
Ethan Zuckerman, cofundador de Global Voices, modera el panel «¿A dónde se han ido todos los blogueros?», Cumbre de Global Voices 2024, Katmandú, Nepal, viernes 6 de diciembre de 2024. Foto de Rasha Abdulla, utilizada con autorización.
Durante la primera jornada pública de la Cumbre de Global Voices de 2024 en Katmandú, Nepal, surgió una pregunta pertinente para componer panorama digital actual: ¿a dónde se han ido todos los blogueros? Hace veinte años, cuando se inició Global Voices (GV), los blogs estaban en su apogeo. Esas plataformas de publicaciones personales e independientes estaban destinadas a perdurar, al menos hasta que las redes sociales y los sitios de microblogs comenzaron a dominar. A eso se le sumaron los cambios de los algoritmos organizadores de búsquedas y de los movimientos de las marcas y las compañías de medios para apropiarse del tono y del estilo de los blogs, lo que dio como resultado que los blogueros personales perdieran influencia y que sus números disminuyeran.
En una animada conversación moderada por Ethan Zuckerman, cofundador de GV, Dinesh Wagle, el primer bloguero nepalés, Aparna Ray, la mujer detrás del blog Newsmericks en India, el joven expolítico y activista filipino Mong Palatino y la directora general de GV y creadora del primer podcast caribeño, la trinitense Georgia Popplewell, hablaron sobre la evolución de sus carreras como blogueros y debatieron si la pérdida de blogs ha empobrecido el ciberespacio.
Zuckerman fue el primero en admitir que el blogueo «tiene un lugar especial» en su corazón. En 2004, junto a la cofundadora de GV Rebecca MacKinnon, visitaba a estudiantes de la Universidad de Harvard. En ese momento, se encontraron con BloggerCon y comenzaron a preguntarse si los blogs tenían el potencial de facilitar conversaciones globales. Esa curiosidad se materializó en Global Voices que, en su primera versión, fue esencialmente un agregador de blogs que además logró reclutar algunos blogueros, sobre la base parcial de su propio conocimiento sobre qué blogs seguir. «En algún momento, en los últimos 20 años», explica Zuckerman, «los blogs pasaron de ser una tecnología en línea dominante a ser una tecnología en línea marginal».
El blogueo ha cambiado a lo largo del tiempo, ha hecho que el espacio en línea en el que las personas se expresan sea más valioso que nunca. Aunque no está del todo extinguido, el bloguero se manifiestan de otra forma a era dos décadas atrás. ¿Qué es lo que hacía los blogueos tan interesantes y especiales? ¿Su carisma y su poder estaba conectado a la tecnología? ¿Era el estilo de escritura, las comunidades que lograron formar? Y, ¿qué se ha perdido –o ganado– en la transición a las plataformas de hoy en día?
Diferentes caminos hacia el blog

El periodista nepalés y primer bloguero de su país, Dinesh Wagle, participa en el panel sobre blogueo en la Cumbre 2024 de Global Voices en Katmandú, Nepal, viernes 6 de diciembre de 2024. Foto de Pei-Chi Chang, utilizada con autorización.
En 2004, Wagle era un periodista nepalés que informaba sobre tecnología, música y arte. Las historias que no lograban encajar en el espacio de los medios tradicionales en los que trabajaba acabaron en un blog que inició. Un año más tarde, el rey Gyanendra llevó al país a una crisis política cuando declaró el estado de emergencia, destituyó al Gobierno y tomó el control político. Los periódicos quedaron clausurados temporalmente, y cuando tuvieron autorización para trabajar, fue con presencia de soldados.
Finalmente, cuando se restableció internet, la gente comenzó a volcarse a los blogs para dar su opinión. Unidos en un acto de voluntarismo, los blogueros fueron fundamentales en la composición de la agenda política del país. De pronto, las personas estaban responsabilizando a los políticos. En esa misión colectiva de restaurar la democracia, comenzaron a establecer el vínculo entre el blogueo y el periodismo.
En cambio, Ray comenzó su blog como una forma de registrar sus pensamientos íntimos. Trabajaba en la intersección entre las ciencias sociales, la tecnología y la innovación, también blogueaba en bengalí sobre noticias internacionales, con un formato poético y humorístico para hacer agudos comentarios sobre nuevas noticias y así atraer la atención cada vez más limitada de los lectores. Para Ray, que se incorporó a GV en 2006 con una visión de blogueo puente (el blog como puente entre la comunidad bloguera y el mundo), el formato le ofreció la oportunidad de «entender a la gente como gente»: «Escribir era un medio para estar cerca los unos de los otros, y de ser un mundo conectado».
Sin embargo, luego de un tiempo, la gente comenzó a irse a plataformas como Instagram en lugar de los blogs. «Para poder expresarte», aconseja Ray, «tienes que sentirte cómodo con la plataforma», que se volvió más visual cuando la gente se volcó a los videos y los usuarios comenzaron a escribir en grupos de Facebook, e intercambiaron contenido.
«Ir donde está la gente»

Aparna Ray, que escribe el blog Newsmericks de India, participa en el panel sobre el blogueo en el Cumbre 2024 de Global Voices en Katmandú, Nepal, viernes 6 de diciembre de 2024. Foto de Pei-Chi Chang, utilizada con autorización.
En 2004 se creaban contenidos con textos largos. En 2007 llegó Twitter; y poco después, los teléfonos inteligentes. Los blogueros se encontraron con un dilema: seguir su instinto de escritores o seguir a la gente hacia las nuevas plataformas que iban poblando.
Ray dice que es una espada de doble filo: «Tenemos que ir donde la gente está, pero en los medios de formatos cortos no puedes dar un contexto y no puedes conectarte». Al mismo tiempo, admite que solo escribir restringe su audiencia. Pero aún así, la profundidad de la información es importante.
Palatino, que fue uno de los primeros en tuitear en vivo desde el Parlamento de Filipinas, dice que acceder al blogueo e interactuar en la sección de comentarios era útil para ampliar las voces, atraer nuevas audiencias y establecer conexiones. «Se trata de construir una comunidad», explica, en especial en el contexto de la desinformación y el difícil acceso.
Parte de bloguear es sobre relaciones y comunidades

Drectora general de Global Voices, Georgia Popplewell, que comenzó el primer pódcast del Caribe, participa del panel sobre blogueo en el Cumbre 2024 de Global Voices, Katmandú, Nepal, viernes 6 de diciembre de 2024. Foto de Pei-Chi Chang, utilizada con autorización.
Entonces, ¿por qué la gente dejó de bloguear? Para Popplewell, en parte fue por un cambio de panorama: «El mundo de hoy no es el mismo en el que yo me anoté», dice mientras ríe. En 2005, cuando comenzó Caribbean Free Radio, el primer pódcast del Caribe, el audio era el único medio en el que le escritora y productora agnóstica sobre los medios todavía no se había involucrado. «Me atrapó el pódcast», dice.
Antes de las redes sociales, recuerda Popplewell, las búsquedas sobre Trinidad y Tobago, o incluso sobre el Caribe, mostraba las predecibles imágenes sobre el carnaval, playas o algunos géneros musicales como calipso, soca o reggae. Para ella, el pódcast representó una oportunidad de diversificar cómo se ve representa la región en línea. En el espacio digital actual, hay muchas más imágenes del carnaval y de las playas, con el telón de fondo de un compromiso en el que Popplewell no quiere participar: «He visto cambiar el espacio por completo».
Nuevos espacios de inspiración

Editor regional de Global Voices para el sudeste asiático y joven expolítico Mong Palatino participa en el panel sobre el blogueo en el Cumbre 2024 de Global Voices en Katmandú, Nepal, el viernes 6 de diciembre de 2024. Foto de Pei-Chi Chang, utilizada con autorización.
Zuckerman recuerda que a principios de 2000, bloguear era «un momento de sorpresa y serendipia», que trataba sobre descubrir y conectar en espacios inesperados. Entonces, en el espacio digital moderno, ¿dónde encuentran inspiración los antiguos blogueros?
Para Ray, es dentro de GV, en Rising Voices (RV). En su país, India, donde no está permitido TikTok, Ray dice que mucha gente joven se expresa con videos o en plataformas como Substack o Instagram. «En las redes sociales, la gente se expresa», agrega, «pero no estoy segura de que sea lo mismo que bloguear».
Para Wagle, cuyos hábitos en las redes sociales están a menudo dictados por su trabajo, es en YouTube: «Trato de no permitir que los algoritmos me impongan qué ver. Me gusta estar en control». En ese sentido, Zuckerman dice: «Los blogs no eran algorítmicos. Gran parte de los descubrimientos que los blogs ofrecían a través de videos, o simplemente por medio de suscripciones de sus blogueros favoritos, ahora se hacen con algoritmos».
Palatino encuentra inspiración leyendo GV a diario. «Te interesas más en lo que pasa en diferentes partes del mundo», dice. «Ofrece nuevas perspectivas, lo que es valioso. Podemos utilizar la forma de pensar de otras sociedades para resolver nuestros propios problemas». En cuanto a las nuevas voces filipinas, Palatino se guía por sus hijos: «Es importante ofrecer a los jóvenes un espacio para que expresen sus opiniones, y para nosotros, encontrar dónde están».
Por otro lado, Popplewell agrega que mucha de la conversación en las redes, por lo menos en el Caribe angloparlante, todavía sucede en Facebook, mientras que la gente joven se encuentra en TikTok, con mucho contenido que se reutiliza para Instagram a través de publicaciones. «Hay mucho humor», dice, y aunque estas nuevas plataformas no constituyen un espacio político a la vieja usanza, los comentarios sobre las relaciones de género y otros temas candentes se están planteando de forma interesante y performativa. “Me genera impaciencia, pero está ahí y fluye con bastante libertad”, admite.
Abordar los «puntos ciegos» tecnológicos
En este contexto, ¿cómo contrarrestan los miembros del panel sus «puntos ciegos» para dar lugar al surgimiento de medios en diferentes espacios? «Es difícil mantenerse al día», admite Wagle, citando al nuevo rival de X/Twitter, Bluesky. «En algún punto, tienes que tratar de encontrar dónde está la gente, pero también tiene que moverte tu propio interés de «¿por qué?».
Si bien Ray no se siente totalmente cómoda con esas plataformas como en «su espacio», dice que «es importante reconocer que las cosas están cambiando, y para llegar a una audiencia más amplia, tenemos que cambiar también».
«La misión de GV no ha cambiado»
De la era del blogueo –que ocupó el espacio de intersección entre la expresión política y personal– hasta la diversidad que se encuentra hoy en día en el espacio digital, ¿cómo se adapta la comunidad de GV a este momento, en que la gente aún se expresa y toma acciones políticas pero en diferentes formatos?
Popplewell apunta al original contenido que publica Rising Voices (RV), una parte significativa del cual está en idiomas que no son inglés. Llama a esta iniciativa «un epicentro para la innovación». RV produce mucho contenido en video y la comunidad demuestra «mucho talento y dinamismo».
En términos de hacer crecer el alcance y de la amplificación, Palatino cree que «siempre habrá necesidad de una plataforma que provea contexto para los lectores». Sin embargo, advierte que «uno debe participar, para poder dar un encuadre». Cree que es importante estar en esos espacios y también en espacios «donde la intención es manipular la información».
Wagles concuerda, ya que la plataforma de Global Voices le ha dado la ventaja de tener una audiencia global, más aún a través de la traducción de su contenido a diferentes idiomas, que lo ha ayudado a poner la atención en grupos marginalizados.
«Como todos se expresan de forma breve», agrega Ray, «no hay mucho lugar para explicar. Es una forma de tejer juntos a partir de instantáneas, para ofrecer una comprensión integral, y Global Voices es quien teje».