Asia Occidental y Norte de África en 2024: Agitación, transformación y trauma

Captura de pantalla de un video que muestra la destrucción masiva de Israel en Gaza. Video publicado en X por el usuario @qudsn. Uso legítimo.

Acabó 2024, y la región de Asia Occidental y Norte de África ha tenido un año de extraordinaria turbulencia, marcado por devastadores conflictos, transformaciones políticas y los impactos duraderos de desafíos globales, desde nuevas tecnologías de guerra a crisis climática. Desde la genocida guerra israelí en Gaza y Cisjordania a la caída de regímenes y el surgimiento de nuevas estructuras de poder en la región y el mundo, los acontecimientos del año que acaba de terminar dejarán una impronta personal y global duradera.

Las descontroladas guerras de Israel

La brutal guerra de Israel en Gaza y su violenta invasión en Cisjordania se intensificó en 2024, lo que llevó a destrucción sin precedentes y pérdida de vidas, y advertencias de una nueva era de tecnologías sin control de las reglas de la guerra. Gaza está casi completamente destruida, la cifra de muertos llega a las decenas de miles, y algunos estimados médicos dicen que los números llegan a los cientos de miles. Cisjordania tuvo mayor actividad en asentamientos, violentas represiones y desplazamientos masivos.

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Mientras la comunidad internacional no logró detener los horrores ni refrenar al Gobierno israelí, organizaciones internacionales de derechos humanos condenaron las acciones de Israel como crímenes de guerra, aunque las potencias globales quedaron en gran parte paralizadas. El bombardeo israelí del Líbano, que sobrepasó los horrores de invasiones y campañas anteriores, desestabilizó más la región, y los civiles se llevaron la peor parte de estos ataques, lo que avivó la rabia y la solidaridad en todo el mundo.

Israel también asesinó a figuras icónicas que han marcado la región desde hace de décadas, y probablemente los más destacados son Sayyed Hassan Nasrallah, carismático líder de Hezbolá, Ismail HaniyehYahya Sinwar de Hamás.

CIJ, TPI, Naciones Unidas y la mayoría global

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Tribunal Penal Internacional (TPI) enfrentaron cada vez más presión para responsabilizar a Israel por crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania. A pesar de los amplios llamados de justicia, la capacidad de los tribunales para actuar fue entorpecida por la resistencia política de las potencias occidentales, cuya complicidad para permitir estas acciones avivaron la indignación global. La parálisis de las instituciones legales internacionales revelaron la fragilidad del orden tras la Segunda Guerra Mundial, y desencadenó llamados para mecanismos alternos de aplicación del derecho internacional.

En respuesta, la mayoría global emergió como un bloque poderoso que enfrentó el dominio occidental en la gobernabilidad mundial. Países en África, Asia y Latinoamérica intensificaron sus llamados a un orden mundial multipolar, denunciaron el fracaso de Occidente para defender el derecho internacional y el rol en desestabilizar el mundo. Este cambio fue evidente en iniciativas como la ampliación de los miembros de BRICS y un renovado impulso para cooperar entre países de la mayoría global, lo que indica un realineamiento de las alianzas geopolíticas.

Romper los malos récords

Las guerra de Israel en 2024 también rompió récords en ataques contra periodistas, trabajadores médicos y personal de Naciones Unidas. Los vigilantes de los medios informaron de un alarmante aumento en muertes de periodistas, muchos han muerto al documentar crímenes de guerra. El personal médico enfrentó despiadados ataques mientras se bombardeaban hospitales y clínicas, en clara violación del derecho humanitario internacional. Las agencias de Naciones Unidas en la región sufrieron devastadoras pérdidas, hay trabajadores muertos e instalaciones destruidas. Simultáneamente, la creciente hambruna en Gaza, avivada por bloqueos y destrucción de infraestructura, mostró el sistemático desmontaje de la vida civil. El constante incumplimiento de Israel de las resoluciones de Naciones Unidas y las normas legales internacionales mostraron un patrón de impunidad, que erosiona más la credibilidad de las instituciones globales con la tarea de defender la paz y la justicia.

Surgieron números impactantes, que incluyen muertes sin precedentes de niños en Gaza, que en marzo de 2024 sobrepasó la cantidad de niños a quienes mataron en todo el mundo al menos en cuatro años. La cantidad de periodistas a quienes ha matado Israel en 2024 excedió las de cualquier guerra anterior, mientras las cifras del personal de también sufrieron ataques. En un duro precedente, Israel calificó a una institución de Naciones Unidas como grupo terrorista, y llevó su guerra al ente internacional.

La guerra olvidada: Sudán

Con la atención del mundo fija en la guerra en Gaza y sus guerras relacionadas en Líbano, no se informó mucho de la guerra de Sudán pese a sus catastróficas cifras. En El Fasher y otros lugares, los equipos médicos legales lucharon heroicamente en medio de retiros de ayuda internacional. Las consecuencias de la guerra profundizaron la severa crisis humanitaria, que desplazó a millones y exacerbó la hambruna son verse una salida.

Hay decenas de miles de muertos en el conflicto entre el Ejército Sudanés y las milicias de las Fuerzas de Apoyo Rápido desde abril de 2023, y la guerra ha llevado a la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con un estimado de 11 millones de personas desplazadas. Grandes partes del país, que incluyen Darfur y Kordofán del Sur controlado por las Fuerzas de Apoyo Rápido, el Ejército controla el norte y el este en medio de crecientes acusaciones de Human Rights Watch y otras organizaciones de derechos humanos de violaciones masivas por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

Yemen e Irak: Solidaridad con Gaza

En Yemen, en solidaridad con Gaza, los hutíes impusieron bloqueos en ríos claves, lo que generó violentas respuestas de aliados occidentales e Israel. Este enfrentamiento intensificó la crisis humanitaria de Yemen, que recibió más críticas internacionales. En Irak también, facciones cercanas a Irán iniciaron su propia campaña de drones en Israel en solidaridad con Gaza y exigió poner fin a la guerra.

Elecciones fallidas: Túnez y Argelia

Las elecciones en Túnez y Argelia indicaron cambios en el entorno político. En Túnez, grupos de oposición boicotearon las elecciones, acusan al Gobierno de reprimir el desacuerdo, mientras la concurrencia de electores llegó a niveles muy bajos. Con la participación de solo el 29% del electorado, y con los candidatos opositores en prisión o impedidos de participar, el presidente Kais Saied ganó con el 91% de los votos.

Las elecciones en Argelia, con un 23% de participación, números discrepantes y acusaciones de corrupción, no lograron tratar las demandas públicas de reformas económicas y sociales. El presidente Abdelmadjid Tebboune ganó con el 84% de los votos entre impugnaciones de los resultados presentadas por otros candidatos.

Cambio sísmico: Siria

Sin embargo, la caída del régimen de Assad en Siria fue el acontecimiento político más sísmico. Tras años de brutal conflicto, las discrepancias internas en la élite gobernante y el aumento de la presión internacional llevó a la caída del régimen. Aunque esto abrió un nuevo capítulo para Siria, también planteó preguntas sobre qué sigue para un país profundamente marcado por la guerra y el desplazamiento. Los desafíos futuros incluyen reconstruir las estructuras de gobernabilidad, abordar la participación internacional y mitigar los actuales ataques de Israel, Turquía y Estados Unidos.

Una campaña sin precedentes de ataques israelíes y estadounidenses que llegó inmediatamente después de la caída del régimen destruyó toda la capacidad militar del país con cerca de 500 ataques en apenas días, lo que coincide con la ocupación de más tierras sirias mientras el Ejército israelí llegó casi a 20 kilómetros de la capital, Damasco. Turquía continuó su ocupación del norte de Siria, como hizo Estados Unidos, lo que complicó las iniciativas de paz.

En medio de estas novedades, de las prisiones de Assad fueron liberados miles de detenidos, algunos de los cuales estuvieron en prisión por décadas. La apertura de estas prisiones, conocidas como “mataderos humanos”, destacaron la necesidad de que se asuman responsabilidades por décadas de abusos a los derechos humanos en los infames calabozos de Assad.

Irán bajo nuevo liderazgo

Irán entró a una nueva era política con la elección como presidente del reformista Masoud Pezeshkian, después de la muerte del anterior presidente, Ebrahim Raisi, en un accidente en helicóptero. El nuevo gobierno prometió aliviar las sanciones y mejorar las relaciones con Occidente, pero enfrentó inmediatas complicaciones de los recalcitrantes, y descontento del público por las dificultades económicas. Los ataques israelíes en el territorio iraní y el asesinato  en Teherán de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, que asistía a la toma de mando del nuevo presidente, aumentó más las tensiones.

La crisis climática que se pasa por alto

La gran vulnerabilidad de la región al cambio climático quedó al descubierto en 2024. Las inundaciones en Libia, que en 2023 provocaron la muerte de más de 11 000 personas, regresaron y dejaron miles de desplazados, y revelaron una débil infraestructura y fallos de gobernabilidad. La migración forzada por el clima se intensificó, miles huyeron de zonas que se han vuelto inhabitables por la desertificación y la escasez de agua. En toda la región, estas crisis ambientales complicaron las existentes dificultades humanitarias, y exigen acción urgente que sigue siendo esquiva.

Estados árabes entre ausencia y desestabilización

Los Estados árabes no han intervenido para detener las guerras en Israel, sobre todo Arabia Saudita, y la supuesta participación en avivar los conflictos regionales fue duramente criticada. Emiratos Árabes Unidos ha enfrentado acusaciones de profundizar la inestabilidad de Sudán y Yemen. Por su parte, Catar consolidó su rol como mediador regional, facilita las conversaciones entre las partes en conflicto y organiza iniciativas de paz internacionales.

La ausencia de Egipto de un rol de liderazgo regional se ha vuelto cada vez más evidente mientras enfrenta crisis económicas y no logra abrir ni controlar sus fronteras con Gaza en Rafah. Las protestas en solidaridad con Gaza fueron reprimidas duramente, lo que destaca el puño de acero del régimen ante la disidencia.

Traumático impacto de la guerra en las poblaciones árabe y musulmana

Las guerras y conflictos de 2024 profundizaron el trauma de las poblaciones árabe y musulmana en todo el mundo. Sus comunidades en el extranjero protestaron en solidaridad con Gaza, Líbano y Sudán, mientras luchan con la creciente islamofobia en Europa y Estados Unidos. La elección de Donald Trump en Estados Unidos y el rápido auge de los partidos racistas de extrema derecha en Europa aumentaron los temores de retórica y políticas antimusulmana, lo que complicó las ansiedades de las ya marginadas comunidades que han sufrido y presenciado un año de sistemática deshumanización en los medios instituciones, Gobiernos y sociedades occidentales.

Los acontecimientos de 2024 cambiaron la forma de la región de Asia Occidental y Norte de África, y dejado un rastro de destrucción, trauma y transformación. Las crisis interconectadas —desde guerras y agitaciones políticas a desastres climáticos— revelan la urgente necesidad de solidaridad global y soluciones sostenibles. El mundo ya vive en 2025 y la guerra genocida en Gaza continúa, pero las acciones de 2024 no se deben olvidar, ni tampoco los pueblos de Gaza, Sudán, Siria, Líbano, Yemen y otros lugares.

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