Proteger la historia: La urgencia de la seguridad digital para los periodistas en África subsahariana

Periodistas en el Foro Económico Mundial sobre África en Abuya, Nigeria, 2014. Imagen de World Economic Forum en Flickr (CC BY-NC-SA 2.0 Generic Deed).

El periodista de investigación keniano John-Allan Namu ha enfrentado constantes amenazas digitales (ataques cibernéticos, vigilancia y desinformación) por sus reportajes sobre corrupción y violaciones de derechos humanos. No es un caso aislado. A nivel mundial, la UNESCO informa que el 20 % de los ataques contra periodistas ocurren en entornos digitales, pero en el África subsahariana la situación se agrava a medida que los Gobiernos amplían la vigilancia digital y el acoso en línea contra la prensa.

Una evaluación de Reporteros Sin Fronteras (RSF) de 2024 revela que casi 20 periodistas en Nigeria fueron atacados solo en los primeros meses de 2023, lo que refleja el creciente peligro que enfrentan los profesionales de los medios en todo el continente. Entretanto, el informe Estado de la libertad en internet en África 2024 de CIPESA expone cómo la vigilancia digital y las restricciones de internet se están utilizando para reprimir el periodismo independiente, en especial durante elecciones y crisis políticas.

Ante el aumento de estas amenazas, es esencial contar con medidas sólidas de seguridad digital para proteger la libertad de prensa.

Los periodistas enfrentan amenazas digitales en constante evolución

El periodismo está pasando al entorno digital, y también se mueven las amenazas. En África subsahariana, los periodistas enfrentan cada vez más ataques cibernéticos, vigilancia, acoso en línea, doxeo y censura digital, con consecuencias que a menudo trascienden al mundo real.

Un informe de 2023 de CIPESA muestra cómo los ataques digitales patrocinados por los Estados se han intensificado en Uganda, Etiopía y Nigeria, donde las autoridades vigilan la actividad en línea de los periodistas, interceptan comunicaciones e imponen restricciones en internet para reprimir la cobertura crítica.

En África occidental, los periodistas suelen ser blanco de campañas de desprestigio y acoso digital, especialmente quienes informan sobre corrupción y violaciones de derechos humanos. El informe Estado de la libertad en internet en África 2024 de CIPESA destaca además que la vigilancia digital, las campañas de desinformación en línea y los ciberataques se utilizan para silenciar a los periodistas que informan sobre elecciones y disturbios políticos.

Entre las principales amenazas digitales que enfrentan los periodistas en África subsahariana están los ciberataques dirigidos, que incluyen técnicas como phishing y malware diseñadas para robar datos, infiltrarse en dispositivos y obstaculizar el trabajo periodístico. Las filtraciones de datos también representan un grave riesgo, ya que los ataques cibernéticos explotan vulnerabilidades para acceder a archivos sensibles, identidades de fuentes e investigaciones no publicadas. La vigilancia digital es otra de las estrategias utilizadas, con herramientas de espionaje sofisticadas y sistemas de vigilancia en internet que permiten rastrear los movimientos de los periodistas y forzar la autocensura. Además, el doxeo y el acoso en línea se han convertido en una amenaza constante, y reporteros (especialmente mujeres) y periodistas de investigación están expuestos a campañas de abuso coordinado, filtración de información personal y amenazas en el mundo real.

Dado el creciente riesgo que enfrentan los periodistas en África subsahariana, es evidente la urgencia de adoptar mayores protecciones, tanto a nivel político como a través de prácticas individuales de ciberseguridad.

La importancia de la seguridad digital para el periodismo en África

En 2021, el 72 % de los países africanos habían promulgado leyes contra la ciberdelincuencia. Sin embargo, muchas de estas leyes priorizan el control estatal sobre la protección de los periodistas. La cooperación regional, como el marco de ciberseguridad de la Comunidad de África Oriental, sigue siendo débil, lo que deja a los periodistas vulnerables a las amenazas.

Los Gobiernos, las empresas y los agentes malintencionados despliegan cada vez más herramientas cibernéticas para vigilar, intimidar y silenciar a la prensa, lo que hace necesarias medidas de seguridad sólidas. La seguridad digital es esencial para proteger los dispositivos, y también para preservar la libertad de prensa, salvaguardar las fuentes y garantizar la credibilidad del periodismo de investigación.

  • Proteger a periodistas y fuentes: la filtración de información puede poner vidas en peligro y convertir las amenazas digitales en riesgos reales. Proteger los activos digitales es esencial para los periodistas y para sus fuentes.
  • Preservar la libertad de expresión: los ciberataques obstaculizan el ejercicio del periodismo y conducen a la autocensura. En Zimbabue, por ejemplo, las leyes de vigilancia han generado un efecto paralizador que limita la labor de la prensa.
  • Mantener la credibilidad del periodismo: la vulneración de datos compromete la confianza pública en los medios. Asegurar la protección digital es fundamental para que los periodistas puedan fiscalizar al poder sin temor a represalias.

Los desafíos de la seguridad digital en el África subsahariana

A pesar de las crecientes amenazas, la seguridad digital sigue estando poco desarrollada en el África subsahariana. Existen herramientas de cifrado y estrategias de ciberseguridad, pero hay obstáculos que dificultan su aplicación.

Muchos periodistas no tienen acceso a plataformas de comunicación seguras ni a formación en ciberseguridad. El software de cifrado, las VPN y las aplicaciones de mensajería segura suelen ser inasequibles, y la escasez de programas de capacitación deja a los periodistas en una situación de vulnerabilidad.

Las políticas gubernamentales también imponen barreras económicas y normativas. En Tanzania, las estrictas regulaciones sobre contenido y las elevadas tarifas de licencia hacen difícil que los periodistas independientes puedan invertir en tecnologías de seguridad.

A esto se suman los bloqueos de internet, la vigilancia masiva y la debilidad de las leyes de protección de datos, factores que agravan aún más los riesgos digitales para la prensa en el continente.

Para fomentar la conciencia sobre seguridad digital, iniciativas globales como el Día de Internet Segura, que se celebra el 11 de febrero, ofrecen plataformas de formación sobre las mejores prácticas de ciberseguridad. Si bien inicialmente giraba en torno al uso responsable de internet, esta campaña ha evolucionado para incluir la seguridad en línea, la privacidad y la protección de los periodistas. Aprovechar estos recursos puede contribuir a que los periodistas africanos adopten medidas de seguridad más sólidas.

La seguridad digital no es opcional en un contexto en el que los periodistas enfrentan constantes ataques cibernéticos, vigilancia y acoso digital. Estas amenazas no provienen solo de actores aislados, sino también de Gobiernos, corporaciones, grupos extremistas y redes criminales que utilizan herramientas digitales para vigilar, manipular y silenciar a la prensa. Los periodistas autónomos y los medios independientes de África subsahariana son especialmente vulnerables, ya que con frecuencia no tienen los recursos necesarios para defenderse de estos ataques.

Por eso, proteger al periodismo en la era digital requiere de una respuesta coordinada. Solo a través de la acción colectiva se podrá garantizar que la prensa siga siendo libre, justa y segura.

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