Dentro de Saydnaya: Historias de horror y sobrevivencia en infame prisión siria

‘Mujer busca a través de las celdas de la prisión Sednaya’. La prisión ha sido abierta al público. Foto: Telegram vía Wikimedia Commons. Dominio público.

La prisión de Saydnaya, tristemente célebre centro de detención ubicado en las afueras de Damasco, Siria, se ha convertido en símbolo de abusos de derechos humanos y los horrores de la actual guerra civil de Siria. Durante años, fue donde miles de sirios, desde  disidentes políticos a ciudadanos comunes y corrientes, han sufrido inimaginables torturas, trato inhumano y muerte. Los prisioneros que sobrevivieron suelen contar historias de resiliencia y sobrevivencia, cada una igualmente dolorosa y dura. Presentamos cuatro de esas historias que muestran la aterradora realidad de la vida dentro delos muros de Saydnaya.

El francotirador ciego

Una de las historias más extrañas que surgen de la prisión de Saydnaya es la del francotirador ciego: un civil arrojado en el sistema carcelario por débiles conexiones con un grupo contra el régimen.

En entrevista con el diario Al-Marsad, un exprisionero sirio contó la historia de un hombre ciego detenido en la prisión de Saydnaya, acusado de ser “francotirador  para la oposición”.

“Estábamos en la prisión, y de un momento a otro abrieron la puerta y llevaron a un hombre ciego”, recordó el exprisionero en la entrevista. “Conversamos con él y preguntó si lo habían llevado ante el juez. Nos dijo, ‘Cuando estuve frente al juez, me preguntó cuándo perdí la vista, y yo le dije que nací ciego’. El juez respondió: “En su acusación dice que usted es francotirador. No puedo hacer nada para ayudarlo. Vaya con Dios'».

El prisionero ciego, originario de Alepo, pasó por mucho sufrimiento en su tiempo en Saydnaya. Según el exdetenido, muchos prisioneros de Alepo que estuvieron encarcelados entre 2016 y 2017 pasaron por extremo sufrimiento, y muchos murieron en la infame prisión.

Esta es la entrevista que publicó en X el usuario @hamza7674522671

Habitaciones de sal

Una de las prácticas más grotescas en Saydnaya eran las “habitaciones de sal”, salones para guardar cadáveres que el régimen empezó a usar en los años de conflicto después de 2011, con el creciente número de muertes dentro de la prisión. Algunos testimonios de exdetenidos lo publicó la agencia France-Presse en 2022. La Asociación de Detenidos y Desparecidos de la prisión de Saydnaya dice que la administración de la prisión recurrió a las habitaciones de sal porque no había suficientes refrigeradores para guardar los cadáveres de los detenidos que morían ahí casi a diario  por la tortura.

Este es un video de TRT World sobre las habitaciones de sal en la prisión de Saydnaya.

Los prisioneros a quienes no ejecutaban pero dejaban en esas habitaciones a menudo debían presenciar en silencio cómo los restos de sus compañeros detenidos se deterioraban. La práctica tenía la finalidad de preservar los cuerpos y de aplastar el espíritu de los vivos, con lo que se aseguraban de que entendieran el destino que les esperaba.

En una investigación y entrevistas adicionales con exreclusos, AFP encontró que se crearon al menos dos de esas habitaciones dentro de Saydnaya.

Para un hombre, esta experiencia se convirtió en un constante recordatorio de la crueldad del régimen. Contó que él y otros prisioneros miraban los cadáveres preservados, y que sabían que en cualquier momento, ellos podían ser los siguientes momificados en la sal. Era una forma espantosa de tortura psicológica, las habitaciones de sal no era solo una manera de preservar cadáveres, eran una manifestación del profundo desprecio régimen por la vida humana.

Mazen Hamada: el activista olvidado

La historia de Mazen al-Hamada está llena de sacrificio y activismo ante la brutal opresión. Mazen era exestudiante y abierto crítico del régimen, y fue uno de los muchos sirios detenidos por sospechas de ser disidente. Sin embargo, su historia es ejemplo de las muchas maneras en que el Gobierno sirio buscaba aplastar cualquier oposición.

 

El activista de 46 años de Deir ez-Zor estuvo en prisión y fue torturado por más de un año y medio por participar en protestas contra el Gobierno. Tras exiliarse de Siria, buscó asilo en Países Bajos, donde públicamente contó del maltrato que recibió. En 2020, Hamada fue víctima de desaparición forzada cuando la inteligencia siria lo detuvo en el aeropuerto a su regreso a Siria.

Este video de TRT World trata el caso de Mazen Al Hamada como parte de una serie de videos titulada «Horrores de prisiones sirias».

Pero pese a la tortura, las golpizas y el temor a la ejecución, el espíritu de Mazen no se doblegó. Su resiliencia pasó a ser un símbolo de la voluntad colectiva del pueblo sirio de resistir la opresión. Hasta escribió notas secretas de aliento que pasaban otros prisioneros para recordarles que su causa era justa y que debían sobrevivir para volver a luchar algún día.

Su cuerpo fue hallado en la prisión de Saydnaya el 8 de diciembre de 2024, durante la caída del régimen de Assad. A su funeral, que se llevó a cabo el 12 de diciembre, asistieron miles de sirios. Se le considera un mártir y símbolo de la oposición siria.

‘Perdí mi riñón’

Una de las historias más surrealistas de Saydnaya es la de un oficial cristiano que fue arrestado tras ser acusado de disidencia. Su historia fue publicada por la televisora libanesa Aljadeed TV.

En la entrevista, George Elias Nader, oficial de la reserva, explica que fue encarcelado por negarse a seguir órdenes para disparar contra manifestantes pacíficos, incluidos niños, en Hama. Explica que no pudo lastimar a civiles inocentes, sobre todo niños, lo que terminó en acusaciones de traición y solidaridad contra el Gobierno. A George lo arrestaron y llevaron a un local militar, y soportó un año de implacable tortura y abandono, física y mentalmente. Describe que lo golpearon, que la arrancaron los dientes, que vivía en un ambiente en el que los prisioneros eran tratados como herramientas descartables. A pesar de todo ese maltrato, no le dieron explicaciones para su encarcelamiento ni el brutal trato que recibió.

Durante su cautiverio, George fue sometido a procedimientos médicos engañosos. Un doctor dijo que necesitaba una revisión de salud, y después de que lo llevaron a una instalación, le inyectaron una sustancia desconocida. Cuando recuperó la consciencia, se dio cuenta de que lo habían sometido a cirugía y descubrió que la habían extirpado un riñón sin su consentimiento. Las secuelas de la operación lo dejaron lleno de inmenso dolor que luego se complicó con un costo físico y emocional de su encarcelamiento. Señala que a los ojos del régimen, los prisioneros como él —independientemente de su religión o identidad—eran considerados como menos que humanos, meras víctimas de un brutal sistema.

Esta es una entrevista de George Elias Nader para Al Jadeed News.

La prisión de Saydnaya es un lugar de inimaginables sufrimientos, en el que innumerables personas han soportado tortura, humillación y muerte. Pero las historias de sobrevivencia y resiliencia son tan poderosas como los horrores ocurridos dentro de sus muros. Cada una de esas personas, entre otras historias no contadas, representa la inquebrantable voluntad de quienes se negaron a ser silenciados por el régimen. Sus relatos son historias de la lucha de Siria por la libertad y la justicia.

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