
Marcha de estudiantes contra la ley de agentes extranjeros, mayo de 2024. Foto: Mariam Nikuradze/OC Media, utilizada con autorización
Este articulo se publicó originalmente en OC Media el 21 de enero del 2025. Publicamos una versión editada en virtud de un acuerdo de asociación de contenido.
En su última acción para frenar la libertad de expresión y las asambleas, el partido gobernante Sueño Georgiano se ha propuesto reformar los programas de estudios universitarios de cuatro años. Las reformas que anunció el primer ministro Irakli Kobakhidze en una junta del Gobierno el 20 de enero de 2025, serán dirigidas por una comisión especial del Gobierno. Sin embargo, a los comentaristas les preocupa que bajo la apariencia de estas reformas haya intenciones con motivación política y que el Gobierno esté más decidido a forzar a las universidades de Georgia a que estén bajo su control. El país se ha visto afectado por meses de protestas proeuropeas y contra el Gobierno, en las que, además de cientos de protestantes, las universidades también han tomado un rol activo.
Desde noviembre de 2024, cuando el Gobierno anunció su decisión de suspender el proceso de adhesión del país a la Unión Europea, los estudiantes se unieron a protestas callejeras y organizaron acciones en las universidades en todo el país. Antes, universidades, estudiantes y académicos participaron activamente en protestas contra la controvertida ley de agentes extranjeros. Algunos de los profesores han expresado disconformidad de diferentes formas, que incluyen cartas abiertas dirigidas al Gobierno para cambiar el curso de las acciones. Por lo tanto, el Gobierno ha acusado a los académicos, y a los estudiantes, de estar conectados al gobierno partido Unidad – Movimiento Nacional, al que Sueño Georgiano insulta.
Uno de los establecimientos educativos atacado es la Universidad Estatal de Tiflis, pero la universidad ha tenido ambos bandos: a favor del Gobierno y quienes han alzado la voz para criticar al Estado. En mayo de 2024, durante las protestas contra la ley sobre agentes extranjeros, el primer ministro Kobakhidze mencionó en la emisora pública que muchos profesores de la Universidad Estatal de Tiflis fueron «seleccionados por su afiliación política y no tienen calificaciones suficientes». También mencionó la necesidad de “transformación cualitativa” del sistema y prometió que una de las principales prioridades después de las elecciones de 2024 será una reforma de educación.
En 2023, Kobakhidze acusó a algunos miembros de la dirección de la Universidad Estatal de Tiflis de designar personal académico favorecido por el predecesor de Sueño Georgiano, Unidad – Movimiento Nacional. El primer ministro también dijo que él fue expulsado de la Universidad Estatal de Tiflis en 2010 por criticar las enmiendas constitucionales de ese tiempo. De acuerdo con Kobakhidze, esto fue una decisión política.
Otra de las universidades en la mira fue la Universidad Estatal de Ilia, conocida como una de las universidades progresivas en Georgia. En mayo de 2024, era de las pocas que estaban del lado de los estudiantes y se negó a firmar una declaración emitida por 38 universidades en respuesta a la huelga iniciada por estudiantes de 30 universidades que protestaban contra la ley sobre agentes extranjeros. La Universidad Estatal de Ilia recibió una reprimenda. Por consecuencia, en octubre de 2024, el ministro de Educación de Georgia no dio acreditación total a la Universidad Estatal de Ilia, solo concedió una autorización condicional a la espera de una decisión final tras un año de seguimiento.
De manera polémica, Kobakhidze llegó a sugerir a los estudiantes que en vez de tomar las calles, deberían ir por el «camino correcto», dijo a los estudiantes varones que «buscaran una esposa» y a las estudiantes que «se casaran y reprodujeran».
Más allá de las reformas universitarias propuestas
Las universidades son los últimos objetivos del gobernante Sueño Georgiano. En enero, el ministro del interior de Georgia ordenó expulsar a 25 extranjeros que supuestamente habían participado en protestas contra el Gobierno en noviembre y diciembre de 2024. También en enero, el Centro de Investigaciones del Parlamento Georgiano fue clausurado después de que varios empleados firmaron una declaración pública contra el proceso de adhesión del país a la Unión Europea.
Según un informe de Civil.ge, desde la última semana de diciembre de 2024, muchos más trabajadores públicos han sido despedidos. Todos los trabajadores despedidos han participado en protestas de apoyo a la integración europea de Georgia, han criticado la decisión del partido gobernar de abandonar el camino del país hacia la Unión Europea y la violencia policial hacia los ciudadanos. Sobre los despidos en masa, Kobakhidze alude a las purgas como una «autolimpieza».
Cuando decenas de trabajadores salieron en un día de huelga nacional, fueron objeto de ataques físicos de los «titushki», grupo de hombres enmascarados que se cree están trabajando para el Gobierno. Desde que comenzaron las protestas, los titushki han atacado a menudo a los manifestantes, a quienes critican al Gobierno y a periodistas.
Mientras que los delitos cometidos por titushki han pasado desapercibidos, los manifestantes detenidos durante las recientes protestas han sido juzgados o los están juzgando actualmente en los tribunales locales, y enfrentan largas penas de cárcel y detenciones administrativas.
Ni los periodistas se han librado. El 12 de enero, Mzia Amaghlobeli, fundador y director del periódico independiente Batumelebi y del medio en línea Netgazeti, quedó en custodia por presuntamente agredir a un policía, pero las medidas severas contra los medios independientes han estado sucediendo ya por un tiempo, como se documentó en este artículo de Mariam Nikuradze, periodista veterana y cofundadora de OC Media. Esto incluye preparar un nuevo código de conducta para los periodistas y detener la acreditación parlamentaria de los periodistas. «Si sobrevivimos a la ley sobre agentes extranjeros, mientras Sueño Georgiano permanezca en el poder, no tendremos un camino fácil: de seguro se crearán otras leyes para silenciar a los medios», escribió Nikuradze.
«La magnitud de la represión en los medios desde el 28 de noviembre, después de la decisión del gobernante Sueño Georgiano de detener las negociaciones de Georgia con la Unión Europea, no tienen precedentes», se lee en una carta conjunta que en diciembre de 2024 firmó un grupo internacional de libertad de prensa y grupos de vigilancia de derechos. La carta resaltaba el caso de más de 90 trabajadores de medios a quienes atacaron física y verbalmente. y otras formas de violencia policial mientras cubrían las manifestaciones a favor de la Unión Europea.
This brutal crackdown on the media in Georgia is not an isolated incident but part of a rapid deterioration of press freedom and of targeted violence and impunity for crimes against journalists. Despite repeated appeals to the Special Investigation Service, crimes against journalists remain largely uninvestigated, perpetuating a culture of impunity.
Esta brutal represión hacia los medios en Georgia no es un incidente aislado, sino parte de un rápido deterioro de la libertad de prensa y de violencia dirigida e impunidad por delitos contra los periodistas. A pesar de los repetidos llamados al Servicio de Investigación Especial, los delitos contra periodistas continúan en gran parte sin investigarse, lo que perpetúa una cultura de impunidad.
Civil.ge tiene una actualización llamada «Crónicas de una represión» que documenta casos de arrestos, detenciones, violencia y más.
El 22 de enero, el Parlamento Europeo debatió la deteriorada situación policía de Georgia, uno de los últimos ejemplos de preocupación internacional por la situación en el país. La conversación la inició el comisionado europeo de Asuntos Interiores y Migración, Magnus Brunner. Además de llamar al Gobierno a cambiar de curso e involucrarse en un diálogo constructivo con todos los participantes, Brunner reiteró la posición de la Unión Europea, que está en consonancia con la sociedad civil de Georgia.
El 16 de enero, destacados miembros del Parlamento Europeo emitieron una declaración que expresaba preocupación y condenaba la actual violencia. La declaración llegó poco después de que atacaron físicamente al ex primer ministro Giorgi Gakharia y al líder del partido opositor Para Georgia. «Este es otro ejemplo de la creciente violencia orquestada por Sueño Georgiano y sus aliados contra de protestas pacíficas y disidentes», se lee en la declaración.
El 27 de diciembre de 2024 el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a Bidzina Ivanishvili, fundador de Sueño Georgiano, «por socavar el futuro euroatlántico y democrático de Georgia». James MacCleary, parlamentario del Reino Unido, espera que el Parlamento siga su ejemplo. El 14 de enero de 2025, MacCleary presentó una moción de orden del día para solicitar posibles sanciones para Ivanishvili.
En una resolución de emergencia del mismo día, el consejero político del Partido Popular Europeo convocó a todos los miembros del Partido para «que se abstuvieran de reconocer el régimen autoproclamado de Sueño Georgiano como un gobierno legítimo de Georgia; cesaran toda invitación para visitas oficiales y participación de los funcionarios de Sueño Georgiano en foros internacionales; no reconociera las credenciales de Sueño Georgiano en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa para no quitarle legitimidad».