Tras la COP29, continúan los problemas ambientales en Azerbaiyán

Imagen de Arzu Geybullayeva vía Canva Pro

Este artículo se publicó originalmente en Meydan TV. Una versión editada se publica aquí bajo un acuerdo de colaboración de contenido.

En noviembre de 2024, Azerbaiyán organizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP29. En el momento en que el país recibió la antorcha para ser el anfitrión, muchos expertos cuestionaron los antecedentes del país en cuanto a compromisos climáticos y ambientales. Con razón, ya que el país ocupaba el puesto 121 en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI), que evalúa a 180 países. Sin embargo, para los funcionarios del Gobierno, ser sede de la COP29 fue un gran logro. Aunque la conferencia pudo haber puesto a Azerbaiyán en el escenario global y ayudado al Gobierno a asegurar nuevos acuerdos de energía, para los azerbaiyanos, la conferencia significó poco por todas las restricciones y complicaciones impuestas durante la conferencia y, a largo plazo, las implicancias sobre el bienestar general. En cuanto a esto último, incluso antes de la COP29, diversas organizaciones climáticas señalaron los riesgos de no cumplir con los objetivos del Acuerdo de París a nivel global. Mientras tanto, en Azerbaiyán, el compromiso constante del Gobierno para producir combustibles fósiles, junto con la falta de políticas efectivas para reducir su impacto negativo, ya es evidente, y los azerbaiyanos sufren las consecuencias.

Impacto en la salud

El EPI, publicado por la Universidad de Yale, evalúa a 58 indicadores en 11 categorías, que incluyen contaminación del aire, recursos hídricos, gestión de residuos, deforestación, gestión de empresas pesqueras y contaminación por metales pesados en 180 países.

El bajo desempeño general de Azerbaiyán en ese índice destaca las principales dificultades en la gobernanza ambiental del país, e incluso que la falta de medidas expone a los azerbaiyanos a riesgos graves para la salud. Entre estos riesgos está la contaminación por la quema de gas.

«El gas fósil se produce durante la extracción de petróleo; podría utilizarse para generar energía, pero por diversas razones, incluidos intereses particulares, a veces simplemente se quema. La quema de gas convierte gran parte del metano presente en ese gas residual en dióxido de carbono», escribió Global Witness en su análisis de noviembre de 2024. El análisis también mencionó que este proceso afecta «a uno de cada 12 azerbaiyanos», que los expone «a poderosos contaminantes provenientes del quemado de gas», lo que lleva a «problemas médicos graves, como asma, partos prematuros y cáncer«.

Otro informe, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en 2023, indicó que Azerbaiyán tenía «una de las tasas más altas de muertes relacionadas con la contaminación del aire en el mundo». Gran parte de la contaminación del aire se atribuye a los sectores industrial, agrícola y de transporte, pero la industria petrolera tiene un impacto considerablemente mayor en la contaminación ambiental y, como resultado, en la salud de los 10 millones de habitantes del país. El Gobierno también ha tardado en presentar algún inventario de emisiones a la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE). Según la CEPE, desde 2019, el Gobierno no presenta ningún indicador.

Meses antes de la COP29, Climate Action Tracker, grupo científico independiente que analiza los planes climáticos nacionales de los países, dijo que la calificación general de Azerbaiyán era «críticamente insuficiente» y que el país estaba «entre un pequeño grupo de países que realmente ha reducido su objetivo climático».

El bajo desempeño del país también involucra las políticas y medidas nacionales para mitigar riesgos. La respuesta de las autoridades a las protestas ambientales en la aldea de Söyüdlü, en el oeste de Azerbaiyán, en 2023, demuestra que el Gobierno prioriza los intereses empresariales sobre la salud de la población. Cuando los habitantes de la aldea protestaron por la contaminación causada por una empresa minera de oro, fueron duramente reprimidos. Aunque inicialmente se suspendieron las actividades de minería y se hicieron promesas de investigar el impacto en la salud de los lugareños, un año después, todo volvió a la normalidad. «Esto marca el fin de una interrupción de un año y esperamos normalizar la producción», dijo el Reza Vaziri, presidente ejecutivo de Anglo Asian Mining, empresa encargada de la mina de oro.

Según Earthworks, organización que ayuda a las comunidades locales a proteger la tierra, el agua y la salud, la minería de oro es «una de las industrias más destructivas del mundo», y puede «contaminar el agua y la tierra con mercurio y cianuro, lo que supone un peligro para la salud de las personas y los ecosistemas».

Escasez de agua

El problema de la escasez de agua en Azerbaiyán ha sido motivo de preocupación durante muchos años. Sin embargo, a pesar de las promesas del Estado de atender el problema, la escasez persiste por la falta de infraestructura hídrica adecuada, incluidos los servicios de tratamiento y gestión de agua residuales, falta de conocimiento público sobre el uso del agua y la presión adicional sobre los recursos causada por la crisis climática. También falta supervisión en la gestión y distribución del agua como resultado de la corrupción. La escasez de agua que hubo a mediados de 2024 demostró que las promesas del Gobierno de encontrar una solución no se han cumplido.

Una vez más, fue la población local, particularmente quienes viven en aldeas y los agricultores, la que pagó las consecuencias.

En agosto de 2024, Meydan TV informó sobre la escasez de agua en la región norte de Azerbaiyán, Zaqatala, causada probablemente por infraestructuras obsoletas.

Los lugareños se quejaron a la plataforma de noticias de que, a pesar de sus reclamos, los problemas de acceso no se resolvieron. Un ciudadano dijo que las dos aldeas más grandes de la región han sufrido sequías durante años. “[Los funcionarios] nos dicen que las líneas de agua deben renovarse. Pero no nos dicen quién debe renovar estas líneas ni por qué se retrasa el proceso”,  se quejó. Según un informe reciente del Banco Mundial, «la mayoría de las pequeñas ciudades y zonas rurales carecen de acceso a servicios operados profesionalmente».

En 2023, los habitantes de Saatli no tuvieron mas opción que protestar por los problemas de escasez de agua después el fracasos de sus numerosos intentos de contactar a los funcionarios e instituciones estatales pertinentes. En respuesta, el Gobierno no solo no atendió sus quejas, sino que disparó balas de goma a los aldeanos que protestaban para suprimir sus voces.

Los habitantes de la capital, Bakú, también se quejaron por la escasez de agua a mediados de 2024, en pleno verano. En agosto, varios distritos de la capital estuvieron sin agua durante semanas. La escasez, según los informes oficiales, se debió a trabajos de reparación en una de las principales tuberías  que suministran agua a la capital. A los ciudadanos no se les advirtió sobre estos trabajos ni sobre el corte de agua, ni cuánto tiempo durarían las reparaciones.

Deforestación y protestas de agricultores locales

Los vecinos de Shaki y Qax informaron que 147 hectáreas (363 acres) de pastizales habían sido tomadas por empresas privadas, y también que estaban talando los bosques para usos no agrícolas. El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales confirmó que mil hectáreas (2471 acres) de tierras forestales habían sido arrendadas a Monte Ferro, mientras que otras zonas habían sido adquiridas por empresas privadas.

Los activistas argumentan que los cambios legales de 2017, que extendieron el término de los arrendamientos forestales de 10 a 49 años, han acelerado la deforestación. Según Global Forest Watch, Azerbaiyán perdió 8160 hectáreas (20 163 acres) de cobertura forestal entre 2001 y 2023, lo que representa una disminución del 0,64% del área total de bosques. La región de Lankaran ha enfrentado la deforestación mas grande, seguida por las regiones de Ganja-Gazakh y Shaki-Zagatala. A pesar de las leyes existentes que protegen los bosques, la tala ilegal persiste por la corrupción generalizada, con autoridades que supuestamente aceptan sobornos para pasar por alto las violaciones.

Mientras Azerbaiyán intentó presentarse como un líder global en acción climática al ser sede de la COP29, sus políticas ambientales, los niveles de contaminación y los problemas de gobernanza cuentan una historia diferente. El país sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, lucha con la deforestación y enfrenta protestas públicas por el uso de la tierra y los problemas de conservación. Mientras tanto, los problemas de salud relacionados con la contaminación, incluidas enfermedades respiratorias y altas tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas, siguen siendo problemas importantes.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.