
Captura de pantalla del periodista trinitense Jones P. Madeira tomada del video de YouTube ‘Golpe de 1990 – Presentación especial de CCN TV6‘.
El 10 de enero de 2025, Trinidad y Tobago perdió una luminaria del periodismo, Jones P. Madeira. A sus 80 años, este veterano de las noticias había tenido problemas de salud y falleció en el Complejo de Ciencias Médicas Eric Williams, en el corredor este-oeste de Trinidad.
Al conocerse la noticia de su muerte, la Asociación de Medio de Trinidad y Tobago (MATT) le rindió homenaje como «periodista pionero que transformó los medios caribeños», y calificó su carrera de «clase maestra del poder del periodismo como el cuarto poder y un pilar vital de la democracia». El artículo continuaba: «Su muerte es una profunda pérdida, para su familia y también para la profesión que elevó y la región a la que sirvió con tanta pasión».
Madeira nació en 1944 en la ciudad de Arima, al este de Trinidad, y tuvo una niñez nómade, se mudó «cada seis u ocho meses«, lo que tal vez encendió una genuina curiosidad sobre la gente. De niño, conoció e interactuó con personas étnica y culturalmente diversas, que en el tributo de MATT decía que «le dio una comprensión matizada del tejido social de la región, de la que luego informaría en su periodismo». También tuvo una fuerte influencia de la integridad y del pensamiento independiente de su madre, virtudes que también fueron evidentes en su trabajo.
Era una imponente figura en el entorno de medios regionales, y su carrera abarcó décadas de innovadores reportajes. Empezó su carera como presentador aficionado con el servicio de radio Voz de Redifusión. Su primer cargo profesional en los medios fue a comienzos de la década de 1960, cuando lo contrataron como reportero judicial en The Trinidad Guardian. Después fue asignado al Aeropuerto Internacional de Piarco, donde con frecuencia entrevistaba a líderes regionales y dignitarios de todo el mundo. Para el fin de la década, volvió a trabajar en medios electrónicos, esta vez en Radio 610, parte del National Broadcasting Service. Su diligencia y compromiso con la excelencia, junto con su comportamiento calmado y autoritario, le dieron una excepcional capacidad de hacer que la gente se sintiera informada, segura y conectada con el mundo.
Al final de la década de 1970, una beca del servicio del Caribe de la BBC en Londres le dio la capacitación que necesitaba para su oficio. Ser productor del servicio regional extranjero de la BBC y transmitir de Bush House le dio un aroma del periodismo a nivel internacional, amplió sus horizontes, y lo hizo reflexionar sobre el rol del cuarto poder en el Caribe, que estaba en los últimos momentos del movimiento de independencia. A su regreso a casa, volvió a Radio 610 como productor principal de noticias y actualidad. Ahí dirigió a un grupo de jóvenes presentadores y produjo diversos programas de noticias y actualidad.
En 1976, asumió el cargo de asesor de relaciones de medios e información pública en la Secretaría de la Comunidad del Caribe (CARICOM). También fue parte de un equipo de la UNESCO encargado de promover el movimiento de integración del Caribe, del que surgió la Agencia de Noticias del Caribe (CANA) y la Unión de Radiodifusión del Caribe (CBU), en todo, desde producción a capacitación, aumentó la cooperación regional entre agencias de noticias.
En 1981, Madeira fue el primer secretario general a tiempo completo de la CBU, donde hizo mucho para unir a la región a través de iniciativas de medios. El intento de federación del Caribe falló, pero programas innovadores como CaribVision [que incluían intercambios satelitales diarios entre sistemas de televisión regionales y transmisión en vivo de hechos destacados] y CaribScope [revista televisiva] conectó a audiencias angloparlantes con noticias, cultura y actualidad en todo el archipiélago. De estas iniciativas, Madeira señaló una vez, “Estábamos construyendo algo más grande que países, una identidad caribeña compartida». Madeira fue incluido en el Salón de la Fama de Medios Caribeños de CBU en 2000.
Fue jefe de noticias y actualidad en la estatal Trinidad and Tobago Television (TTT) cuando ocurrió el intento de golpe de Estado de julio de 1990. Los insurrectos tomaron por asalto el Parlamento y la TTT, entre otros lugares. Como muchos otros trabajadores que estaban de turno esa vez, Madeira fue tomado como rehén. En el periodo de la insurrección, con el locutor Dominic Kalipersad, apareció intermitentemente para tener a los ciudadanos al día con las novedades, rodeados de hombres armados. Su tomo mesurado, incluso bajo esa presión, transmitía confianza, y daba a los espectadores esperanza y confianza en un tiempo de temor e incertidumbre.
En la declaración por la muerte de Madeira, la Asociación de Trabajadores de Medios de Caribe (ACM) agregó que durante el intento de golpe, también «medió en las conversaciones entre los insurgentes y las fuerzas de seguridad». También reconoció el rol de Madeira como «mentor de toda una generación de periodistas caribeños». Wesley Gibbings, fundador de la ACM que trabajó con Madeira cuando estaba en The Trinidad Guardian, dijo simplemente: «No se puede escribir la historia de los medios regionales sin mencionar su nombre».
Madeira dejó TTT para ser gerente de noticias y actualidad y relaciones caribeñas en Trinidad Broadcasting Company. Luego pasó a ser editor en jefe de Trinidad Publishing Company Limited, que le dio su primera temporada profesional en prensa escrita. La integridad era lo primero para Madeira, que renunció (con gran parte de su equipo editorial principal) durante un enfrentamiento con el Gobierno y los editores del periódico sobre la libertad de prensa. Esa renuncia colectiva dio origen a The Independent, alternativa de corta duración a los diarios más establecidos con informes equilibrados, análisis profundos y periodismo de investigación dirigido a lectores que valoraban la información razonada y objetiva.
Cuando The Independent cerró, Madeira se dio una pausa del periodismo de diez años, y tomó un trabajo como asesor de información del Centro de Epidemiología del Caribe (CAREC), después de lo cual dirigió la Unidad de Comunicaciones del Ministerio de Salud. Después fue gerente de protocolo e información judicial de Trinidad y Tobago, y finalmente regresó al periodismo en 2014, cuando aceptó el puesto de editor en jefe de Trinidad and Tobago Newsday.
El director del diario, Grant Taylor, dijo que la muerte de Madeira es una pérdida para el país: “Era un hombre increíblemente fuerte y callado de tremenda integridad [y] fue fundamental en dar forma a la dirección del diario en el que estamos ahora».
La sucesora de Madeira en Newsday, Judy Raymond, recordó que había «demostrado constantemente paciencia, gracia y sabiduría nacidos de su larga y extensa experiencia en los medios. Siempre dependíamos de él para un buen consejo, pero siempre estaba listo para escuchar y nunca asumía que sabía más. Cualquiera en la sala de redacción podía acercársele para un consejo solidario, profesional o personal. Era un perfecto caballero a la antigua, sin el machismo que a veces implica».
Otro colega, Andy Johnson, que llamó «innovador» a Madeira», dijo a The Newsday: “Dio más que una gran parte de buen trabajo y recibió varios golpes en el camino, como le pasaría a cualquiera que intentara generar un cambio». En 2018, Madeira recibió un premio nacional, la medalla Chaconia (oro), el segundo mayor honor nacional, por su servicio en el campo del periodismo.
Madeira era reconocido por su liderazgo, impactante manera de narrar y su inquebrantable dedicación a los hecho, y deja un legado que ha dado forma indeleble a la conciencia nacional. Al reflexionar sobre su recorrido, Madeira dijo una vez, “no hice nada extraordinario. Solo quería contar la verdad y ayudar a la gente a que el mundo tenga sentido».
Lo sobrevive Melba, su esposa desde hace más de 50 años, y sus tres hijos.