
Captura de pantalla de un video publicado en YouTube por Aljazeera Arabic que muestra a palestinos celebrando el anuncio del alto al fuego. Uso legítimo.
Luego de 466 desgarradores días de guerra, un alto al fuego finalmente fue declarado, a primera hora del domingo 19 de enero de 2025. Esto marcaría el final de una devastadora guerra que llevó a destrucción y víctimas mortales sin precedentes en Gaza. El anuncio siguió a múltiples resoluciones de Naciones Unidas, órdenes de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) contra los líderes israelíes Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant, un caso de la Corte Internacional de Justicia que acusa a Israel de genocidio, y múltiples denuncias de las organizaciones humanitarias de Naciones Unidas sobre genocidio, crímenes de guerra, inanición, el ataque sistemático de hospitales, niños, escuelas y ayuda humanitaria. A pesar de estos esfuerzos, la guerra rompió récords de víctimas civiles —incluidos periodistas, trabajadores de Naciones Unidas, y médicos— niños amputados y en escala de destrucción.
El alto al fuego — negociado por Catar y garantizado por Egipto, Catar y Estados Unidos— lo anunció el ministro de Exteriores de Catar el miércoles 15 de enero. Este acuerdo llegó días antes de que Donald Trump asumiera la presidencia el 20 de enero, lo que kle permitió que Israel continuara bombardeando hasta el último día de la presidencia de Biden. Irónicamente, los términos del alto al fuego son casi idénticos a los que han estado en discusión en los últimos ocho meses.
El jueves 16 de enero, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, demoró la reunión del gabinete para aprobar el alto al fuego. El retraso apareció en medio del rechazo de las partes de su coalición gobernante sobre cualquier conversación para detener la guerra y demandas para garantizar que la lucha se reanudaría luego de la primera fase. Esto sucede también luego de que los ataques aéreos de Israel sobre Gaza provocaron la muerte de 86 personas en el primer día que transcurrió desde el anuncio.
Acuerdo de alto al fuego
Según los detalles publicados en varios medios, el alto al fuego se desarrollará en fases. Las primera fase de seis semanas incluye el intercambio de prisioneros limitado, el retiro parcial de las tropas israelíes de Gaza y un flujo de ayuda humanitaria para el enclave. Las siguientes fases —en principio acordadas— serán negociadas durante este periodo inicial.
A pesar del alivio global por el alto al fuego, continúa el escepticismo. Israel intensificó las campañas de bombardeos en el período previo al cese de las hostilidades, lo que aumentó el temor por el futuro inmediato. The Guardian informó que Israel mató a 70 palestinos horas después del anuncio. Luego del anuncio del alto al fuego, surgieron informes de que Israel había aumentado el bombardeo de la ciudad de Gaza. La Defensa Civil Palestina confirmó que edificios residenciales en el norte de Gaza estaban bajo ataque y que las fuerzas de rescate tenían dificultades para asistir a quienes necesitaban ayuda.
Pérdidas humanas y destrucción sin precedentes
Las estadísticas de esta guerra son abrumadoras. Según la Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza, 1600 familias han sido eliminadas por completo del registro civil. Las víctimas incluyen 17 841 niños, 12 298 mujeres y 1068 médicos. Se estima que 202 periodistas murieron también. Más allá de las vidas humanas, el conflicto diezmó la infraestructura de Gaza, dejó 161 600 unidades residenciales destrozadas y 34 hospitales fuera de servicio. Los estragos psicológicos y sociales son igual de devastadores, 35 074 niños perdieron a ambos padres y 109 274 personas que resultaron heridas.
Un estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista médica The Lancet, afirma que los números reales de víctimas son un 40% mayores de lo que reportan las autoridades palestinas, y ubican las víctimas en más de 64 000, alrededor del 3% de la población total antes de la guerra.
Este número de fallecidos solo incluye muertes por heridas traumáticas, no por otras causas, como falta de atención médica o de alimentos, o los miles de desaparecidos que se cree podrían estar bajo los escombros.
Otro estudio publicado antes en la misma revista incluía muertes indirectas. que suelen ser entre tres y 15 veces el número de muertes directas, y que en julio de 2024, ubicaba el número de fallecidos en 186 000.
Voces de Gaza y más allá
Los habitantes de Gaza reaccionaron con una mezcla de alivio, agotamiento y determinación, y miles salieron a las calles a celebrar.
Este sentir se vio reflejado en un video publicado en X (antes Twitter) por Gaza Notifications: «Los inquebrantables —jóvenes y ancianos, hombres y mujeres— quitaremos los escombros y la reconstruiremos con orgullo».
🚨 “We will rebuild Gaza, and it will become even more beautiful than before,” said a Gazan woman following the announcement of the ceasefire agreement in Gaza.
Demonstrating unwavering determination, she added, “We, the steadfast—young and old, men and women—will remove the… pic.twitter.com/CaVlUZLCa8
— Gaza Notifications (@gazanotice) January 15, 2025
🚨»Reconstruiremos Gaza, y será aún más hermosa que antes», declaró una gazatí luego del anuncio del alto al fuego en Gaza.
Demostrando una determinación inquebrantable, añadió, «Los inquebrantables —jóvenes y ancianos, hombres y mujeres— quitaremos los escombros y la reconstruiremos con orgullo».
La periodista palestina Plestia Alaqad capturó el sentir global de forma sucinta en una publicación de Instagram: «un miércoles común, el mundo decidió que ya había visto suficiente sangre palestina». Sus palabras reflejan la frustración de muchos que sienten que las intervenciones de la comunidad internacional llegaron muy tarde.
Un miércoles común, el mundo decidió que ya había visto suficiente sangre palestina.
Aún no lo creo.
Mientras tanto, el periodista Anas Alsharif, de Al Jazeera, se quitó el equipo protector como celebración del alto al fuego, en un video ampliamente difundido.
love how the reporter starts taking off his press gear as he announces a ceasefire agreement and the crowd erupts in cheers as they help him take his jacket off and one of the guys puts him on his shoulders to celebrate 😭 pic.twitter.com/k9YbhbyoS5
— سماح | 🧚🏾♀️samah (@samah_fadil) January 15, 2025
Me encanta cómo el periodista empieza a quitarse el equipo de prensa mientras anuncia un acuerdo de alto al fuego, y la multitud estalla en vítores mientras lo ayudan a quitarse la chaqueta y uno de los muchachos lo sube a sus hombros para celebrar.
😭
Las reacciones de Estados Unidos e Israel
En Estados Unidos, tanto presidente saliente, Joe Biden, y el recién mandatario investido Donald Trump se atribuyeron el mérito por el alto al fuego. Sin embargo, la presión ejercida por Trump fue fundamental para el acuerdo. Las reacciones israelíes fueron variadas. Mientras algunos recibieron positivamente el acuerdo, otros lo vieron como capitulación a la presión externa, sobre todo de Trump. La periodista israelí Noga Tarnopolsky informó que había desconcierto entre quienes creían que la guerra debía continuar.
💥Stunned like the true believer he is, Netanyahu proxy @ErelSegal laments: «We're the 1st to pay a price for Trump's election. [The deal] is being forced upon us… We thought we'd take control of northern Gaza, that they'd let us impede humanitarian aid» pic.twitter.com/VrbDYE8KJ2
— Noga Tarnopolsky נגה טרנופולסקי نوغا ترنوبولسكي (@NTarnopolsky) January 13, 2025
💥Atónito como el creyente que es, el representante de Netanyahu, Erel Segal se lamenta: «somos los primeros que pagan el precio por la elección de Trump. Nos están forzando a aceptar [el acuerdo]… Creíamos que tomaríamos el control del norte de Gaza, que nos dejarían bloquear ayuda humanitaria».
La respuesta internacional
A nivel global, el alto al fuego fue recibido con un cauto optimismo. Muchos líderes mundiales recibieron positivamente el cese de hostilidades, y enfatizaron la urgente necesidad de ayuda humanitaria y las iniciativas de reconstrucción. Sin embargo, el escepticismo persiste. Dado que antes ya han fallado los acuerdos de alto al fuego, existe el temor de que el acuerdo pueda tener un final similar.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, calificó al alto al fuego como un «primer paso crítico», y declaró que «es imperativo que este alto al fuego elimine los significativos obstáculos políticos y de seguridad para hacer llegar ayuda humanitaria a Gaza, para que podamos asistir en la necesidad urgente de ayuda humanitaria para salvar vidas», y advirtió que «la situación humanitaria alcanzó niveles catastróficos».
El camino a seguir
Mientras Gaza comienza a lidiar con las posibles secuelas de esta guerra devastadora, muchas preguntas siguen sin respuesta, y hay problemas críticos sin resolución. Estos incluyen justicia por las víctimas, la reconstrucción de Gaza, un mayor proceso de paz y el futuro de los palestinos y de Palestina. Las consecuencias de este conflicto —en vidas perdidas, infraestructura destrozada y el trauma psicológico— son un sombrío recordatorio de que se necesitan soluciones duraderas y una paz justa. Reconstruir Gaza requerirá ayuda material y un compromiso de atender las causas de fondo del conflicto y traer justicia y responsabilidades para los crímenes de guerra documentados.
El papel de la Corte Internacional de Justicia de buscar justicia sigue siendo una incógnita, sobre todo dados sus recientes cambios en dirigencia luego de que el presidente actual, el juez libanés Nawaf Salam, fuera nombrado primer ministro y se espera que sea reemplazado por la vicepresidente, la jueza ugandesa Julia Sebutinde, que fue criticada por sus sentencias a favor de Israel y creciente preocupación por la imparcialidad en futuros procesos legales.
La comunidad internacional también debe lidiar con su papel en la prevención de futuras atrocidades. Mientras el alto al fuego entra en efecto, la atención continúa en Gaza, donde las cicatrices de la guerra son evidentes en cada casa destruida, en cada familia en duelo y en cada niño mutilado. Las próximas semanas y meses podrán a prueba la determinación de la comunidad internacional de defender los derechos humanos y asegurar que se asuma la responsabilidad por los horribles crímenes cometidos y documentados contra los palestinos.