el sentir que expresan varios políticos europeos, lo que alimenta aún más la demonización de los inmigrantes y justifica las políticas de austeridad dirigidas en su contra.
La intensificación de la seguridad fronteriza, como la extensión de la valla fronteriza a lo largo del río Evros, frontera clave con Turquía, y mayor reclutamiento de guardias fronterizos, beneficia desproporcionadamente a quienes utilizan a los inmigrantes como chivos expiatorios, al tiempo que socava los valores declarados de solidaridad y ayuda humanitaria de la Unión Europea. Lamentablemente, la política de disuasión de Grecia a menudo etiqueta como delincuentes a personas que necesitan asistencia. El enfoque de Grecia es similar al de Italia, donde los inmigrantes a menudo enfrentan violaciones de las normas de un juicio justo. Muchos inmigrantes o refugiados son arrestados al llegar, sin darles información clara sobre su caso ni acceso a asistencia legal.
La detención a menudo conduce a sentencias severas, con un promedio de 44 años de prisión, tras audiencias judiciales que duran un promedio de solo 38 minutos. También se imponen multas excesivas, que ascienden a cientos de miles de euros, a personas con pocos recursos para impugnar los cargos.
La corrupción e injusticia en el trato hacia los inmigrantes en Grecia
Hoy, Homayoun permanece en la prisión de Trikala, a pesar de que a principios de noviembre se le informó de que sería liberado en 24 horas. Ha permanecido encarcelado desde que el tribunal dictó sentencia a favor de su liberación, el 25 de septiembre. Esta prolongada lucha por Homayoun ha sido una dura batalla para su hija y para la red de activistas que trabajan para conseguir su libertad.
Mahtab y otros activistas expresaron su enojo por el continuo encarcelamiento de Homayoun.
🔴 On Tuesday, Homayoun was told that he would be released from Trikala prison within 24 hours. But he is still behind bars. When he asked why he had not been released, the guards threatened to hold him even longer if he continued to question them. We are fucking angry! pic.twitter.com/qcM3m37OQR
— freehomayoun (@freehomayoun) November 9, 2024
🔴 El martes, le dijeron a Homayoun que sería liberado de la prisión de Trikala en 24 horas. No obstante, aún está tras las rejas. Cuando preguntó por qué no lo han liberado, los guardias amenazaron con mantenerlo preso por más tiempo si continuaba cuestionándolos. ¡Estamos jodidamente enojados!
Muchos otros migrantes, como Homayoun, sufren políticas de disuasión y arbitrariedad. Entre ellos se encuentran sobrevivientes de tragedias como el naufragio del Adriana, específicamente el Pylos 9: nueve egipcios entre más de 700 pasajeros. Aunque la Guardia Costera griega no logró rescates oportunos y competentes, lo que contribuyó en gran medida al desastre, el Pylos 9 fue acusado falsamente de contrabando. Solo 104 personas sobrevivieron al naufragio. Pylos 9 estuvo tras las rejas durante meses e, incluso después de su reciente absolución, permaneció detenido durante varias semanas más.
Uno de los muchos temas controvertidos por este abuso generalizado es la participación del Estado griego en las operaciones de contrabando. En 2023, cinco policías fueron arrestados por presunta colaboración con contrabandistas y están a la espera de juicio. Las investigaciones de la Red de Periodismo de Investigación de los Balcanes (BIRN) revelaron que algunos actores estatales son cómplices de crear operaciones de contrabando para capturar a los contrabandistas que trabajan en Turquía. Incluso han surgido informes de que los guardias fronterizos griegos están robando más de dos millones de euros a los refugiados, y confiscado sus pertenencias y dinero antes de devolverlos a Turquía.
Estos son solo algunos ejemplos de las leyes contra el tráfico de Grecia, profundamente defectuosas y controvertidas, que se complican aún más por la corrupción y la falta de justicia. Cientos, incluso miles, de migrantes enfrentan un trato similar en todo el mundo, a menudo reducidos a criminales simplemente por su condición de migrantes. Los casos de migrantes como Homayoun destacan cómo estas políticas violan los derechos humanos, que son parte integral de la protección de los valores de la Unión Europea: libertad, justicia y dignidad.
Sin embargo, las autoridades de Grecia han contradicho estos principios básicos.