
Ilustración de Zita Zage/Global Voices.
El auge de los grupos conservadores antiderechos en Uganda y alrededor del mundo han llevado a una desinformación sexista que amenaza la democracia y las libertades en la nación de África Occidental. La desinformación se utiliza como un arma contra las mujeres y las minorías que ejercen su libertad de expresión.
El auge del movimiento feminista
Entre 2016 y 2019, las voces de las mujeres se destacaron en los espacios en línea de Uganda. Existían etiquetas como #WomensLivesMatterUG [las vidas de las mujeres importan Uganda] que se hicieron virales y atrajeron mucha atención. Durante este periodo, los misóginos sabían que no debían cruzarse con quienes llamaban “feministas de Twitter”. Las feministas instruyeron a ugandeses en X (antes Twitter) sobre temas como la capacidad de accionar, de elegir y la integridad corporal. Fue en este momento el auge de la activista Stella Nyanzi, cuya protesta nudista contra su jefe fue recibida con burlas y vítores por su valentía.
Para 2018, las feministas llevaron la batalla de los teclados a las calles, y dieron fuerza a sus voces contra los crecientes feminicidios en el país. Stella Nyanzi, junto a otras destacadas feministas, personificaron este cambio, y utilizaron plataformas digitales y protestas para pedir justicia y que se asuman responsabilidades. Entre 2015 y 2018, más de 42 mujeres ugandesas fueron secuestradas, mutiladas y asesinadas en la capital de Uganda, Kampala y en los alrededores. La mitad de estos macabros asesinatos ocurrieron en tres meses en 2017. Los cuerpos de las mujeres frecuentemente presentaban signos de una brutal violencia sexual, lo que horrorizó al páís, que comenzaba a demandar respuestas.
En 2018, las mujeres marcharon en las calles de Kampala para exigir que la Policía tome acciones contundentes contra los autores de feminicidios. La Policía respondió, y durante un tiempo, los desenfrenados feminicidios se detuvieron.
Aumentan voces misóginas y conservadoras
Sin embargo, mientras se daban estas dinámicas, un peligroso aumento de voces misóginas y conservadoras comenzó a reconfigurar el ambiente político y social, lo que aumentó las dificultades que enfrentan las activistas, sobre todo mujeres, que se pronunciaban en contra de la situación. En 2020, mientras los espacios en línea se volvían cada vez más críticos por el confinamiento, las complicaciones de la pandemia alteraron aún más la trayectoria del movimiento feminista ugandés, y lo empujó a adaptarse y aumentar sus esfuerzos para enfrentar nuevas desigualdades.
Cuando el presidente Donald Trump comenzó su mandato en Estados Unidos, el movimiento conservador en Uganda también se volvió más audaz. Open Democracy informó que los grupos conservadores estadounidenses habían invertido 50 millones de dólares en África desde 2007 para debilitar los derechos de la comunidad LGBTQ+; promover valores conservadores; y restringir el acceso al aborto seguro, a los anticonceptivos y a la educación sexual integral. Esta financiación impulsó el aumento de las perspectivas conservadoras en Uganda, que promueven agendas regresivas bajo la excusa de la “preservación cultural”.
También se vio un aumento de activistas por los derechos de los hombres, “incels” (célibes involuntarios), y hombres motivados por la misoginia que buscan mantener al patriarcado como el orden mundial. Aunque Andrew Tate, influenciador británico-estadounidenses y kickboxer profesional conocido por sus polémicas declaraciones misóginas, fue expulsado de las principales redes sociales, dejó detrás a otros como él en los espacios en línea de Uganda. Estas voces misóginas, motivadas por ideologías patriarcales, le otorgaron protagonismo a figuras como Godfrey Kuteesa, conocido por difundir odio y desinformación sobre las mujeres en Uganda. Cualquier día, puedes encontrar tuits como este: “¡Tu marido debería controlarte!”.
Mientras estas perspectivas misóginas crecen, amplificadas por los cambios en el algoritmo luego de que Elon Musk tomó el control y cambió el nombre de Twitter a X, muchas mujeres comenzaron a retirarse. Algunas eliminaron sus cuentas de Twitter, eligieron dedicarse a actividades como escribir libros y continuar su formación. Muchas priorizaron la autopreservación y la salud mental, mientras que otras se refugiaron en espacios alternativos como Telegram y las historias de Instagram, donde se sentían más seguras y con mayor control de sus interacciones.
La lucha contra la corrupción en Uganda
A pesar de la disminución de los espacios en línea para mujeres, Agather Atuhaire, abogada y periodista ugandesa, cobró relevancia cuando con sus colegas comenzaron exhibiciones en línea para exponer la corrupción en varios sectores de Uganda.
Empezaron con las etiquetas #KampalaPotholeExhibition [exhibición de grutas de Uganda] y #UgandaHealthExhibition [exhibición de salud de Uganda]. Los ugandeses en X se congregaron detrás de estas exhibiciones para exponer la mala gestión de los fondos del actual gobierno y las consecuencias para los ugandeses comunes. La etiqueta #UgandaParliamentExhibition [exhibición del Parlamento de Uganda] causó gran indignación, cuando se reveló que la vocera del Parlamento, Anita Among, estaba desviando miles de millones de chelines ugandeses a su cuenta privada cada semana.
Dear Opposition,
This is a revolutionary moment. You don’t have to miss it. You have all the information you need – plus public support – to move a motion to censor Speaker Anita Among. #CensorAnitaAmong
(Officially ask for these docs)#UgandaParliamentExhibition pic.twitter.com/L3m7UEyw5Q
— Yusuf Serunkuma🌹 (@YusufSerunkuma) March 2, 2024
Ugandeses, si van a caer, por favor, cae, pero mi trabajo y el de mis compañeros expositores es darte información. Tu vocera Anita Among ganó unos 3000 millones de chelines solo en viajes entre julio de 2023 y enero de 2024. Sin embargo, sus influenciadores han estado aquí diciéndonos que redujo los gastos en viajes. Pero tienen razón. Rara vez viaja, ¡pero retira dinero!
Este par en el Parlamento está en algo. Y he estado escuchando a los que se preguntan cómo el contador de la institución deja que pase todo esto, quizás la segunda foto pueda dar algunas respuestas.
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Querida oposición:
Este es un momento revolucionario. No pueden perdérselo. Tienen toda la información que necesitan —además del apoyo del pueblo— para presentar una moción para censurar a la vocera, Anita Among.(Pidan estos documentos oficialmente.)
Desde entonces, los ataques de desinformación tienen como objetivo a Agather Atuhaire, a pesar de que lidera las campañas con un equipo conformado en su mayoría por hombres. Como mujer y madre soltera, se ha convertido en un blanco del discurso de odio y de violencia en línea.
Discurso de odio y ataques de desinformación contra mujeres
En dos entrevistas separadas, Global Voices conversó con Atuhaire y luego con Aloikin Praise Opoloje, muchacha que organizó una protestas nudista con dos compañeras contra la corrupción en el Parlamento ugandés. Conversaron acerca el acoso en línea que recibieron desde que sus campañas cobraron relevancia en línea. Atuhaire advirtió:
They claim that I have four children by four different men. I find it ridiculous for two reasons; how they think that is supposed to be something outrageous and of concern to Ugandans at the same level with their criminality, but also how they can’t even establish facts as basic as the number of children a woman has. If I was a man it would be understandable.
Afirman que tengo cuatro hijos de cuatro hombres distintos. Me parece ridículo por dos razones: creen que eso es escandaloso y una causa de preocupación para los ugandeses que está a la misma altura que su criminalidad, pero también porque no pueden ni siquiera obtener información básica como la cantidad de hijos que tiene una mujer. Si fuera un hombre sería más entendible.
La mayoría de los ataques contra Atuhaire son sexistas, difaman sus decisiones y le niegan autonomía. Ella expresó su opinión sobre qué hay detrás de este fenómeno.
It is so because of the patriarchal, archaic society we still live in where people think that a woman not being married is some sort of failure, that a woman shouldn’t have free will to choose a sexual partner or partners, and that a woman having sex is some abominable, shameful act whereas for a man, having many sexual partners is commendable and demonstrates sexual prowess! I saw some ridiculous comments about how my colleague Spire is sleeping with three women. the comments from men were that it would enhance his ‘market value.
Esto ocurre por la sociedad arcaica y patriarcal en la que todavía vivimos, donde la gente cree que una mujer que no está casada es un fracaso, que una mujer no debería tener libertad de elegir a su pareja o parejas sexuales, y que una mujer que tiene relaciones sexuales es un acto abominable y vergonzoso, ¡mientras que para un hombre tener muchas parejas sexuales es digno de elogio y demuestra competencia sexual! Leí algunos comentarios ridículos sobre cómo mi colega Spire se acuesta con tres mujeres. Los hombres comentan que eso aumentaría su “valor de mercado”.
Pero, ¿cuál es el objetivo de quienes propagan desinformación?
They aim to discredit me. Either because someone is paying them to do so — our good reputations give us credibility, and people we have exposed need to undermine that to turn people against us — or because they think discrediting me will give them the limelight that I have.
Buscan desacreditarme. Ya sea porque alguien les paga para que lo hagan –-nuestra buena reputación nos da credibilidad, y las personas que hemos expuesto necesitan socavar eso para poner a la gente en nuestra contra— o porque creen que desacreditándonos obtendrán el mismo protagonismo que tengo yo.
Muchas veces, estos comentarios desalientan a Atuhaire.
Many times, I wonder how people I have never even met hate me so much as to write outrageous and false things about me, without concern for the consequences on my reputation or on my loved ones.
Muchas veces me pregunto cómo gente que no conozco puede odiarme lo suficiente como para escribir cosas escandalosas y falsas sobre mi, sin preocuparse por las consecuencias que pueda tener para mi reputación o para mis seres queridos.
Sobre la marcha, ha desarrollado una coraza y aprendió a ignorar el odio en línea y a concentrarse en lo que es importante.
Atuhaire no es el único blanco del uso de la desinformación como arma. El 12 de septiembre de 2024, tres muchachas —Norah Kobusingye, Praise Aloikin y Kemitoma Kyenzibo— todas de aproximadamente 24 años, salieron a las calles de Kampala para protestar contra la corrupción en el Parlamento ugandés. Las tres mujeres fueron detenidas preventivamente y encerradas en la prisión de Luzira, pero luego quedaron en libertad. Las protestas nudistas se han usado tradicionalmente como una forma de resistencia. Durante este periodo, surgió mucha desinformación, la mayoría sin fundamento, y como ocurre con Agatha Atuhaire, tenía como objetivo desacreditar a quienes protestaban con ataques sexistas. Praise AloikinOpoloje dijo a Global Voices sobre la desinformación que emergió sobre su protesta nudista.
They said that my choice of protest, being a nude protest, was because I wanted a visa out of the country. They claimed we were paid by foreign agents to stage the protests. They also called us prostitutes. They pointed at my armpits and said I have black armpits for a woman, to which I laughed and asked, ‘Which Black woman doesn't have black armpits?’ They also said we hadn’t had sex in a long time, so men were offering to give me sex because I was obviously sexually starved.
Dijeron que la forma en la que protesto, con actos nudistas, se debía a que quería una visa para salir del país. Afirmaron que nos pagaban agentes extranjeros para armar las protestas. Nos llamaron prostitutas. Señalaron mis axilas y dijeron que tengo axilas muy negras para una mujer, por lo que me reí y pregunté: “¿qué mujer negra no tiene axilas negras?”. También dijeron que no habíamos tenido relaciones sexuales en mucho tiempo, así que los hombres se ofrecían a acostarse conmigo porque obviamente estaba necesitada de sexo.
Los ataques a Agather y a las tres jóvenes manifestantes muestran cómo se utiliza la desinformación sexista para silenciar a las mujeres y reforzar narrativas patriarcales en Uganda. En esta era de sobreinformación, todos somos susceptibles de creer y propagar desinformación. Sin embargo, podemos combatirlo si nos damos cuenta del contenido que consumimos y difundimos en línea.