El gólem: Mítico protector que inspira los cómics estadounidenses y una metáfora para la IA

Una representación del gólem de Rabbi Lowe en el museo de cera Madam Tussaud en Washington DC. Imagen de Wikipedia (CC BY-SA 4.0).

El gólem, centenaria figura de fuerza, masa y poder, tiene su origen en el folclore judío. De acuerdo con la leyenda más popular, este ser mítico — o «monstruo» — fue creado con arcilla por un rabino en Praga en el siglo XVI, con conjuros místicos para proteger a su comunidad oprimida de los pogromos. A lo largo de los siglos, el gólem ha ido más allá de sus orígenes, e inspirado personajes como  el monstruo de Frankenstein de Mary Shelley, y se convirtió en un tema central en el cine mudo y moldeó el mundo de los cómics de superhéroes, desde DC Cómics hasta Marvel Comics.

La palabra hebrea «gólem» (‎גּוֹלֶם ) apareció por primera vez en salmos, para referirse a una «masa amorfa». Actualmente, el gólem representa una poderosa metáfora para la inteligencia artificial (IA), personifica la promesa de un sirviente leal y el miedo a una creación incontrolable. Esta flexibilidad resalta la relevancia perdurable de la historia del gólem según va cambiando para abordar nuevas preocupaciones y aspiraciones culturales.

Desde Hulk hasta Supermán

La leyenda judía del gólem se le suele considerar el prototipo del superhéroe moderno. Este defensor mítico, capaz de un poder inmenso pero propenso a ser incomprendido o temido, es un reflejo de muchos héroes de cómics emblemáticos. El papel dual del gólem —de protector y de marginado— resuena profundamente en el género de superhéroes, en el que los personajes suelen luchar contra habilidades extraordinarias y la alienación social.

La influencia del gólem en los creadores de superhéroes es importante, especialmente  si se tiene en cuenta que muchos creadores de personajes universalmente adorados como Supermán, Batman, Linterna Verde, Iron Man, Thor, Pantera Negra, Capitán América y los X-Men eran inmigrantes judíos o descendientes de inmigrantes judíos de Europa Central y Oriental. Para estos creadores, el gólem —superhéroe judío nacido de la necesidad— representa sus propios problemas como marginados que tratan de proteger a quienes son vulnerables en un mundo que, a menudo, es hostil.

Entre los superhéroes, Hulk es quizás el que personifica de manera más directa la esencia del gólem. Stan Lee, el legendario creador de cómics que cocreó a Hulk junto con Jack Kirby, comentó una vez, «Cuando te paras a pensar al respecto, el Increíble Hulk es un gólem». La oscilación de Hulk entre protector y destructor refleja los aspectos duales del gólem, un ser creado para servir y defender, pero capaz de sembrar el caos cuando está fuera de control. En sus primeras apariciones, la piel gris de Hulk lo vincula aún más con el gólem, esculpido de arcilla e infundido con un poder crudo e indomable.

Robert G. Weiner, bibliotecario de cultura popular y experto en cómics, dijo a Global Voices por correo electrónico:

The Hulk connection is solid, as Stan Lee has said the Hulk was a kind of Golem-like character (and Frankenstein’s Monster as well as Jekyll and Hyde). The Hulk vacillates between being a protector and a destroyer. So many Golem stories have both aspects: one serves God by serving the Jews and is holy, but there is also a menace who wreaks havoc. The movie adaptations of the Golem often show the character as monstrous and out of control.

La conexión de Hulk es sólida, como ha dicho Stan Lee, Hulk era un personaje similar al gólem (y al monstruo de Frankenstein, así como Jekyll y Hyde). Hulk oscila entre ser un protector y un destructor. Muchas historias del gólem muestran estos dos aspectos: uno sirve a Dios sirviendo a los judíos y es un santo, pero también hay una amenaza que siembra el caos. Las adaptaciones cinematográficas del gólem suelen mostrar al personaje como monstruoso y fuera de control.

En su premiado libro «From Krakow to Krypton: Jews and Comic Books» («De Cracovia a Kriptón: judíos y cómics»), Arie Kaplan explora la conexión entre Supermán y el gólem. Supermán, creado en 1933 por Jerry Siegel y Joe Shuster, es otro superhéroe inspirado en el gólem. Siegel y Shuster, hijos de inmigrantes judíos que huyeron de los pogromos, le incluyeron rasgos que nos recuerdan al papel protector del gólem. En las primeras historias de Supermán se le representa como un defensor de la justicia social que lucha contra la corrupción y defiende al indefenso. Kaplan, que escribió los cómics de DC «Man of Snow«, en los que Supermán se encuentra atacado por un gólem hecho de nieve, explica: «El nombre hebreo de Supermán, Kal-El («voz de Dios»), refuerza su conexión con la tradición judía». El historiador Ralph Nurnberger observa también que tanto el gólem como Supermán fueron «creados para combatir el mal en nombre de los débiles e indefensos».

Iron Man también se inspiró ligeramente en el gólem. Su reactor de arco, fundamental para su sobrevivencia, nos recuerda a la estrella engalanada en el pecho del gólem en la adaptación cinematográfica muda de Paul Wegener en 1915. Es interesante cómo Iron Man, al igual que Hulk, fue inicialmente representado con el color gris, lo que refuerza la influencia del gólem en su diseño.

El propio gólem apareció en los cómics de Marvel en la década de 1970, especialmente en la serie «Strange Tales». En algunas ocasiones se ha unido a los superhéroes para combatir a los nazis, y en otras ha aparecido como un monstruo incomprendido. Las diferentes representaciones resaltan la flexibilidad de la narrativa del gólem, y sirven de manera alternativa como héroe y antagonista, un sello distintivo de su perdurable legado en la narración. Weiner explicó en una entrevista con Global Voices:

It is more of narrative flexibility of folklore. When you are dealing with characters from folklore, they are often mutable and can change in the service of whatever story are telling. The Golem has so many variations. The Golem is both a hero and a villain/monster depending on which tale one is using as source material (or just new versions of the character).

Es más una flexibilidad narrativa del folclore. Cuando tratas con personajes del folclore, son a menudo mutables y pueden cambiar en servicio de la historia que estés contando. El gólem tiene muchas variantes. El gólem puede ser tanto un héroe como un villano/monstruo, dependiendo de qué historia se esté usando como texto de origen (o nuevas versiones del personaje).

Gólem: de robots a la IA

La influencia del gólem llega más allá del folclore y los cómics, hasta el campo de la tecnología y la inteligencia artificial. Al ser una criatura que cobra vida gracias a la ingenuidad humana, el gólem es un precursor del concepto moderno de los robots y la IA. Es probable que el término «robot», acuñado a principios del siglo XX por el  dramaturgo checo Karel Čapek en su obra «R.U.R.» (Los robots universales de Rossum), estuviese influenciado por la leyenda del gólem. En la obra de Čapek, los robots son seres artificiales que, al igual que el gólem, sirvieron en un principio a la humanidad pero terminaron fuera de control.

Los pioneros de la IA y los comentaristas culturales han trazado paralelismos entre el gólem y los sistemas contemporáneos de IA. Geoffrey Hinton , también conocido como el «padrino de la IA», advirtió acerca de las complejidades y misterios de las redes neutras, y declaró que «no entendemos realmente cómo hacen esas cosas». Esto nos recuerda la incertidumbre mística que gira alrededor de la creación y el comportamiento del gólem.

Roland Hendel, profesor emérito de estudios bíblicos y judíos en la Universidad de California en Berkeley, estableció una comparación conmovedora en un correo electrónico a Global Voices:

The Golem can’t speak because it’s an imperfect creation, made by humans. The contrast is to Adam (similarly made of the ground), whom God creates with the power of speech. The analogy with AI might be something similar — the lack of a soul or self-consciousness.

El gólem no puede hablar porque es una creación imperfecta de los humanos. El contraste lo vemos en Adán (creado de manera similar de la tierra), a quien Dios creó con el poder de la palabra. Puede que analogía con la IA sea algo similar, la falta de alma o autoconciencia.

El historiador Yuval Harari resalta el creciente poder de los sistemas de IA, menciona su notable habilidad para manipular y generar el lenguaje. Esto contrasta claramente con el silencio del gólem, un símbolo de su imperfección como creación humana. Las observaciones de Harari nos recuerdan que, a menudo, la realidad supera a la ficción, que los sistemas de IA redefinen los límites de la innovación y el control humano.

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