Crisis en Sudáfrica por contaminación del aire: Factores contribuyentes y soluciones

Emisiones desde la planta Sasol Secunda. Imagen por AntimatterMachine desde Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0 Deed).

Por Grace Kobare

Las ciudades africanas están creciendo a pasos agigantados, se espera que para 2060 más del 65% de los ciudadanos vivan en zonas urbanas. Sin embargo, mientras que el crecimiento de la urbanización puede crear muchos beneficios económicos y sociales, también trae algunos inconvenientes. Por ejemplo, un reciente informe de Greenpeace revela que Sudáfrica es el principal contaminador de aire del continente.

La contaminación del aire ocurre cuando se liberan contaminantes dañinos en el aire, lo que crea grandes riesgos para la salud humana y el ambiente. Es una de las principales preocupaciones de salud ambiental a nivel mundial, sobre todo en las zonas urbanas con mayor población. En Sudáfrica, la contaminación del aire es el segundo gran riesgo de salud, responsable por 25 800 muertes prematuras en 2019. La contaminación de aire urbano afecta la salud de las personas y supone una presión adicional en el ya sobrecargado sistema de salud de Sudáfrica, que reduce la productividad, mientras también desalienta el turismo y las inversiones extrajeras.

Factores contribuyentes

Sudáfrica está clasificado como el duodécimo mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, y su crisis de emisiones está impulsada principalmente por su sector energético. El país contiene seis de los diez mayores focos de emisión de dióxido de nitrógeno del mundo y nueve de las diez mayores fuentes puntuales de dióxido de nitrógeno de África.

Sudáfrica también alberga dos de los mayores focos de emisión de dióxido de sulfuro del mundo y cuatro importantes fuentes puntuales de dióxido de sulfuro. En la región del sur de África, las emisiones de dióxido de nitrógeno, dióxido de sulfuro y compuestos orgánicos volátiles (como solventes industriales) están relacionados principalmente al sector energético. De otro lado, la quema de combustible residencial para calefacción y cocina es la principal fuente de emisiones de carbono negro, también conocido como hollín, que puede causar impactos inmediatos a la salud.

El dióxido de nitrógeno y el dióxido de sulfuro son producidos por la combustión a alta temperatura de combustibles fósiles y son los mayores contaminantes con riesgo para la salud pública. La exposición prolongada a estos gases afecta seriamente la salud. El dióxido de nitrógeno ha sido relacionado a asma a largo plazo y a la intensificación de condiciones respiratorias, mientras que el dióxido de sulfuro está mayormente asociado con ingresos hospitalarios relacionados con el asma.

En los países con ingresos bajo y de medios, aproximadamente el 85% de materia particulada se origina por la quema de biomasa. Esto es particularmente relevante en Sudáfrica, en donde cerca del 70% de hogares con bajos recursos dependen de combustibles contaminantes, como madera, parafina y carbón, para tareas domésticas como cocinar y prender la calefacción. Esta dependencia contribuye significativamente a la contaminación del aire doméstica.

La contaminación del aire doméstica aumenta el riesgo de sufrir apoplejías, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón. Las mujeres y los niños son los más vulnerables por la prolongada exposición en interiores. Combustibles específicos determinan las consecuencias para la salud. El humo de la biomasa está ligado a la bronquitis crónica y al EPOC, mientras que el humo del carbón aumenta el riesgo de contraer cáncer de pulmón. Incluso la parafina, que se considera más limpia, afecta la función de los pulmones y empeora el asma. En Sudáfrica, la contaminación del aire doméstica sigue siendo un problema crítico para la salud pública.

El transporte es otro de los mayores contribuyentes de la contaminación en Sudáfrica, Solo en las carreteras de Johannesburgo, hay más de cinco millones de autos, y cada uno libera gases dañinos al aire. Muchos vehículos dependen de tecnologías obsoletas y los sistemas de recarga de combustible a menudo no se han modernizado. También, la gran dependencia en vehículos personales, junto al uso frecuente de buses y camiones, resulta en altos niveles de emisiones relacionadas con el tráfico.

Según un informe del Daily Maverick, otra fuente clave de contaminación del aire son los centros industriales cerca de los centros urbanos, tales como la región de Mpumalanga Highveld y el Triángulo de Vaal, grandes fuentes de contaminación, como las PM2,5 y el dióxido de sulfuro por la minería de carbón y centrales eléctricas a carbón. En 2022, la Corte Suprema de Sudáfrica dictaminó que la mala cálida del aire en el Área Prioritaria de Highveld viola el derecho constitucional de los ciudadanos a tener un ambiente que sea seguro para su salud y bienestar.

La creciente demanda de energía del país, las actividades industriales y las necesidades de transporte impulsadas por el crecimiento urbano hacen que la rápida urbanización sea contribuya grandemente al aumento de la contaminación del aire en Sudáfrica. Johannesburgo, por ejemplo, está en camino a convertirse en una megaciudad para 2030. Su rápida expansión aumenta las emisiones de sectores como la generación de electricidad, que depende en gran medida de combustibles fósiles, al igual que el transporte y las industrias de metales. Estas actividades liberan contaminantes dañinos, como materia particulada (PM2.5), óxidos nitrosos y dióxido de sulfuro (SO2), que exceden las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una calidad de aire segura.

De acuerdo con una investigación realizada por Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Sudáfrica tiene Estándares de Emisiones Mínimos para las industrias, pero estas medidas son inconsistentes y el control de la calidad del aire está distribuido de forma desigual. Aproximadamente el 40% de la población no tiene acceso al control de la calidad del aire dentro de un radio de 25 kilómetros (15,53 millas), lo que dificulta intervenciones eficaces que se sustentan en evidencia.

Soluciones

Las posibles soluciones a los problemas de contaminación del aire de Sudáfrica incluyen expandir las fuentes de energía renovable y reducir la dependencia del carbón, lo que podría mejorar significativamente la calidad del aire. Mejorar la infraestructura del transporte público para reducir el número de vehículos en las carreteras, implementar normas de construcción ecológica y crear espacios urbanos ecológicos puede ayudar a mitigar la contaminación y sus efectos. Asimismo, fortalecer las regulaciones de la Ley de Calidad del Aire de 2004 y promover prácticas industriales más limpias son cruciales para alcanzar mejoras a largo plazo. Air Fund y PNUMA a través de campañas, recomendaciones de políticas y colaboraciones con Gobiernos y comunidades locales. Estas colaboraciones tienen como objetivo tratar las dificultades sistemáticas y promover el crecimiento urbano sustentable.

Por ejemplo, en 2023, el Fondo de Aire Limpio comenzó sus iniciativas de contaminación de aire en Sudáfrica, basadas en su amplio trabajo por todas las ciudades de África en colaboración con el grupo C40. Como se ha señalado en este informe, Johannesburgo se unió a la iniciativa Breathe Cities, y recibió asistencia técnica, capacitación y compromiso de la comunidad para implementar medidas para limpiar el aire que podrían salvar 2800 vidas y 640 millones de dólares (12 000 millones de rands) para 2040.

En Ciudad del Cabo, la Campaña Ciudadana UrbanBetter por el Aire Limpio facultó a jóvenes corredores a recolectar información sobre la calidad del aire y promover políticas de aire limpio. Asimismo, una colaboración con Climate Visuals produjo una colección de fotos gratuita que destaca las comunidades más afectadas por la contaminación del aire en Johannesburgo y Highveld. Al involucrar a líderes locales, instituciones académicas y grupos comunales, Clean Fund pretende promover soluciones sostenibles dirigidas localmente y abordar el impacto generalizado de la contaminación del aire por Sudáfrica.

La contaminación del aire en las ciudades de Sudáfrica destaca la urgente necesidad de unir esfuerzos y proponer políticas, conciencia pública y desarrollo urbano sostenible para equilibrar la veloz urbanización con la protección del ambiente. Estos problemas requieren acción colectiva de legisladores, empresarios y ciudadanos para enfrentar las causas fundamentales, apoyar medidas regulatorias e implementar soluciones tales como energías más limpias y una mejora planeación urbana. Al unirse para exigir cambios y dar pasos concretos, Sudáfrica tiene una oportunidad vital de frenar la contaminación del aire y salvaguardar la salud de las personas y el ambiente.

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