
Colegiales de República Central Africana. Imagen de hdptcar de Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).
En muchas comunidades africanas, la comida es algo más que un sustento: es un reflejo de la cultura, de la tradición y, a menudo, de las dinámicas de género. En la mesa, la práctica sutil pero prevalente de priorizar a los niños sobre las niñas se manifiesta a través de lo que los expertos llaman diferencias de género en la inestabilidad alimentaria. Esta disparidad, en la que los adolescentes varones reciben porciones más grandes o alimentos de mejor calidad que las niñas, tiene consecuencias a largo plazo y destacan actitudes sociales más profundas hacia la nutrición y la igualdad de género.
En África, las adolescentes suelen ser más propensas a la anemia, a retrasos en el crecimiento y una inmunidad debilitada. Se estima que cada año hay 60 millones de casos de anemia en muchachas, lo que le representa a los Estados que forman parte de la Unión Africana la asombrosa cifra de 1380 millones de dólares. La malnutrición generalizada y la desigualdad imperceptible agravan la diferencia entre hombres y mujeres en materia de salud y amenazan el bienestar de las generaciones futuras.
En 2023, la Unión Africana y la Organización Internacional de Nutrición iniciaron la campaña de nutrición para adolescentes «Con una alimentación adecuada, ella crecerá». Esta campaña transmite un mensaje sencillo: las niñas pueden convertirse en lo que quieran ser y una buena nutrición es fundamental para ayudarlas a lograrlo.
En una entrevista realizada en la localidad de Ejigbo, en Nigeria, Adesewa Olofinko de Global Voices explora el predominio de la desigualdad alimentaria a través de conversaciones de dos muchachas, Favour Okeowo y Fisayo Falade.
Las entrevistas fueron con el consentimiento de los padres y en presencia de un tutor para garantizar un entorno seguro y comprensivo.
Adesewa Olofinko (AO): ¿Hay programas de salud y asignaturas escolares que enseñen a las niñas sobre la importancia de la nutrición?
Favour Okeowo (FO):Yes, in my school, we have physical and health education (PHE) programs and food and nutrition subjects twice every week, but it is not a compulsory subject, so some students don’t take the class. Although we don’t do much during the PHE [physical and health education] classes, it’s always a chance to engage in physical activities like running or other games.
Fisayo Falade (FF): We have Home Economics, but it’s very broad. They teach us about home management, nutrition, clothing, and other things. The teacher does not dwell on nutrition like that — except maybe when we had a topic on ‘Classes of foods.’ But they usually just say, ‘Don’t eat too much junk food, eat a balanced diet.’
Favour Okeowo (FO): Sí, en la escuela hay programas de educación física y salud, y asignaturas de alimentos y nutrición dos veces por semana, pero no son obligatorias, y algunos estudiantes no toman esas clases. Si bien no hacemos mucho en las clases de educación física, es una buena oportunidad para participar en actividades como correr u otros juegos.
Fisayo Falade (FF): Tenemos economía doméstica, pero es bastante general. Nos enseñan sobre administración del hogar, nutrición, vestimenta y otras cosas. Los profesores no profundizan en alimentación, salvo cuando tuvimos que aprender sobre «Tipo de alimentos». Sin embargo, por lo general, solo dicen: «No coman demasiada comida chatarra, tengan una dieta balanceada».
AO: ¿Alguna vez has ido a la escuela o te has acostado con hambre porque no había suficiente comida para todos? ¿Cómo afecta esto tu capacidad para concentrarte o participar en las actividades escolares?
FO: I don’t eat most of the time before going to school in the morning. But my mum gives me about 300 naira (USD 0.19) or 500 naira (USD 0.32) to buy food. If there’s an extra lesson in school, then sometimes she gives me around 700 (USD 0.45). It can buy me puff-puff (a Nigerian staple snack) and a drink or fried yam and pepper, sometimes Akara (bean cake) and bread.
FO: Casi nunca desayuno antes de ir a la escuela, pero mi mamá me da alrededor de 300 nairas (0.19 dólares) o 500 nairas (0.32 dólares) para comprar comida. Si tengo que quedarme a alguna clase extra, a veces me da alrededor de 700 nairas (0.45 dólares). Con ese dinero puedo comprar puff-puff (snack nigeriano) y una bebida, o bien ñame frito con pimienta, o, a veces, akara (pastel de frijoles) y pan.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa nutricional más común de la anemia es la deficiencia de hierro, grave problema de salud a nivel mundial que afecta al 30% de mujeres y niñas de 15 a 49 años.

Productos alimenticios nigerianos. Imagen de Bukky658, de Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).
En 2022, la Unión Africana declaró la «nutrición» como el tema del año, como una forma de proteger el desarrollo de un marco estratégico para prevenir y controlar la anemia en África. Aunque la Estrategia Regional de Nutrición de África 2016–2025 se propuso reducir la anemia en un 50% entre las niñas y mujeres en edad reproductiva (15–49 años), no tenía una estrategia específica para alcanzar el objetivo.
AO: ¿Sientes que en tu familia hay diferencia entre los niños y las niñas en lo que respecta a la comida? ¿Puedes darnos algún ejemplo?
FF: My brother eats a lot more than me. I am three years older than him, but he gets the bigger portion every time. He eats a lot. I think it’s because he’s a boy and boys eat more than girls. He’s stronger than me too, but I am taller.
FF: Mi hermano come mucho más que yo. Soy tres años mayor, pero siempre le dan la porción más grande. Come demasiado. Creo que es porque es niño y se supone que ellos comen más que las niñas. Además, aunque yo soy más alta, él es más fuerte.
Este desequilibrio y la desigualdad alimentaria a causa del género en muchas comunidades africanas están a menudo arraigadas a las normas culturales y a las percepciones de valor. La razón subyacente, algo que no se expresa en muchos hogares, es que se considera a los niños como inversiones para el futuro de la familia, mientras que se espera que las niñas se casen y «pertenezcan» a otra familia.
AO: ¿Entiendes por qué tus padres te dan un plato de comida más pequeño?
FF: My father always said that boys grow up to become breadwinners of the family and will carry on the family name but that the girl should focus on her education and domestic responsibilities. Even though I am three years older than my brother, they give him bigger portions of food than me because my mum says he is stronger and ‘a man.’ I know it’s wrong, and I hope to one day change that and prove to them that a girl can become anything she wants.
FF: Mi padre siempre decía que los niños crecen para convertirse en el sostén económico de la familia y continuar el apellido familiar, pero que la niña se debe concentrar en la educación y en las responsabilidades domésticas. Aunque tengo tres años más que mi hermano, le dan porciones de comida más grandes porque mi mamá dice que él es «hombre» y es más fuerte. Sé que eso está mal y, algún día, espero cambiarlo y demostrarles que una niña puede convertirse en lo que quiera.
El costo de porciones desiguales en África
La práctica de alimentar de manera diferenciada según el género tiene consecuencias a largo plazo que van más allá del presente. Esto afecta en especial la salud, la educación y las oportunidades futuras de las niñas. La malnutrición en las adolescentes no solo hace más lento el desarrollo físico y cognitivo, sino que también deja a las niñas menos preparadas para actividades académicas o competir en el mercado laboral.
La Estrategia Regional de Nutrición de África 2026–2035, sucesora de la Estrategia Regional de Nutrición de África 2016–2025, buscar obtener un descenso del 50% de la anemia en adolescentes y mujeres en edad reproductiva. Mediante diversas políticas de nutrición, se busca ayudar a los Estados de la Unión Africana a perfeccionar sus metas y programas nacionales.
Aunque este hambre silencioso o la desigualdad en la alimentación niega a las niñas la nutrición física y las oportunidades para prosperar, no es una acusación a la cultura africana en su totalidad. A lo largo del continente, existen variaciones en la forma de distribuir y valorar la comida, y la estructura familiar, la situación laboral de los padres y el nivel socioeconómico desempeñan un rol importante en la calidad de la dieta de los adolescentes.
Reequilibrar la porción
Organizaciones tales como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS), y muchos otros organismos todavía desempeñan un papel crucial a través de campañas para combatir la malnutrición y mejorar la alimentación en adolescentes, en especial en las niñas del continente. En octubre de 2023, Tanzania fue el primer país africano en iniciar la campaña de la Organización International de Nutrición “She’ll Grow Into It” (Con una alimentación adecuada, ella crecerá) que resalta la importancia de una nutrición apropiada para el desarrollo y el bienestar de las adolescentes.
Las desigualdades en la alimentación son un reflejo de los desequilibrios de género más amplios en nuestra sociedad. Para que la Unión Africana logre su Agenda 2063 de una África próspera, cada niño debe tener la misma oportunidad de progresar, sin importar el género y, a veces, todo comienza en el plato de comida. Con la entrada en un nuevo decenio de la Estrategia Regional de Nutrición de África, queda por ver si se lograrán avances visibles en la lucha contra la malnutrición y en la reducción de la anemia en todo el continente.