
Risikat Dupeola, beneficiaria del programa con una máquina de moler recibida del programa de incentivos de la comunidad de Odo Aro, estado de Osun, Nigeria. Fotografía de Nuratu Omobolanle Onilogbo, IFPRI-Nigeria. Utilizada con autorización.
Por Nuratu Omobolanle Onilogbo
Las mujeres de la zona rural de Oyo, Ogun y Osun en Nigeria, creían que su vida comenzaba y terminaba en la cocina.
Quedaban apartadas de las oportunidades de liderazgo y de la participación de la comunidad, y sus ideas particulares sobre las necesidades y problemas locales a menudo pasaban desapercibidas. Históricamente en Nigeria, las mujeres, en particular las de las comunidades rurales, quedaban al margen de puestos de mando y de colaboración en las comunidades por las normas culturales, los roles tradicionales de género y las expectativas sociales. Muchas mujeres estaban condicionadas a creer que sus responsabilidades primordiales estaban solo en el hogar y que no merecían participar en los procesos de toma de decisiones.
Programa de formación e incentivos comunitario
En la actualidad, un programa de colaborativo de formación e incentivos comunitario reúne a las mujeres locales para darles las herramientas, las habilidades y un lugar en la mesa de liderazgo.
La capacitación reunió a las mujeres en un aula semiformal durante 10 semanas, en sus dialectos locales, para garantizar que todas pudieran seguirla. La formación abarcó todos los aspectos, desde los principios básicos para unirse como comunidad hasta hacer proyectos colectivos, identificar problemas de la comunidad y la defensa del cambio.
Las mujeres aprendieron cómo hacer presupuestos y administrar mejor el dinero, resolver conflictos y gestionar los desacuerdos de forma diplomática. Respondieron con la propuesta de nuevos proyectos que beneficiarían a sus comunidades, como alumbrado público solar, perforación de pozos y compra de herramientas agrícolas.
Con un criterio de selección elaborado de manera conjunta por los líderes de la comunidad y el equipo del proyecto, se financiaron quince proyectos que demostraron gran potencial de impacto para la comunidad, sostenibilidad e inclusión.
Una capacitación similar para los hombres fue parte del programa, que se centró en la necesidad de brindar apoyo a sus esposas, y las mejores formas de hacerlo.
Comentarios de las participantes
Badiru Raimot Omolola es una comerciante de Ajetunmobi LGA en Ibadan, estado de Oyo, que participó en el programa. Desde que se unió al programa, desempeñó un rol activo en su comunidad para mejorar el acceso al agua potable mediante la construcción de un pozo central comunitario.

El pozo central comunitario y el tanque de agua fueron hechos por los beneficiarias del programa en la comunidad de Ajetunmobi, estado de Osun, Nigeria. Fotografía de Nuratu Omobolanle Onilogbo, IFPRI-Nigeria, usada con autorización.
“La gente de la comunidad está muy contenta”, dice Omolola. “Entonces, las mujeres nos unimos para hacer algo así por la comunidad. El lugar que elegimos es el centro de Isemile. Cuando alguien quiere cultivar, puede sacar agua de aquí para llevarla a la granja”. El programa desencadenó una revolución silenciosa ya que las mujeres ejercen funciones en sus comunidades que alguna vez estuvieron fuera de su alcance. Más allá de las aulas, las mujeres aplicaron sus nuevos conocimientos de forma práctica, y formaron grupos y cooperativas que se apoyan entre sí y a la comunidad.
Como parte de la capacitación, Omolola y las demás mujeres en la comunidad de Ajetunmobi se reunían de forma regular en una sala silenciosa, a veces utilizada para los servicios religiosos, por cerca de tres horas. Cada sesión, dirigida por moderadoras formadas, era una mezcla de animados debates, juegos de roles y lluvia de ideas.
Las facilitadoras comenzaban con una actividad para romper el hielo, como una canción compuesta para el programa, que le daba un tono enérgico a la jornada. Esta estructura era similar en otras comunidades. Cuando no había salas disponibles para las reuniones, las participantes se reunían al aire libre bajo la sombra de un gran árbol. Omolola contó:

Badiru Omolola ,beneficiaria del programa de la zona de Ajetunmobi, Osun, Nigeria. Fotografía de Nuratu Omobolanle Onilogbo, IFPRI-Nigeria, usada con autorización.
“El proyecto me ayudó a mejorar mis capacidades y mi autoestima. Me ayudó mucho, incluso en mi matrimonio. Fue la primera vez que mi marido y yo nos unimos realmente para algo más que el hogar”.
Su esposo desempeñó un papel de apoyo durante el programa, y la animó, y hasta incluso ayudó cuando fue necesario. Desde entonces, su matrimonio se volvió más sólido.
En otras comunidades, como Odo-Aro, las mujeres se unieron para instalar luces solares en las calles. Baale Tijani Ajegbe, líder de la comunidad, dijo que ahora las personas pueden regresar a casa del mercado por la noche de manera segura, y que los niños pueden leer y jugar al aire libre por las noches.
“No hay sitio que no esté iluminado, y ahora no hay lugares ocultos para los delincuentes de la comunidad”, señaló Baale Tijani Ajegbe.
Por qué se introdujo el programa de capacitación
El programa de capacitación lo impulsaron investigadores de la organización CGIAR en colaboración con ActionAid Nigeria, la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de California en San Diego.
Los organizadores querían empoderar a las mujeres nigerianas de las zonas rurales con aptitudes de liderazgo y promoción, y respaldar esta capacitación con financiación para que las mujeres pudieran llevar a cabo proyectos de desarrollo comunitario.
Augustine Iraoya, analista de investigación del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) de Nigeria, y trabajó en esta iniciativa, declaró: «Me siento encantada e inspirada al ver que las mujeres asumen un papel activo en el desarrollo comunitario en los estados y las comunidades seleccionados».
“Su compromiso no solo fomenta un sentir de empoderamiento, sino que también lleva a mejoras significativas en la vida de las personas. Es gratificante ser testigo del impacto positivo de su liderazgo y colaboración”.
Impacto
La iniciativa unió a las mujeres de formas que transformaron sus comunidades. Por ejemplo, los grupos de mujeres de las comunidades de Ajetunmobi y Kumapayi financiaron y ejecutaron de manera colectiva algunos proyectos como la construcción de pozos de sondeo. Estas iniciativas dieron mayor acceso al agua y fomentaron lazos comunitarios más fuertes.
El éxito del programa es evidente ya que estas mujeres ahora aspiran a representar a sus comunidades en la gobernanza local, y algunas planean activamente presentarse como candidatas a los consejos locales para garantizar que se satisfagan las necesidades de sus comunidades. Y muchos de los hombres de la comunidad las apoyan plenamente.
La colaboración y el apoyo mutuo fueron cruciales. El éxito del programa dependía de que los líderes de las comunidades, sus cónyuges y todos los participantes se unieran para romper las barreras culturales y apoyaran una mayor participación comunitaria de las mujeres.
Las sesiones de capacitación para los hombres en la comunidad tuvieron un papel fundamental, como lo explica Opeyemi Olanrewaju, analista de investigación de IFPRI-Nigeria:
When men see the benefits of their wives’ participation, they become advocates, which helps build a supportive environment for women’s leadership.
Cuando los hombres ven los beneficios de la participación de sus esposas, se convierten en defensores, lo que contribuye a crear un entorno propicio para el liderazgo de las mujeres.
Los sistemas de apoyo comunitario y las reuniones grupales periódicas ayudaron a estas mujeres a mantener su compromiso, y crearon una base para el cambio sostenible. Las mujeres se sienten ahora inspiradas para dar sus puntos de vista, organizar iniciativas y responsabilizarse por los proyectos que impactan directamente en sus comunidades.
Con el apoyo de sus esposos, a menudo se reúnen con los líderes de las comunidades para designar mujeres representantes para las elecciones a concejalas de distrito y para debatir formas de recaudar fondos para los proyectos comunitarios.