Estado griego reprime a manifestantes pacíficos que conmemoraban la muerte de adolescente a manos de la Policía en 2008

Refuerzos de la Policía Helénica (ELAS) se apresuraron a reprimir a los manifestantes. Foto del autor, usada con autorización.

El 6 de diciembre, la Policía griega intervino violentamente en protestas pacíficas en Tesalonica para conmemorar el aniversario de la muerte de Alexandros Grigoropoulos, muchacho de 15 años que murió por un disparo de la Policía en Atenas ese día en 2008. La intervención llevó al arresto de 112 personas, predominantemente adultos jóvenes y adolescentes. Las acciones policiales parecieron concertadascalculadas, y aunque las autoridades lo justificaron como «control de multitudes«, muchos lo percibieron como un intento abierto de reprimir el desacuerdo.

Un día de duelo

La conmemoración anual empezó en el Arco de Galerio (Kamara), popular lugar de reunión en Tesalónica. Las personas se reunían y se preparaban para una marcha que tenía una profunda importancia para los griegos, sobre todo entre izquierdistas y anarquistas. Como periodista independiente, llegué equipado con una grabadora de video y una cámara para documentar la marcha, consciente de la importancia del día en la historia política contemporánea griega.

La muerte de Grigoropoulos supuso un momento crítico en la sociedad griega. Un altercado verbal entre el muchacho y sus amigos con la Policía escaló en el distrito de Exarcheia de Atenas central, cuando un oficial sacó su arma y disparó el adolescente. Este acto de violencia indiscriminada fue el inicio de disturbios y protestas a nivel nacionalinternacional. La muerte de Grigoropoulos fue un catalizador, que desencadenó mucha rabia en Grecia hacia la Policía por maltrato a los manifestantes, reformas educativas, estancamiento económico, corrupción del Gobierno y violencia policial.

Epaminodas Korkoneas, el policía que le disparó a Grigoropoulos, fue sentenciado inicialmente a prisión perpetua pero fue liberado en 2019. Volvieron a arrestarlo a mediados de 2024 por una apelación y espera nuevo juicio, que se prevé siga en 2025. Las secuelas de este trágico acontecimiento sigue resonando con muchos griegos hasta ahora, lo que avivó un creciente sentir de desconfianza pública hacia la Policía y los actuales pedidos de que se asuman responsabilidades.

El epitafio en Atenas de Grigoropoulos dice, ‘Aquí, el 6 de diciembre de 2008, un acto completamente injustificable extinguió la inocente sonrisa de Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, con las balas de asesinos que no se arrepienten’. Foto vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).

Tensión creciente y giro violento

Police antidisturbios griega en formación, muestran una presencia opresiva en contraste con el transeúnte cuya vulnerabilidad muestra la fuerte disparidad en la dinámica de poder. Foto del autor, usada con autorización.

Como en años pasados, la marcha de diciembre empezó pacíficamente. Sin embargo, a diferencia de las rutas de protestas anteriores, que terminaban cerca de Kamara, esta vez la manifestación tomó otro giro. Antes de que empezara la marcha, la Policía rodeó zonas claves para los anarquistas, ostensiblemente para evitar que los manifestantes busquen refugio en tiendas, una táctica influenciada por sus experiencias durante las recientes manifestaciones del 17 de noviembre por el levantamiento de 1973 en el Politécnico de Atenas contra la conmemoración de la junta. Las tensiones aumentaron rápidamente cuando los manifestantes fueron conducidos hacia la plaza Navarinou en el centro histórico de Tesalónica y luego a la céntrica avenida Tsimiski, donde estalló el caos.

Al grabar esta escena, me encontré en medio de explosiones (granadas). Una detonó alarmantemente cerca, y me desorientó y causó que tropezara al lado de un camión de construcción.

La Policía griega hizo un arresto masivo en Tesalónica durante la conmemoración anual de Alexis Grigoropoulos, el muchacho de 15 años que murió por un disparo de la Policía en Atenas en 2008. Entre los detenidos hoy había varios adolescentes. En la protesta, que conmemora un día de violencia policial, los policías emplearon fuerza excesiva para dispersar a las multitudes y mantener el control. Más actualizaciones e informes más adelante…

Pronto el aire se vio lleno de gas lacrimógeno, y los manifestantes empezaron a toser y entrar en pánico. A través del humo, la policía antidisturbios avanzó, rodeó y detuvo a los manifestantes.

El actual policial fue metódico y enérgico, con explosivos, gas lacrimógeno y formaciones para dispersar a la multitud y arrinconar a los manifestantes. Hubo una cantidad considerable de detenciones, que luego resultaron en arrestos. Muchos eran adultos jóvenes, algunos visiblemente angustiados mientras los policías les sujetaban las muñecas y los llevaban a rastras. Gritos y pedidos de clemencia se sintieron en toda la escena, que no obtuvieron respuesta, lo que amplificó la opresiva atmósfera.

Esta foto de Craig Wherlock muestra a manifestantes detenidos en la calle John Kouskoura. Después, hubo más personas detenidas en ese lugar. Usada con autorización.

En X (antes Twitter), un usuario griego expresó su descontento con los arrestos, y sostuvo que el actual gobierno es un reflejo de las características de la régimen de la junta de Grecia (1967–1974):

La mayoría de las 126 detenidos anoche por la Policía en el centro de Tesalónica pasaron a ser arrestados. Se les acusa de perturbar el orden público.

Esta es la noticia.

✍🏼 María Kefala
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Si te recuerda a la junta militar, es porque el Estado tiene continuidad.

Secuelas y mayores consecuencias

El día siguiente, 7 de diciembre, el juzgado de Tesalónica fue un punto central de solidaridad, había multitudes de amigos, parientes y simpatizantes reunidos para exigir la liberación de los injustamente detenidos. Sin embargo, las autoridades defendieron los arrestos, sostuvieron que los manifestantes perturbaron el espacio público. Sorprendentemente, la policía antidisturbios volvió a recurrir a la fuerza, con granadas y gases lacrimógenos contra la multitud y hasta hubo transeúntes heridos. Aunque al final los detenidos quedaron libres, siguen esperando comparecer ante el juzgado por una postergación.

Esta foto de Anthi Kekeliadou capta el violento acercamiento de la policía antidisturbios para dispersar a la multitud reunida en el juzgado. La policía antidisturbios incluso persiguió a quienes se solidarizaron con ellos en un intento de hacer más arrestos. Usada con autorización.

Además, toda esta represión estatal es particularmente preocupante en cuanto a otros asuntos, como el destacado caso de Nikos Romanos, amigo de Grigoropoulos. Romanos, que fue testigo de la muerte de Grigoropoulos en 2008, se convirtió en un símbolo anarquista y lo han arrestado varias veces. En 2013, fue arrestado después de participar en un asalto a un banco, que hizo un grupo con la intención de financiar su movimiento y contra el sistema de trabajo remumerado.

Romanos fue arrestado recientemente por participar en una explosión en el barrio ateniense de Ambelokipi. Tras dar su testimonio, quedó detenido, pero negó toda conexión con el el incidente. Aunque se encontraron sus huellas dactilares en una bolsa que tenía un arma de fuego y una revista recuperada en el apartamento de la explosión, Romanos desestimó las acusaciones, dijo que las huellas no estaban relacionadas con ninguna evidencia significativa.

Kostas Vaxevanis, conocido periodista y editor griego, expresa su críticas al arresto de Romanos, y dice en X:

Si hubieran encontrado las huellas dactilares de Mareva en una bolsa Zeus+Dion en el apartamento que estalló en Ampelokipoi, ¿la hubieran arrestado? Por supuesto que no.
¿Si hubieran encontrado las huellas dactilares  de John Doe? Lo mismo, no.
¿Qué hace diferente a Romanos? El hecho de que es una persona con ideas específicas. No alguien con evidencia incriminatoria.

Mareva Grabowski-Mitsotakis es esposa del primer ministro griego y cofundadora de la marca de lujo Zeus+Dion.

Lo que es especialmente preocupante del caso de Romanos es que las iniciativas estatales de culpar a los movimientos disidentes. los simpatizantes de Romanos ven este reciente arresto como un intento deliberado de atacarlo, incitar temor y demonizar el e the anarchist movimiento.

Esta estrategia también distrae la atención del público de los fallos y negligencia del Estado, como el trágico desastre del tren Tempi. El escándalo del Tempi, un desgarrador accidente ferroviario que costó 57 vidas, reveló negligencia sistémica y corrupción gubernamental, que generó indignación. Sin embargo, las acusaciones contra Romanos, aunque tenues, son ampliamente percibidas como parte de una narrativa mayor que busca silenciar la discrepancia y desviar la culpa del gobernante partido Nueva Democracia, presidido por el actual primer ministro Kyriakos Mitsotákis.

¿Nueva democracia? ¿O la vieja junta con disfraz?

Lo que ocurrió el 6 de diciembre de 2024 es emblemático de una creciente tendencia autoritaria en Grecia. La violenta respuesta policial a manifestantes pacíficos destaca una complicada realidad: Se está reprimiendo la disidencia bajo el pretexto de mantener el orden y la paz. Para muchos griegos, los acontecimientos son un duro recordatorio de que los valores democráticos del país siguen estando en entredicho, y los ciudadanos se quedan sin voz frente a la represión patrocinada por el Estado.

Policía antidisturbios en tensa formación momentos antes de empezar su violenta represión contra los manifestantes. Foto del autor, usada con autorización.

Como periodista y testigo, no puedo ignorar la violencia y los esfuerzos calculados para silenciar a quienes lloran la muerte de Grigoropoulos, una tragedia que simboliza la lucha permanente por la justicia en Grecia.

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